Salidos de una pandemia, en lo último que uno quiere pensar es en la siguiente. Sin embargo, la relevancia que está adquiriendo el drama de las bacterias resistentes a los antibióticos hace que salten flashbacks de Vietnam. Expertos en la materia avisan que pueden ser los causantes de la siguiente crisis de salud mundial. Por eso, cada paso que dan estos sigilosos enemigos está vigilado por los sistemas de alerta, que hace unos días se activaban por una vieja conocida, la Klebsiella pneumoniae.
Según avisa el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (eCDC, por sus siglas en inglés), se está propagando por el territorio una cepa del patógeno muy preocupante: Klebsiella pneumoniae hipervirulenta (hvKp ST23) resistente a carbapenemas, antibióticos de último recurso.
"Klebsiella pneumoniae es una bacteria patógena humana que está en el punto de mira por ser una de las que actualmente tiene cepas resistentes a muchos de los antibióticos de uso humano conocidos. Es una de las famosas bacterias multirresistentes y está como objetivo de prioridad crítica de la OMS para seguirla", explica a EL ESPAÑOL Raúl Rivas, catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca.
Este microorganismo es capaz de causar distintos problemas. "El más frecuente es la neumonía", prosigue el experto. También se la relaciona con problemas mucho más graves, como meningitis o sepsis.
Un cambio en el paradigma
Las personas sanas no suelen (o solían) infectarse con esta bacteria. Corren más riesgo aquellas que están en tratamiento para otras dolencias —por ejemplo las que deben llevar un catéter intravenoso— o las inmunocomprometidas, como los bebés prematuros. De hecho, en 2019 fue protagonista de un triste suceso: tres neonatos fallecieron por su causa en la UCI del Vall d'Hebron. Sin embargo, las tornas han cambiado.
"Las bacterias están evolucionando constantemente. Son capaces de intercambiarse genes unas con otras, en lo que se llama transferencia horizontal de genes. Klebsiella pneumoniae hipervirulenta ha adquirido una serie de genes que hace que no solamente afecte a personas con el sistema inmune comprometido, sino también a personas sanas. Son genes de virulencia, para producir enfermedad. En este caso de la yersiniabactina (ybt), colibactina (clb) y aerobactina (iuc). Esos tres genes le permiten ser más agresiva", describe Bruno González-Zorn, jefe de la Unidad de Resistencia a los Antimicrobianos de la Universidad Complutense de Madrid.
Y ¿qué es lo que ha pasado ahora? Ha sucedido, como describe González-Zorn, "la tormenta perfecta". Klebsiella pneumoniae hipervirulenta ha adquirido también genes de resistencia a carbapenemas, antibióticos de última línea. "Son lo que llamamos antibióticos de último recurso. La aparición de bacterias resistentes a carbapenemas es peligroso y cada vez hay más", avisa el experto.
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"El aumento de los casos de Klebsiella pneumoniae hipervirulenta resistente a los carbapenémicos (antibiótico de último recurso) notificados al eCDC por los países de la UE/EEE es motivo de preocupación debido a la gravedad de las infecciones combinada con su resistencia a los antibióticos de última línea, lo que dificulta el tratamiento", expresaba en el comunicado Dominique Monnet, jefe de la Sección de Resistencia a los Antimicrobianos e Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria del eCDC.
El comunicado resalta el hándicap que supone la resistencia a un antibiótico de último recurso. "Los brotes hospitalarios de hvKp resistente a carbapenémicos se han asociado con una mortalidad muy alta", describe.
De China a Europa
De momento, se han confirmado casos de transmisión del linaje hvKp ST23-K1 (el globalmente dominante que porta genes de carbapenemasa) dentro del país en Irlanda. También se sospecha de Francia, Letonia y Lituania.
"Son bacterias que hasta ahora sólo teníamos en China y se están diseminando ahora por nuestros países. El aviso del eCDC es importante para alertar a los laboratorios de Microbiología de España de que este nuevo clon se está diseminando por Europa", apunta González-Zorn. "Si aparece, lo detectarán inmediatamente. Los laboratorios de Microbiología en España son los mejores del mundo", tranquiliza.
La forma de contagio es de persona a persona —por ejemplo, si se tiene contacto con un infectado que no haya tenido cuidado a la hora de ir al baño— o por la contaminación del ambiente. Como alertaba un estudio de la revista Nature Microbiology, la forma de infección más común de Klebsiella pneumoniae resistente a los antibióticos es en los hospitales.
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Las infecciones hospitalarias son un problema que lleva un tiempo de relieve. Técnicamente conocidas como infecciones nosocomiales, suponen contraer una enfermedad dentro del contexto hospitalario. No es lo más común, pero sucede. Por ello, conviene estar alerta.
En España, la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria, emite un informe anual contabilizando la magnitud del problema, el estudio Epine. Según los últimos datos, en 2022 causaron un total de 7.414 muertes.
La pandemia empeoró el problema
Un equipo del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) analizó cómo la pandemia y la alta ocupación de las unidades de cuidados intensivos (UCI) han modificado la presencia de bacterias multirresistentes. Sus resultados, publicados en la revista Antibiotics, resaltaban específicamente una "probable modificación de la población de la bacteria Klebsiella pneumoniae".
"El problema es que se esparzan y que se extiendan. Por eso hay que insistir en un uso prudente de los antibióticos, buscar nuevas alternativas de tratamiento como puede ser la fagoteraia y, por supuesto, seguir investigando nuevos antibióticos", apunta Rivas como medidas para frenar este problema.
Según el experto, incluso se está empezando a usar la inteligencia artificial para buscar nuevas moléculas que ayuden a paliar el drama que se avecina. No hay que olvidar el aviso reiterativo de los sabios de la materia: si no hacemos nada, en 2050 la resistencia a los antibióticos causará diez millones de muertes al año.