¿Cuáles fueron las razones que os llevaron en HM CIOCC a interesaros por el área del diagnóstico oncológico hipertemprano?
En HM CIOCC tenemos muchísimos ensayos clínicos oncológicos, pero empezamos a interesarnos por ensayos de mínima enfermedad residual, que se hacen para saber si una persona que se haya tratado de un tumor está curada o no. A raíz de esto nos dimos cuenta que era muy interesante participar en ensayos a nivel internacional de diagnóstico hipertemprano de cáncer.
Fuimos el primer centro en Europa en participar en algunos ensayos de validación de pruebas moleculares de última generación para poder ofrecer, por ejemplo, diagnóstico hipertemprano en pacientes con pólipos avanzados o tumores de colon. Este ensayo lo llevamos a cabo en nuestros centros de Madrid, Barcelona y Galicia y tuvo un éxito muy importante: en apenas cuatro o cinco meses 600 personas se pudieron beneficiar de estar incluidas en el ensayo.
¿Cómo se configuró después la Unidad de Prevención y Diagnóstico Hipertemprano Oncológico de HM CIOCC?
Seguimos validando estos tests moleculares y por otro lado, dando forma a la Unidad de Prevención y Diagnóstico Hipertemprano Oncológico, no sólo con la investigación sino incorporando todos los test que ya teníamos validados. Estuvimos también formando a oncólogos en diagnóstico hipertempano aproximadamente durante dos años y así se formó la unidad. Ahora está funcionando en HM CIOCC de Madrid y en enero de 2023 se va a completar la formación de más especialistas y se va a poner en marcha en Barcelona y en Galicia.
En su unidad van más allá del diagnóstico precoz, ¿en qué consiste el trabajo que realizan?
Hacemos un plan individualizado para cada persona según su edad, antecedentes personales, familiares, las pruebas convencionales que se haya podido hacer antes… El plan incluye un screening tradicional que se suma a todos estos test moleculares de última generación, que son los que llamamos test de diagnóstico hipertemprano.
El objetivo es diagnosticar a muchísimas más personas mucho antes de que desarrollen síntomas. Nos dirigimos a personas sanas y asintomáticas porque de esta manera, teniendo un diagnóstico hipertemprano tendremos unos niveles de curación muchísimo más altos.
¿Por qué el diagnóstico temprano es tan importante en una enfermedad como el cáncer? ¿Qué supone para las tasas de curación de los pacientes?
Cuando un tumor se diagnostica en un estadio avanzado, que es lo más habitual con las pruebas que tenemos ahora mismo, su probabilidad de curación está en torno a un 30%. Cuando se diagnostica en un estadio temprano, la probabilidad de curación está en torno al 90%. ¿Por qué es tan necesario? Porque aunque los screening tradicionales (en España hay 3 aprobados: cribado de cáncer de cérvix, mama y colorrectal) evitan muertes por cáncer, pero el 71% de las muertes que se producen es por tumores que no tienen screening disponible. Por eso es tan importante el diagnóstico hipertemprano y por eso puede evitar tantas muertes por cáncer.
¿Qué proceso atraviesan los pacientes que se tratan en la Unidad de Prevención y Diagnóstico Hipertemprano Oncológico ?
La persona acude a la consulta de la unidad donde se exploran tanto los antecedentes personales de enfermedades previas, si es fumador, si tiene un habito alcohólico, historia familiar, si va al día de los screening convencionales… A partir de ahí se hace un plan personalizado. Por ejemplo un fumador se tendrá que hacer un TAC de baja dosis y a lo mejor si tiene más de 50 años tiene que ir a la Unidad de Prevención de riesgo cardiovascular. Pero aparte tenemos una serie de test moleculares que se le pueden proponer.
¿Qué pruebas se realizan en esta unidad y en qué tipo de tumores están indicados?
Tenemos cinco test validados y disponibles a nivel asistencial. Para personas sanas y asintomáticas, generalmente mujeres u hombres mayores de 50 años, hay un test para detectar pólipos avanzados o cáncer colorrectal. Tenemos otro test para detectar adenocarcinoma de páncreas (que supone el 90% de los tumores de páncreas), el cual está indicado para parientes de primer grado de pacientes con cáncer de páncreas o personas que tengan algún síndrome de predisposición genética al cáncer. Hay un tercer test para tumores carcinomas uroteliales, cáncer de vejiga o de la vía urinaria. Está indicado para personas de más de 50 años con síntomas urinarios.
Después tenemos dos test para personas que tienen un hallazgo previo sospechoso. Por ejemplo, es muy frecuente que las personas que se hacen un screening de cáncer de pulmón se hagan un TAC torácico de baja dosis. Muchas de esas personas tienen nódulos milimétricos que no se sabe si son benignos o malignos. Este test nos distingue si ese nódulo es maligno o no para que podamos actuar sobre él. Por último, tenemos un test para hombres que tienen el PSA (antígeno prostático específico) alto, que nos distingue a los hombres que necesitan hacerse una biopsia prostática de los que no.
En paralelo estamos avanzando con la investigación desarrollando otros test moleculares de cáncer de pulmón que estén indicados para cualquier persona fumadora, por ejemplo, o para cáncer de páncreas en cualquier persona sana sin que sean familiares de un paciente.
¿Qué beneficios presentan este tipo de test moleculares?
Los test son muy sencillos y poco agresivos porque son análisis de sangre o de orina. Tienen muchas aplicaciones y en oncología las utilizamos desde hace tiempo para caracterizar tumores, para monitorizar la respuesta al tratamiento, para identificar mínima enfermedad residual… Esto es otra aplicación.
Una clave de estas pruebas es que combinan al menos dos técnicas moleculares. Un test de diagnóstico hipertemprano casi nunca se basa en una sola técnica y eso es lo que hace que el test sea bueno, además de aplicarlo a una población determinada, su población diana. Eso hace que estos test tengan una sensibilidad y una especificidad ya altísima, por encima del 90%.
¿A qué tipo de perfil de paciente se dirige el trabajo que realiza la Unidad de Prevención y Diagnóstico Hipertemprano Oncológico?
El concepto general es que se dirige a personas sanas y asintomáticas, especialmente a los mayores de 50 años porque esa es la edad a la que la incidencia del cáncer empieza a aumentar. Aunque a día de hoy cada test tiene su población diana porque donde se ha demostrado que es eficaz es en esa población. Si queremos aplicarlo a otras personas tenemos que completar el estudio de investigación para poder ofrecerlo con total garantía.
¿Cuál es el procedimiento a seguir si se identifican marcadores tumorales en un paciente?
Dentro de la unidad, el test no va solo. Se hace el test junto a los otros procedimientos que el experto considera que son adecuados. Después del test, si es positivo, se hace una prueba radiológica de alta sensibilidad, pero a veces nos tendremos que ayudar también de la radiómica, una herramienta que nos ayuda a analizar toda la información que tiene una imagen radiológica pero que el ojo humano no ve. A lo mejor la radiología tradicional no ve un tumor de páncreas pero mediante radiómica podemos verlo. Y después viene el tratamiento adecuado.
¿Cómo de importante resulta el diagnóstico para el posterior tratamiento?
Es completamente vital. Está hiperdemostrado en cáncer y en otras enfermedades. Si te diagnosticas pronto tu probabilidad de curación aumenta. Así que si conseguimos unidades de diagnóstico hipertemprano que funcionen podremos evitar sufrimiento a muchísimas personas porque sus procesos de curación serán más rápidos y más fáciles. Ese es el objetivo principal.
Cuando formamos la unidad en HM Hospitales no quisimos quedarnos solo ahí, porque queremos que llegue al menos a toda la población española. Por ello hemos creado un grupo de investigación a nivel nacional que se llama GeDiTPhe, una red de médicos de familia con unidades expertas en cada patología, porque los médicos de familia son los que más están en contacto con las personas sanas y asintomáticas. Trabajamos con ellos para difundir todo el conocimiento que hay sobre el diagnóstico hipertemprano.
La Comisión de Oncología de la revista The Lancet estimó que, debido al impacto del Covid-19, en los dos últimos años se han quedado sin diagnosticar más de un millón de casos de cáncer en Europa, ¿cómo trabajaron desde HM CIOCC para hacer frente a la situación?
Nos organizamos para que en los pacientes oncológicos esto no ocurriera. Mantuvimos la misma dinámica de siempre, tratando a todos los pacientes, seguimos con los ensayos clínicos y nos organizamos de manera que el paciente oncológico fuera totalmente prioritario en el grupo.
A pesar del ‘retraso’ en los diagnósticos causado por el Covid-19, la incidencia de cáncer bate récords cada año y crecen los casos de aparición temprana, ¿es posible hablar de una epidemia de cáncer?
Lo que me preocupa realmente es que podamos diagnosticar el cáncer hipertempranamente y en consecuencia, curar a las personas. Una epidemia es un problema si no eres capaz de curarla, pero si podemos reaccionar a tiempo el problema será menor. Lo que tendríamos que hacer es formar a más profesionales y fomentar esta cultura de diagnóstico hipertemprano.
Por ejemplo, ha costado muchísimos años que las mujeres hagan su screening anual de mamografía, pero ahora se están viendo los resultados. Es una cosa que culturalmente está aceptada y aquí en HM CIOCC el 85% de los casos que atendemos de cáncer de mama son casos que se han diagnosticado en estadios relativamente tempranos. Pues si además de eso metemos los test hipertempranos vamos a tener pacientes muy distintos, que vamos a poder curar con mucha más facilidad.
Cada poco tiempo atendemos a nuevos descubrimientos y avances frente al cáncer, ¿cuál cree que son las innovaciones más prometedoras en la actualidad?
Lo que veo que nos va a dar más fruto real es esta, el ir validando distintos test de diagnóstico hipertemprano. Luego otra cosa en la que estamos trabajando son los test de diagnóstico multitumoral, que ya diagnostican varios tumores a la vez. La línea de futuro la veo claramente por ahí.