Por todos es sabido que de tanto en tanto saltan a la palestra mil y una ideas disparatadas sobre dietas y métodos depurativos que se ponen de moda gracias a algún famoso o personaje relevante, idea que se extiende por las redes como si de un virus se tratase. Estoy segura que todos hemos escuchado hablar de la dieta de la sonda naso gástrica o mil barbaridades más, totalmente desaconsejadas si valoramos por encima de todo nuestra salud e integridad.
Pues bien, esta que os vamos a contar es una de esas nuevas tendencias que esperamos no se convierta una moda por el bienestar de nuestros cuerpos y nuestros bosques.
La actriz Shailene Woodley (protagonista de la recién estrenada película Divergente) levantó una gran polémica al confesar durante una entrevista que come una cucharada de arcilla al día, pero ojo, no cualquier arcilla no, se la envían desde Colorado. En la entrevista afirmaba: “He descubierto que el barro es genial porque tu cuerpo no lo absorbe y aparentemente suministra una carga negativa, así que se adhiere a isótopos negativos. Y lo más loco: también ayuda a limpiar el organismo de metales pesados”. Pero es que no contenta con inventar una nueva ley química, llegó a confesar que tras seguir el tratamiento durante unos días “las deposiciones huelen a metal”. En definitiva, que esta mujer parece haber descubierto el nuevo método revolucionario para depurar nuestro cuerpo de los metales pesados.
La práctica de ingerir tierra se conoce como geofagia, con frecuencia hay un componente de verdad en estas modas, entonces se exageran, tienen a extenderse y a ponerse en práctica. No hay que confundir esta práctica a la que se le atribuyen ciertos beneficios para la salud con la enfermedad conocida como pica, un trastorno alimenticio caracterizado por la punción irrefrenable de comer o lamer sustancias no nutritivas y poco usuales como la tierra, tiza, yeso, pegamento, etc.
La arcilla es más comúnmente consumida en forma de pastilla en zonas de África y Medio Oriente cuando hay una deficiencia de zinc, el kaolín se elabora con arcilla blanca y se comercializa en farmacias como tratamiento para la diarrea. Lo que ocurre es que la deficiencia de zinc no es común en países desarrollados y si ocurriese existen otras alternativas antes que comer del suelo lo primero que pillamos, más que nada porque igual que te puede aportar zinc también puede aportar arsénico o plomo.
Os dejamos un vídeo de la entrevista, eso sí, en inglés:
¿Qué os parece esta práctica a vosotros? ¿Os imagináis con la boca al suelo y lamiendo la arcilla? Cuanto menos resulta algo cómico.
Fuente | 20minutos