El principal problema que yo le veo a este electrodoméstico es que cuando tengo prisa y decido calentar más rápidamente la comida, acaba más comida fuera del plato que dentro. Aunque se programe un minuto, enseguida empieza un festival de comida que baña el micro de arriba a bajo, con el consiguiente engorro de tener que limpiarlo.
Pues bien, en Cocinillas os vamos a enseñar un método fácil y rápido para realizar esta tarea que todos odiamos. Son sólo unos sencillos pasos:
- Cortamos un limón por la mitad y exprimimos su zumo en el interior de un recipiente.
- Ponemos el recipiente (apto para microondas) con agua (aprox. media taza) y el zumo del limón dentro del microondas, a continuación programamos el tiempo para que el agua hierva durante 3 minutos.
- Dejamos reposar la mezcla en el interior del aparato, no abriremos la puerta para impedir que el vapor salga. Con esto conseguiremos aflojar los restos de comida adheridos a las paredes.
- Abrimos el microondas, sacamos el recipiente y el plato para que sea más fácil limpiarlo fuera. Ahora ya podemos proceder a la limpieza del interior, con un trapo limpiamos las paredes y el techo, por último limpiamos la base y retiramos los trocitos de comida que habían estado pegados.
- Si alguna mancha se resiste a abandonar nuestro microondas mojaremos un poco el paño en la mezcla de agua y limón anterior, frotamos un poco hasta que salga y listo.
¿Habéis visto que manera tan fácil de limpiar el microondas? Ya no tenemos excusa para “enfrentarnos” a su limpieza, además de forma natural y sin nada de químicos que nos irriten las manos ni nos produzcan otras molestias.