El linfoma de Hodgkin es uno de los cánceres, por suerte, con mejor pronóstico. Habitual en jóvenes, se detectan más de 1.500 casos en España, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Los síntomas más habituales son muy diversos y van desde el cansancio persistente hasta la inflamación de los ganglios linfáticos..
Sin embargo, hay algunos casos en los que esta enfermedad, especialmente frecuente entre los 20 y los 29 años, se manifiesta tras beber una copa de alcohol. Así lo aseguran desde la reputada Clínica Mayo: "Entre los signos y síntomas del linfoma de Hodgkin se pueden incluir los siguientes: hinchazón indolora de los ganglios linfáticos, fatiga, fiebre, sudoraciones nocturnas, pérdida de peso de forma no intencional, picazón intensa o dolor en los ganglios linfáticos después de beber".
Lymphoma Action, una organización benéfica de Reino Unido dedicada desde hace más de 35 años al apoyo de los pacientes con este tipo de cáncer, también confirma este extremo. "En raras ocasiones, los ganglios linfáticos inflamados pueden volverse dolorosos poco después de beber alcohol. Esto afecta hasta 5 de cada 100 personas con linfoma de Hodgkin", apunta la institución.
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"El alcohol puede relajar los vasos sanguíneos, lo que puede conducir a un mayor aumento de la presión dentro de los ganglios linfáticos, ejerciendo presión sobre la cápsula circundante y causando dolor", apunta el doctor Graham Collins, hematólogo consultor de los Hospitales de la Universidad de Oxford, en declaraciones recogidas por el New York Post.
Entre los pacientes afectados por linfoma, los más propensos a sufrir dolor después de beber son las mujeres, según un artículo publicado en la revista Anesthesiology. En este estudio, publicado hace ya más de 10 años, se informaba de la cantidad de alcohol a partir de la cual se manifestaba el dolor. "Se ha informado que el contenido de alcohol de un chocolate relleno de licor o incluso un sorbo de cerveza desencadena el dolor".
Según refieren los autores, el dolor aparece de inmediato, tiene una intensidad variable, llegando a ser insoportable en muchos casos, y puede llegar a manifestarse también de forma punzante. En muchas ocasiones, el diagnóstico temprano del cáncer es el principal chaleco salvavidas. Sin embargo, no siempre ocurre así. De hecho, en el trabajo científico apuntan que algunos pacientes estuvieron intentando calmar el dolor cuando bebían sin darse cuenta de que era la señal de un cáncer muy peligroso.
En la literatura científica se han llegado a describir casos en los que algunos jóvenes estuvieron tomando analgésicos durante tres meses para calmar el dolor. Después, le fue diagnosticado el linfoma de Hodgkin. Por suerte, los tratamientos a los que son sometidos tienen, en la mayoría de los casos, un gran porcentaje de éxito. La tasa de supervivencia a cinco años se sitúa actualmente en el 89%.