El pasado 31 de octubre, el jugador argentino Kun Agüero se retiraba del partido que estaba jugando su club, el FC Barcelona, contra el Alavés. Poco después, su equipo informaba que está siendo sometido a un "procedimiento diagnóstico y terapéutico a cargo del dr. Josep Brugada", especialista en arritmias del Hospital Clínic de Barcelona. El jugador, de 33 años, ha anunciado este 15 de diciembre que se retira del mundo del fútbol.
"Probablemente, y ojalá tenga la suerte de que sea una arritmia de las que somos capaces de curar con catéter, que pueda llevar una vida absolutamente normal, incluyendo el ejercicio", señalaba Julián Pérez Villacastín, jefe de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos y presidente de la Sociedad Española de Cardiología, a EL ESPAÑOL al momento de saberse que sería tratado de una arritmia.
El cardiólogo apunta que hay distintos tipos de arritmias pero el hecho de que saliera por su propio puede indicar que no es de las más graves. "El pronóstico es muy variado: las que podemos sufrir todos, que son como pequeños saltos del corazón llamados extrasístoles, generalmente no tienen importancia y no hace falta tratarlas; y luego están aquellas que pueden llegar a provocar la muerte súbita".
La arritmia, por lo general, es la falta del ritmo del corazón por un latido irregular, porque vaya excesivamente rápido o lento. La causa puede ser congénita, es decir, genética, "que naces con una alteración eléctrica en el corazón", pero también adquiridas. "Cualquier elemento que altere las paredes del corazón puede influir en el sistema eléctrico".
Por lo general, la edad es el principal factor de riesgo, así como anomalías que sobrecargan el corazón, como la obesidad o la hipertensión. Sin embargo, y aunque son excepcionales, hay casos en los que el exceso de ejercicio puede provocar estas alteraciones.
"El ejercicio intenso pone a prueba a todo el organismo y también al corazón, y en determinadas personas puede favorecer el desarrollo de algunas arritmias, pero no tiene por qué impedirle la realización de deporte", comenta Pérez Villacastín.
Aparte de las extrasístoles, la arritmia también puede ser detectada por un mareo transitorio, por la falta momentánea de sangre en el cerebro. En los casos más graves hay un total desvanecimiento, indicativo de que esa falta de sangre es mayor.
Josep Brugada, el doctor que está examinando a Agüero, es uno de los especialistas más renombrados sobre esta patología en España. De hecho, en 1992 describió una enfermedad causante de muerte súbita cardiaca que lleva su nombre: síndrome de Brugada.
Muerte súbita
Cada vez que se da un caso de este tipo en el deporte, el concepto muerte súbita viene a la cabeza. Este mismo año se publicó un estudio en la Revista Española de Cardiología analizando las muertes súbitas asociadas al deporte. La causa más frecuente, en un 63% de los 288 casos analizados, era la cardiopatía isquémica, es decir, el infarto de miocardio o la angina de pecho. Solo un 6% de las muertes analizadas se debía a arritmias.
Aunque la inmensa mayoría de las muertes súbitas asociadas a la práctica deportiva se dan en aficionados, hay datos esclarecedores. Por ejemplo, los menores de 35 años que practican fútbol tienen más riesgo de sufrirlo que con otros deportes u otra edad. Eso sí, la incidencia es muy baja: el total es de unos 167 casos al año en España.
¿Por qué algunas arritmias son sencillas de tratar y otras son fulminantes? "Todo depende de dónde esté la arritmia localizada", comenta Pérez Villacastín. "Si afecta a los ventrículos, la parte que bombea la sangre al corazón, puede estar relacionada con la muerte súbita". En ocasiones, el uso del desfibrilador devuelve ese corazón a la vida, aunque "siempre queda mermado el corazón porque los niveles de ejercicio son muy exigentes".
En el caso de arritmias menos graves existe la opción de tratamiento farmacológico, si bien "es raro que dobleguen por completo las arritmias e incluso, en determinadas personas, pueden favorecer su desarrollo". El tratamiento de elección es una intervención con catéter "que consiste en meter unos cables pequeños dentro del corazón, localizar lo que está funcionando mal y cauterizarlo".
El cardiólogo expresa su deseo de que el jugador del Barcelona se recupere pronto, "que la arritmia sea auricular y no ventricular, y que pueda seguir una vida absolutamente normal".