El portavoz de Más País-Equo, Íñigo Errejón, pidió la semana pasada al Gobierno que aprobara una ley para que Instagram anuncie cuando estamos viendo una publicación que ha sido retocada. Esta iniciativa, que contó incluso con el apoyo de algún cargo del PP, también pedía desarrollar medidas legislativas con las que los usuarios conocieran bien los riesgos de la salud mental que genera el uso excesivo de Instagram. Sin embargo, ya existen algunos estudios que desmienten la creencia de que pasar excesivo tiempo en redes sociales puede afectar a la salud mental de la persona. De hecho, hay casos en los que utilizar el móvil puede llegar a salvar vidas.
"No ha sido impulsivo, no he avisado a nadie a consciencia. Me ha matado la familia disfuncional, los servicios sociales, el fiscal de menores y, sobre todo, el trato degradante y horrible en salud mental. Sólo quiero descansar, no 'simplemente dejar de sufrir'". Ésta fue la publicación que Ángela programó en Twitter para que se publicara tras quitarse la vida. Un año y tres meses más tarde, la red social que Elon Musk pretende comprar ha anunciado su alianza con el Ministerio de Sanidad para que cada vez que se realice en la plataforma una búsqueda relacionada con el suicidio, se derive al usuario al teléfono 024 de atención a las conductas suicidas.
Más allá de una búsqueda tan 'evidente' como ésta, también existen otras iniciativas como el proyecto de la Universidad Pompeu Fabra con el que se consigue que la inteligencia artificial (IA) tome una decisión que la persona con tendencias suicidas no es capaz: avisar de que algo no está yendo bien. "Estudiamos a personas con problemas de salud mental en redes sociales mediante una IA que agrupa unos patrones de comportamiento", explica la ingeniera informática de la Universidad Pompeu Fabra y directora del proyecto, Ana Freire, en declaraciones a este periódico.
Y es que ya no es una novedad que los anuncios que nos aparecen en nuestros dispositivos están personalizados en función de nuestros gustos. Es por este motivo por el que el proyecto no se quedó simplemente en analizar los datos, sino que también comprobó la eficacia de la publicidad especializada aplicada, en este caso, al suicidio. De esta manera, como reconoce la propia Freire, el número de llamadas al teléfono de prevención del suicidio de Barcelona se incrementó en un 60%.
Cuál es el perfil
"En el suicidio consumado hay variables clásicas como el ser hombre, haber tenidos intentos de suicidio previo, la soledad, una situación de desempleo, la impulsividad y sobre todo el tener una enfermedad mental". Quien habla es Joaquim Puntí, psicólogo clínico y coordinador del Hospital de Día de Adolescentes del Servicio de Salud Mental del Hospital de Sabadell, donde atiende a jóvenes que ya han realizado intentos de suicidio.
Su experiencia le ha demostrado que en los adolescentes no siempre se trata de un problema de salud mental: "Hay chicos sin ninguna enfermedad mental que se sienten agobiados ante una situación a la que no le encuentran salida y se plantean el suicidio".
Aun así, las cifras de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio muestran que los suicidios consumados en menores de 30 años han disminuido ligeramente. En cambio, el suicidio en mayores de 79 años en 2020 aumentó en un 20% respecto a 2019, tanto en hombres como en mujeres. El psicólogo y experto en suicidio Pedro Martín-Barrajón lamenta que se le preste menos atención al suicidio en personas mayores. "Se ha normalizado, e incluso en algunas ocasiones se ha llegado a justificar".
Sin embargo, ninguno de los perfiles que dibujan ambos psicólogos coincide con el que ha extraído Freire tras haber analizado la actividad de usuarios anónimos en Internet. Así, el perfil de usuario con tendencias suicidas en redes sociales suele ser una mujer menor de 39 años y que trata temas relacionados con problemas de pareja, económicos y abuso de sustancias.
Pero entonces, ¿a qué se debe que el suicidio se haya convertido en la primera causa de muerte no natural en España, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE)? "No se puede señalar un único motivo porque hay que tener en cuenta que el suicidio es un problema multicausal", aclara Martín-Barrajón al comienzo de su entrevista con este periódico. También rechaza que se le atribuya, como "erróneamente se suele hacer", con cuestiones como la enfermedad mental o la crisis económica. Y aunque no existen cifras oficiales más allá de 2020, descarta que la pandemia haya provocado un aumento en las muertes autoinflingidas.
Por su parte, Puntí no lo percibe de la misma forma. Según este estudio publicado en la revista Journal of Affective Disorders, el número de tentativas autolíticas de las jóvenes en Cataluña se ha incrementado en un 195% desde marzo a febrero de 2021. Además de resaltar este repunte en el sexo femenino, el psicólogo clínico catalán también señala al colegio como uno de los principales estresores. En esta ocasión, acude a su propia experiencia como prueba de ello: "En nuestro servicio recibimos a dos casos en los meses de junio, julio y agosto. Y en las dos semanas que llevamos de octubre, ya hemos tenido cuatro".
'Redes, ¿sí o no?'
Los expertos consultados por EL ESPAÑOL no han querido mostrarse tan contundentes como para afirmar si las redes sociales previenen o disparan los suicidios. En opinión de Martín-Barrajón, "no son el villano ni el altavoz del suicidio". Aunque sí que pueden ser un caldo de cultivo para alguien vulnerable en este sentido. "Es más, algunos jóvenes ya confunden su identidad personal con la digital".
"No hay duda de que los adolescentes saben utilizar un móvil. Pero, ¿han recibido educación de cómo hacer un uso adecuado de éste?", se pregunta Puntí. En este sentido, Martín-Barrajón realiza un símil con los coches, que se pueden poner en marcha como herramienta de trabajo o para acabar con la vida de alguien.
Si en algo coinciden ambos psicólogos es en que se deben modificar las vías de prevención suicida. Los jóvenes ya no llaman por teléfono, y en muchas ocasiones el medio limita que pidan ayuda.
Puntí no solo encuentra la posible solución en modificar el canal de comunicación, sino también en dar visibilidad a un tema como la prevención del suicidio a través de los rostros de personajes tan seguidos como son los de los influencers. "Los programas de prevención suicida deberían incluirlos para que los jóvenes se conciencien más".
Aun así, existe una falta de sensibilización con la conducta suicida que no ocurre con otras causas de muerte externa como sucede con los accidentes de tráfico: "Campañas acerca de este tema han reducido la cifra de fallecidos. Sin embargo, en torno al suicidio no ha habido ninguna campaña con este calado", se queja Martín-Barrajón.
Para atender a personas con ideas suicidas, existe el teléfono de la esperanza: 717 003 717. Además, la Línea 024 de atención a la conducta suicida también es confidencial y está disponible las 24 horas del día, los 365 días del año.