"No estamos sabiendo dar respuesta": por qué el 75% de los trastornos mentales comienza antes de los 25

Que entre los jóvenes se hable más de salud mental no es casualidad. En este grupo poblacional se concentra la mayor parte de este tipo de problemas: el 75% de los trastornos mentales en el mundo empiezan antes de los 25 años, advierte un amplio grupo de autores en un estudio que acaba de ser publicado en la revista Molecular Psychiatry. En él piden un cambio de paradigma y repensar la salud mental como "salud mental juvenil".

La vocal del Consejo de Psicólogos de Madrid, Mercedes Bermejo, no puede estar más de acuerdo con esta demanda. "En 2021 se aprobó la especialidad de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia (PIyA). En cambio, en Psicología no contamos con dicha especialización", denuncia. Esta es la clave para dar una atención más precisa y eficaz a los jóvenes, "que es el grupo que más está pidiendo esta ayuda".

Los problemas mentales no sólo se presentan antes de los 25 años, sino que cada vez aparecen a edades más tempranas. "Hemos detectado que ha habido un incremento de este perfil", reconoce la psicóloga sanitaria experta en infancia y adolescencia en declaraciones a EL ESPAÑOL. Además, la sintomatología es más grave y con una mayor cronicidad: "Vemos bastantes casos severos que guardan relación con la adicción a las redes sociales, trastornos alimentarios, autolesiones, suicidio y ansiedad".

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Este último es el trastorno mental más precoz, según el metanálisis de 192 estudios epidemiológicos. Así, la ansiedad aparece entre los cinco y los 15 años, teniendo su mayor pico a los 5,5. Las alteraciones del estado de ánimo, por su parte, son las que más tardan en aparecer, a los 20,5 años. Pese a ello, ninguno de los trastornos comienzan más allá de la veintena.

Genética, contexto y tecnología

La causa de esta concentración, como señala Bermejo, es multifactorial. "Existe una variable genética, pero también influye el contexto social". Varios estudios ya han demostrado que el volumen de recursos suele ser inversamente proporcional a los problemas de salud mental.

A finales del pasado año se publicó un trabajo en la revista The Lancet Psychiatry en el que se estimó, tras analizar a cinco millones de daneses durante 19 años, que las personas con trastorno mental grave pierden más de 10 años de media de vida laboral.

La relación entre las condiciones económicas —y, sobre todo, laborales— y el estado de salud mental también se percibe en España. En marzo de 2023 el Ministerio de Trabajo presentó un informe elaborado por un grupo de expertos en el que advirtió que el 33,2% de los casos de depresión en la población activa es atribuible a la precariedad.

Aunque antes de entrar en la edad mínima legal para trabajar en nuestro país, los jóvenes se encuentran con otros factores de riesgo. "En muchas ocasiones la ausencia de contacto y el abuso de las tecnologías les hace que no sepan relacionarse entre iguales", lamenta Bermejo. En realidad, a día de hoy no existe una evidencia clara entre redes sociales y trastornos mentales en jóvenes. Algunas investigaciones incluso muestran que tienen una influencia predictiva en salud mental.

La Covid-19 también ha generado "una serie de secuelas psicológicas que en muchos casos no se han podido recuperar". Según el estudio que la Confederación Salud Mental España ha llevado a cabo en 2022, el 74,7% de la población considera que en los últimos años ha empeorado la salud mental de los españoles.

Bermejo añade que desde antes de la pandemia los psicólogos ya alertaban de esta problemática: "El suicidio se convirtió en la primera causa de muerte no natural en 2008". Este fatídico primer puesto también lo ostenta en el caso de los jóvenes entre 12 y 29 años. El Informe sobre la Evolución del Suicidio en España en la población infantojuvenil, elaborado por el investigador en epidemiología psiquiátrica y salud mental Alejandro de la Torre, detecta un aumento significativo del número de suicidios en adolescentes, pasando de 34 fallecidos en 2019 a 45 en 2021.

Los autores del citado informe entienden que este incremento no se explica por la aparición de la pandemia, sino que se trata de la tendencia creciente que se ve de mortalidad por suicidio en nuestro país desde 2018, tanto en adultos como en adolescentes.

Jóvenes que consumen ansiolíticos

La vocal del Consejo de Psicólogos de Madrid también cree que España no está preparada para la pandemia de salud mental que se vive en la actualidad debido a la falta de recursos. Según el último informe del Defensor del Pueblo, la ratio de profesionales en la red pública en 2018 era de seis psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes, tres veces menor que la media europea. "No estamos sabiendo dar respuesta", reclama Bermejo.

Y es que en algunas ocasiones esta "respuesta" se traduce en la prescripción de ansiolíticos. "Incluso en la infancia y adolescencia, cuando son cerebros en madurez", destaca la psicóloga. En este sentido, el Ministerio de Sanidad realizó una encuesta a un total de 59.605 universitarios españoles. Uno de los principales resultados reveló que a un 17% de los estudiantes algún profesional médico le había prescrito tranquilizantes, ansiolíticos, antidepresivos o hipnóticos durante el cuatrimestre previo al estudio.

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"Pensamos que a través de los fármacos podemos resolver estos problemas de salud mental", apunta Bermejo, "sin acompañarlos con herramientas terapéuticas". Resulta fundamental, a su entender, atender a la alta demanda de jóvenes con problemas de salud mental en España. "Es una lacra social. Y si no se realizan esfuerzos de intervención temprana, está demostrado que hasta el 70% de los problemas mentales que se tienen en la etapa adulta tienen su origen en la infancia y la adolescencia", concluye la psicóloga.