El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha declarado el fin de la emergencia sanitaria global por Covid-19. Esta llevaba en vigor desde el 30 de enero de 2020 y ahora queda derogada después de que la misma OMS renunciase a rebajar el nivel de alerta el pasado enero, en su tercer aniversario, debido al repunte de la pandemia en China.
"Ayer, el Comité de Emergencia se reunió por decimoquinta vez y me recomendó que declarara el fin de la emergencia de salud pública de importancia internacional. He aceptado ese consejo", declaraba Tedros. "Ha sido una decisión tomada con precaución. No dudaré en volver a declarar la emergencia si la situación cambia", ha expresado el director general de la OMS.
La declaración de emergencia sanitaria internacional se rige por un reglamento aprobado en 2005 y ha habido seis desde entonces: la gripe H1N1 de 2009, la poliomielitis en 2014, el ébola en África occidental en 2014, el virus Zika en 2015, el ébola en el Congo en 2018, la Covid en 2020 y la mpox (viruela del mono) de 2022. El pasado enero, la OMS consideró que no era el momento de reducir las precauciones frente a la Covid por la insuficiente vacunación a nivel global.
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La declaración de emergencia internacional, en la práctica, es un trámite por el que la OMS insta a intensificar las medidas de prevención y coordinación de las autoridades sanitarias en todo el mundo. Para declarar la emergencia sanitaria la OMS exige tres criterios: que se trate de un evento extraordinario, que constituya un riesgo de rápida expansión en otros países, y que requiera una respuesta coordinada internacional.
"Este virus está aquí para quedarse. Aún está matando, y está mutando. Todavía existe el riesgo de que emerjan nuevas variantes y causen nuevos aumentos en el número de casos y de muertes", ha señalado Ghebreyesus. "Mientras hablamos, miles de personas en todo el mundo están luchando por sus vidas en unidades de Cuidados Intensivos", recordaba.
Desde diciembre de 2019, el SARS-CoV-2 ha afectado al menos a 765 millones de personas y ha causado la muerte de unos 6,9 millones, según las cifras oficiales —aunque algunos informes hablan de hasta 20 millones de muertos—. Desde principios de año la cifra de contagios de Covid-19 y muertes reportadas se ha ido reduciendo a nivel global. En la última semana de abril, la OMS confirmó 630.000 casos en el mundo y 3.500 muertes, cuando en enero se superaban los 1,3 millones de positivos y los 14.000 fallecidos.
"Vendrán nuevas olitas"
"Poner fin a la PHEIC por Covid-19 es más que razonable y, desde el punto de vista de la transmisión, se podría haber hecho hace tiempo", sostiene Salvador Peiró, epidemiólogo e investigador en el Área de Investigación en Servicios de Salud y Farmacoepidemiología de FISABIO en declaraciones a Science Media Centre. "La protección de las personas mayores y algunos grupos de pacientes con mayor riesgo continuará siendo importante, como lo es con la gripe o el virus sincitial respiratorio".
"El fin de la PHEIC no implica que la Covid-19 esté definitivamente superada, sino que estamos en otra situación en la que los mecanismos de abordaje son otros, similares a los que se realizan con otras enfermedades respiratorias transmisibles como la gripe o la bronquiolitis", prosigue. "Es muy probable que vayamos teniendo varios repuntes al año, 'olitas' más que 'olas', a medida que nos distanciamos de las variantes que causaron las infecciones previas y de las dosis de refuerzo".
"Es conveniente transmitir a la ciudadanía que la enfermedad sigue presente", valora por su parte Óscar Zurriaga, epidemiólogo, investigador de la Universitat de València y presidente de la Sociedad Española de Epidemiología. "En determinadas circunstancias —por ejemplo, cuando se tienen síntomas o cuando se está en contacto con personas especialmente vulnerables—, hay que seguir manteniendo medidas de precaución para impedir su transmisión, especialmente a personas vulnerables".
"El sistema de vigilancia de infección respiratoria aguda (SIVIRA) existente en la actualidad en España continuará vigilando la situación de este virus y la enfermedad que causa, como también lo hace con otros virus respiratorios", apunta Zurriaga. "En resumen: no representa un problema que se elimine la declaración de emergencia sanitaria global, pero que esto no contribuya a transmitir la impresión de que ya no existe la enfermedad que causa este virus".