Alojarse en un hotel familiar durante las vacaciones de verano puede ser un descanso para los padres o, a veces, un poco locura, si las instalaciones no están pensadas para el disfrute de todos los miembros de la familia, mayores y pequeños.
Por eso, conviene elegir muy bien un hotel en el que esté equilibrado la diversión y el descanso; lo grande y lo pequeño; la comida sencilla y la alta gastronomía; la facilidad y la comodidad si lo que queremos es conseguir unas vacaciones perfectas.
Precisamente eso es lo que ofrece el Princesa Yaiza Suite Hotel, en la isla de Lanzarote, que está diseñado para convertirse en el paraíso de los niños pero también en el de los padres. Por eso, no es de extrañar que haya sido elegido como Mejor Resort Familiar de toda España.
La clave de la felicidad completa para pequeños y mayores está precisamente en su ubicación y en las instalaciones y servicios que ofrece. Este lujoso hotel del sur de Lanzarote, el único cinco estrellas luxury de la isla, está construido sobre una pequeña colina que desemboca en Playa Dorada y con el diseño de una enorme vivienda colonial, con 385 habitaciones de distintos tamaños, pero con la misma esencia, sentirse como en casa.
Entre varias plantas se distribuyen hasta seis piscinas, que van desde las más tranquilas a las más juguetonas, adaptadas a gustos y edades, y una salida directa al paseo que lleva a la playa, una extensión de arena dorada con unas impresionantes vistas a Fuerteventura y a Isla de Lobos.
Además, para pequeños, y no tan enanos, el Princesa Yaiza dispone de un club de juegos de más de 10.000 metros cuadrados con una amplia zona deportiva que incluye pistas de tenis, de pádel, de baloncesto, de fútbol y hasta de voley playa.
También ofrece una piscina adaptada en este área especial, donde se hacen campeonatos de waterpolo, entre otras actividades acuáticas, esta vez sí para los más pequeños.
Además, el hotel de Lanzarote dispone de una escuela de tenis y otra de fútbol, la Soccer School, donde dos exjugadores de la Premier League, Gary Sperry, del Leicester City, y Scott Nisbet, del Rangers, trabajan como profesores.
Un Sol Repsol
La política gastronómica de Rosa Hotels, el grupo propietario del Princesa Yaiza, es crear espacios donde se fusionan las nuevas tendencias con la tradición culinaria, para disfrutar de lo mejor de cada tierra. Y el resort de Playa Dorada no iba a ser diferente.
En este hotel encontramos hasta nueve espacios gastronómicos, a la carta, para cócteles, bufé, al aire libre, con una cuidada decoración o para disfrutar de comida asiática, italiana, canaria y de alta cocina.
Su gran apuesta, sin duda, es el restaurante Isla de Lobos, con unas vistas increíbles a la reserva natural de Fuerteventura que le da nombre y uno de los mejores de la isla. Su buen hacer en la cocina ya le ha valido un Sol Repsol, pero su trabajo con productos de kilómetro cero y su política de sostenibilidad lo preparan para seguir recibiendo más premios.
Como explica Gonzalo Calzadilla, el chef encargado de este capricho, "Isla de Lobos es un restaurante gastronómico basado en la cocina de antes, pero actualizada a nuestros tiempos. Lo que ofrecemos son elaboraciones creativas basadas en la tradición en las que ponemos en valor los productos y recetas conejeras, investigando en las raíces de la cocina canaria para plasmarlas en cada plato".
Además de los menús degustación, en la carta se puede intuir la huella de Finca de Uga, propiedad de Rosa Group, y un paraíso en la producción de alimentos típicamente canarios, tanto por su huerta como por su granja.
De su ganado sale el steak tartar de vaca Jersey con encurtidos. De una de las queserías más premiadas de toda España, el queso que acompaña a las vieiras. O de su huerta, las verduras y las patatas que complementan perfectamente platos como solomillo.
Pero en "Isla de Lobos" saben que el Princesa Yaiza es un hotel familiar y los niños disfrutones son también bienvenidos. De hecho, de cara al verano se van a preparar unos platos especiales para que los más pequeños puedan disfrutar de una cena increíble mientras los padres apuestan por una degustación más compleja.
Japón e Italia sin salir del hotel
El restaurante con un Sol Repsol no es la única gran apuesta 'gastro' del Princesa Yaiza. Una de las ofertas más reclamadas es el Kampai, un asiático dipuesto en mesas Teppanyaki donde presenciar la magia del cocinado de los chefs, entre plancha y cubas de arroz, es igual de increíble que el sabor de sus platos.
El juego de sabores y olores crea una complicidad entre todos los comensales que rodean cada mesa, aunque no se conozcan de nada, que acaba con la degustación más rica de nigiris, makis, gyozas, sashimi o uramakis, sin olvidarse de los arroces y la curiosa manera de prepararlos entre divertidos trucos de cocina, como el de la tortilla.
Pero si lo que queremos es sentirnos como en una esquina de Roma al atardecer o al mediodía, podemos disfrutar de la terraza de la trattoria Don Giovanni, en la Plaza, donde muchas noches se programa también música en directo, para disfrutar de la noche sin moverse del hotel.
Spa
Tan claro tiene el Princesa Yaiza que los mayores también tienen que tener sus caprichos en vacaciones que cuenta con un increíble espacio de 2.000 metros cuadrados y 50 cabinas de tratamientos en su Thalasso & Spa Center, justo al lado del restaurante "Isla de Lobos".
La carta, en este caso, también es amplia y completa y está llena de masajes, tratamientos de belleza y estética, y rituales de bienestar. Hasta se puede disfrutar de un baño en una piscina terapéutica con agua de mar a 34 grados de temperatura, que incluye un circuito de chorros de agua, géiseres y cuellos de cisne para curar los problemas del cuerpo y ayudar a los del alma mientras los más pequeños siguen difrutando de lo suyo.