Si hace tan solo unos años poseer un reloj de pulsera analógico era lo más habitual, actualmente estos "antiguos" dispositivos han sido sustituidos, en muchos casos, por sus primos más modernos e "inteligentes": las smartbands y los smartwatch. En ambos casos su uso se basa mayormente en el rastro de la actividad física, pero ocultarían un desconocido peligro.
Y no, no tiene nada que ver con la tecnología, sino con la biología. Así lo sugeriría un nuevo estudio publicado en Advances in Infectious Diseases: el 95% de estos dispositivos estarían contaminados por bacterias patógenas.
El estudio, llevado a cabo por los investigadores de la Florida Atlantic University, habría analizado 20 dispositivos rastreadores de actividad, llegando a la conclusión de que en el 95% de los casos existían bacterias capaces de causar enfermedades.
Peligro oculto
Se realizaron pruebas para detectar especies potencialmente patógenas de Staphylococcys, Enterobacteria (como la conocida Escherichia coli) y Pseudomonas, las cuales pueden causar infecciones bajo ciertas circunstancias.
De hecho, no solo se detectaron estas especies, sino que hubo variaciones según el material usado en los dispositivos: las bandas de goma y plástico poseían la mayor cantidad de bacterias, mientras que las bandas de metal analizadas (especialmente oro y plata) estaban prácticamente libres de microorganismos.
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Como bien recuerda el biólogo Nwadiuto Esiobu, de la Florida Atlantic University, "las pulseras de plástico y caucho pueden proporcionar un ambiente más apropiado para el crecimiento bacteriano, ya que sus superficies son porosas y estáticas y tienden a atraer y ser colonizadas por bacterias"
De hecho, ya en investigaciones previas se habría demostrado que tanto los relojes de pulsera como otros dispositivos similares pueden ser fuentes potenciales de infección en entornos hospitalarios, pero pocos estudios han profundizado en saber qué materalies son más proclives a albergar microorganismos oportunistas en un ambiente comunitario.
Además, cabe destacar que las bacterias analizadas en este estudio se encuentran entre las más comunes del cuerpo y el medio ambiente. Se sabe que en condiciones específicas, pueden provocar infecciones como abscesos o neumonías, entre otras.
Limpieza de dispositivos
También se detectó que no hubo diferencias entre hombres y mujeres, pero sí según actividades realizadas: los dispositivos de los asistentes al gimnasio poseían los niveles más elevados de bacterias estafilocócicas. Lo que a su vez da lugar a un comentario realizado por los mismos investigadores: si bien usamos relojes y otros dispositivos a diario, rara vez pensamos en limpiarlos adecuadamente, y es algo que sí deberíamos hacer.
"La cantidad y taxonomía de bacterias que encontramos en las pulseras muestra que es necesario desinfectar periódicamente estas superficies. Incluso en cantidades bajas, estos microorganismos pueden provocar perjuicios. Es importante destacar que la capacidad de muchas de estas bacterias para afectar a la salud de personas inmunocomprometidas indica una necesidad especial de que los trabajadores de la salud y otras personas en entornos hospitalarios desinfecten regularmente estas superficies".
Por otra parte, los investigadores también probaron sustancias de limpieza diferentes, con el objetivo de identificar la más efectiva: un aerosol desinfectante de la marca Lysol, una mezcla de etanol al 70%, y vinagre de sidra de manzana. Y, según sus hallazgos, la mezcla del spray Lysol y etanol eliminó el 99,9% de las bacterias en 30 segundos en cualquier material; el vinagre de sidra de manzana no fue tan potente y necesitó más tiempo.
Para finalizar, los investigadores hacen hincapié en la necesidad de limpiar ocasionalmente nuestros dispositivos portátiles, incluyendo smartphones y tables, o cualquier dispositivo que entre en contacto con nuestra piel a diario. Como bien comentan, debería estudiarse otras posibles formas de transmisión bacteriana y faciitación de la infección, como los auriculares por ejemplo.