Las lesiones de tendón, conocidas como tendinosis, representan el 60% de todas las lesiones deportivas. Hasta ahora, la mayoría de tratamientos consisten en pasar por largas fases de rehabilitación o, en última instancia, intervenciones quirúrgicas. Pero lo cierto es que estas lesiones, que tienen su causa en una reducción de la capacidad de reparación propia del tendón, se acaban cronificando y no tienen una solución definitiva. Al menos hasta ahora.
Un ensayo clínico realizado en España ha logrado un gran hito en historia de la medicina deportiva, demostrando con éxito que un tratamiento con células madre mesenquimales cultivadas (CMMC) es capaz de regenerar tendón con gran eficacia. La investigación se ha desarrollado en el Instituto de Terapia Regenerativa Tisular (ITRT), situado en el Centro Médico Teknon de Barcelona, perteneciente al grupo Quirónsalud, y los resultados han sido publicados recientemente en la destacada revista Orthopaedic Journal of Sports Medicine.
Según explica el doctor Lluís Orozco, uno de los líderes de este ensayo, “se trata de un nuevo paradigma en el mundo de la medicina, donde las suturas dejan de ser necesarias y se eliminan sus secuelas. Los pacientes crean tejido nuevo de manera natural, se recuperan antes, no tienen recaídas ni molestias posteriores y, en el caso de los deportistas profesionales, se recuperan antes de sus lesiones y alargan su vida deportiva”.
El doctor Robert Soler, por su parte, añade que “los pacientes crónicos son uno de los colectivos que más se va a beneficiar porque su problema no tenía solución, ni siquiera con la cirugía y ahora tienen una oportunidad para recuperar su calidad de vida. Por primera vez en la historia hemos conseguido que la regeneración sea total y absoluta, como si no hubiera existido lesión”.
Regeneración del 100%
En el ensayo participaron veinte pacientes, de entre 18 y 48 años, que practicaban deporte de manera regular y estaban afectados por lesiones crónicas del tendón rotuliano, pero que no habían respondido a tratamientos previos. A doce meses del ensayo, los resultados demostraban la eficacia de la terapia, logrando una regeneración del tendón sin precedentes, y acompañada de una disminución significativa del dolor.
Los pacientes fueron divididos en dos grupos. El primero recibió la aplicación de 20 millones de células madre mesenquimales cultivadas a partir de la propia médula ósea de los pacientes, mientras que el segundo grupo fue tratado con una solución de plasma rico en plaquetas (PRP). A los pocos meses, los resultados hablan por sí mismos: el grupo tratado con CMMC mostró una regeneración inmediata del tendón, mientras que el grupo tratado con PRP solo experimentó una reducción de las molestias de dolor, pero sin evidencia de evolución en la regeneración del tendón. En consecuencia, el segundo grupo fue posteriormente tratado con CMMC después de seis meses y al cabo de doce meses desde el inicio del tratamiento, todos los pacientes presentaron una regeneración del tendón del 100%.
“Nuestra terapia es innovadora a nivel mundial porque hemos conseguido entender qué tipo de células son las adecuadas (hay muchos tipos de células madre) y en qué dosis hay que aplicarlas para activar el mecanismo de la regeneración”, explica el doctor Soler. La peculiaridad de las células utilizadas es que se trata de células madre mesenquimales cultivadas. “Es importante este matiz porque hay que entender que del cuerpo se llegan a extraer muy pocas células válidas. Por otro lado, algo que también es importante entender es que hay muchos tipos de células madre mesenquimales, pero solo 3 tipos cumplen el propósito que buscamos”, añade el especialista.
Al paciente se le extrae médula ósea en una intervención indolora, para posteriormente extraer en el laboratorio las células madre adecuadas. “El apenas centenar de células que nos quedan se ponen en un cultivo celular durante tres semanas que las lleva a multiplicarse y alcanzar millones de unidades. De ahí, separamos la cantidad que necesitamos, que en el caso del tendón son 20 millones y el resto se criogeniza para futuras necesidades del paciente”, describe el doctor Orozco.
Posteriormente se realiza la infiltración de las células, que “se adhieren a los tejidos y se transforman en ellos, consiguiendo así crear tejido nuevo donde no lo había y que la lesión se cure por completo”, cuenta el facultativo. Una sola infiltración es suficiente para dejar atrás la lesión. Después de la intervención, que no requiere ingreso hospitalario, el paciente sale caminando por su propio pie, “sin necesidad de férulas ni otros dispositivos y la recuperación se inicia al cabo de una semana, primero con ejercicios excéntricos y al mes con actividad con el propio peso del cuerpo. Normalmente a los 3 meses vuelven al entrenamiento deportivo”.
Los resultados logrados en este ensayo han llevado a la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) a autorizar al ITRT para tratar otros tendones con el mismo procedimiento, consolidando la terapia con células madre mesenquimales cultivadas como uno de los mayores logros en medicina deportiva y traumatología de las últimas décadas.
“En este tiempo, hemos tratado ya a más de 200 pacientes, todos ellos regeneraron al 100% y ninguno sufrió ninguna recaída”, concluye el doctor Soler. En resumen, la terapia con células madre mesenquimales cultivadas representa un avance trascendental para las lesiones de tendón y ofrece una nueva esperanza para aquellos que las sufren de forma crónica.