Investigadores del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) han logrado frenar el crecimiento de tumores cancerígenos mediante una mini-proteína terapéutica, Omomyc, capaz de penetrar en las células y alcanzar su núcleo, en donde inhibe el oncogén MYC. "Una vez en el núcleo, Omomyc inhibe la habilidad de MYC para promover el crecimiento de tumores cancerígenos", explica el Instituto en un comunicado.
Omomyc ha sido probado en un ensayo clínico de fase I en el que han participado 22 pacientes. Todos padecían tumores sólidos -incluyendo cáncer de páncreas, intestino y pulmón de células no pequeñas- y habían recibido al menos tres tratamientos previos. El ensayo arrancó en abril de 2021, a cargo de la Dra. Elena Garralda, directora de la Unidad de Investigación de Terapia Molecular del Cáncer (UITM) – CaixaResearch del VHIO, en colaboración con otros dos centros de investigación españoles.
Transcurridas 9 semanas de tratamiento, 8 de 12 pacientes mostraron mediante tomografía computerizada una enfermedad estable en la que se había detenido el crecimiento del tumor. "Es destacable el caso de un paciente con cáncer de páncreas en el que el tumor se redujo en un 8%, y hubo una reducción del 83% en el ADN derivado del tumor que circula en el torrente sanguíneo. También hay un paciente con un tumor de la glándula salival cuya enfermedad se mantiene estable, y un paciente con sarcoma, que había respondido muy poco a tratamientos previos, que se mantuvo estable 8 meses", explica la Dra. Garralda.
Los efectos secundarios adversos más comunes fueron reacciones leves: escalofríos, fiebre, náuseas, sarpullido y presión arterial baja. En estas circunstancias, los investigadores consideran que Omomyc se podría combinar con quimioterapia. "MYC es una de las dianas más buscadas porque cumple una función clave en el desarrollo y mantenimiento de muchos cánceres humanos comunes. Este fármaco es la primera mini-proteína dirigida a MYC que se prueba en un ensayo de fase I, que está lista para pasar a fase II, y que demuestra que es capaz de inhibir la función de este oncogén de una forma segura y efectiva”, concluye Garralda.
Omomyc ha sido desarrollado gracias a una spin-off del VHIO, Peptomyc, a cargo de la Dra. Laura Soucek, codirectora del Programa de Investigación Traslacional y Preclínica y jefa del Grupo de Modelización de Terapias Antitumorales del VHIO. En las últimas dos décadas, el equipo de Soucek ha llevado a cabo los estudios preclínicos que han permitido plantear el ensayo de seguridad y eficacia en fase uno para pacientes.
“Es un gran orgullo y satisfacción para nosotros ver como Omomyc logra dar un paso más en su desarrollo. Estos datos que ahora se presentan nos hacen seguir siendo optimistas y esperamos que toda esta investigación sirva finalmente para poder llevar a nuestro fármaco hasta la práctica clínica y así ayudar a mejorar la supervivencia de los pacientes con cáncer”, explica la Dra.Soucek.
La investigación preclínica de Omomyc, indispensable en la comprensión del mecanismo de acción de esta molécula, fue parcialmente financiada por la Fundación BBVA en el contexto del programa institucional CAIMI (por sus siglas en inglés “Comprehensive Program of Cancer Immunotherapy & Immunology”). Mediante esta financiación, el grupo de la Dra. Soucek pudo estudiar, en modelos humanizados de cáncer, los cambios en la respuesta inmune antitumoral tras la inhibición de MYC por Omomyc.
Otro aspecto importante del estudio ha sido la evaluación de la farmacocinética de Omomyc, para ver si la vida del fármaco en el organismo del paciente era suficiente para poder tener un impacto sobre el tumor. El análisis de cómo se absorbió y procesó Omomyc en el cuerpo indica que permaneció durante al menos 50 horas en la sangre, y, posiblemente, todavía más en los tumores.