La Covid persistente, esa condición que sufre uno de cada ocho individuos que ha pasado la infección aguda, está "devastando la vida y el sustento de decenas de millones de personas en todo el mundo" y debe ser abordada de inmediato por los países ahora que el mundo está mejor que nunca para acabar con la pandemia. El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, ha advertido del serio impacto de este trastorno y ha conminado a todos los países a mantener un esfuerzo prolongado para atenderlo.
Se llama Covid persistente al grupo de síntomas a medio y largo plazo que sufren muchas personas tras superar la fase aguda de la Covid: dolores, fatiga, dificultad para respirar o pérdida de olfato y gusto. Las mujeres tienen el doble de probabilidades de sufrirlos y algunos síntomas pueden persistir hasta ocho meses después.
El director de la OMS ha escrito para el periódico británico The Guardian sobre el reto que supone su manejo. A día de hoy apenas hay pruebas científicas sobre la mejor forma de tratar este trastorno, que además genera un fuerte impacto en unos sistemas de salud que todavía están afrontando el embate de las infecciones agudas.
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"Es crítico para los gobiernos invertir a largo plazo en su sistema de salud y en los trabajadores, y elaborar un plan para manejar la Covid persistente", ha advertido en un momento en que las muertes por Covid se encuentran en un mínimo desde el inicio de la pandemia.
Para este abordaje propone el acceso inmediato a los antivirales para pacientes de riesgo, invertir en investigación y compartir nuevas herramientas y conocimiento para prevenir, detectar y tratar a los pacientes de forma más efectiva. También avisa de que la salud mental no debe dejarse atrás y que los gobiernos deben apoyar financieramente a las personas que no puedan trabajar por esta condición.
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Tedros Adhanom enuncia también cinco claves para dirigir los esfuerzos contra la Covid persistente: escuchar a los pacientes y sus necesidades, utilizar información de primera mano para elaborar sus políticas, recoger datos de la mejor calidad posible, compartir información con otros países y solventar las lagunas de conocimiento que hay sobre este síndrome.
También pide un acceso equitativo a los tests Covid, así como a las vacunas y a los antivirales. La razón es que evitando la infección se evita el riesgo de Covid persistente. Una de cada tres mujeres y uno de cada tres hombres desarrollarán esta condición, advierte el máximo responsable de la OMS.