A pesar de los esfuerzos de la comunidad médica y científica, el cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte, como demostraban los últimos datos publicados por el INE. La situación tampoco presenta visos de mejora. Según advertía un macroinforme publicado por la Comisión de Oncología de la revista The Lancet, debemos prepáranos para enfrentar una "epidemia de cáncer" en la próxima década.
El cáncer de hígado desempeña un papel importante en esta problemática. A nivel global, el carcinoma hepatocelular (CHC) —responsable del 90% de los tumores de hígado primarios, aproximadamente— representa el sexto tumor en frecuencia y la tercera causa de muerte por cáncer. Si ya de por sí las cifras son preocupantes, los expertos alertan de que los casos de esta neoplasia están creciendo y, por ende, las del cáncer de hígado.
Según datos que proporciona Globocan, el observatorio mundial del cáncer, se prevé que la cantidad de nuevos casos de cáncer de hígado al año aumente un 55% entre 2020 y 2040. Así, el informe vaticina que, en 20 años, podremos llegar a 1,4 millones de personas diagnosticadas de este tumor. Actualmente, son 900.000.
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"En España no podemos hablar con datos porque no disponemos de información fidedigna", aclara a EL ESPAÑOL Rafael Bañares, jefe de Servicio de Aparato Digestivo del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y director científico del CIBER de enfermedades hepáticas y digestivas. La clama del doctor se une a la de otros compañeros oncólogos que denuncian la inexistencia en nuestro país de un registro oficial de tumores. "Lo que tenemos son datos del Globocan, pero es difícil hacer una extrapolación", continúa.
75% más en 25 años
También representante de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), el experto sí que apunta que, aunque no hay cifras que puedan corroborarlo, la percepción que tiene la comunidad médica es que los casos están en aumento. "Cada vez se ve más en consulta", advierte.
Las previsiones sobre los próximos años también coinciden con los datos que ponen el foco en el pasado. Así, un análisis sobre la evolución del cáncer de hígado entre 1990 y 2015, publicado en JAMA Oncology, concluía que la incidencia había crecido un 75% en los últimos 25 años.
Las causas que argumentaba dicho informe para justificar un aumento tan álgido se sustentaban en el envejecimiento y en el aumento de la población. Si bien, también ponía el foco en el aumento del consumo de alcohol, pues es uno de los principales detonantes de enfermedades hepáticas crónicas, como la cirrosis, responsable de hasta el 90% de los hepatocarcinomas. "El principal riesgo para que aparezca un carcinoma hepatocelular es que haya una enfermedad hepática crónica", confirma Bañares.
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De hecho, según el informe de JAMA, el 30% de los fallecidos en 2015 (un total de 810.000) a causa de este tumor habían desarrollado la enfermedad por un consumo abusivo de alcohol. La hepatitis B y C —también desencadenantes del cáncer de hígado— estaban detrás del resto, aunque hay que matizar que, en estos casos, se dispone de tratamientos eficaces, a diferencia de lo que ocurre con las enfermedades crónicas.
Para ellas, sólo hay una fórmula eficaz. "Una de las principales formas para prevenir esta enfermedad es cambiar el estilo de vida, ya que es la única manera de prevenir una enfermedad hepática crónica", apunta el experto, que señala al alcohol, pero también a la dieta.
La cirrosis no es la única enfermedad crónica que debe preocupar. La esteatohepatitis no alcohólica también es otra de ellas, una enfermedad que se agrupa bajo lo que se conoce como enfermedades del hígado graso no alcohólico, desencadenado por el sobrepeso y la diabetes.
Cribado y medios
Si bien en España estas patologías todavía no tienen las dimensiones de otras naciones, sí puede haber un cambio de patrón en los próximos años, sobre todo si se continúan adoptando los patrones de vida "occidentalizados", como es el caso de Estados Unidos, país en el que la causa número uno de trasplante por cáncer de hígado se ha relacionado con la esteatohepatitis no alcohólica. Es lo mismo que explicaban a EL ESPAÑOL expertos sobre el aumento de casos de cáncer de colon.
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Como arrojan los datos y corrobora Bañares, el cáncer de hígado primario es algo prevenible si se actúa donde se tiene que actuar. También es un tumor al que se puede atacar, pero aquí entra en juego el diagnóstico precoz, algo en lo que apunta que estamos fallando. "Existen programas de cribado para que pacientes cirróticos se hagan una ecografía abdominal cada seis meses, pero por distintas causas no se aplica en todos los sitios", lamenta el doctor.
También señala a la falta de medios con la que a veces se topan los investigadores para continuar desarrollando tratamientos eficaces para esta enfermedad. Aunque en los últimos 20 años se ha avanzado sobremanera en su estudio, continúa siendo uno de los cánceres con más mortalidad. En esta línea, destaca sobre todo la llegada de la inmunoterapia, la cual ha mejorado la esperanza de vida de estos pacientes.