Disfrutar del tiempo libre con actividades como la lectura, sesiones de yoga o pasando tiempo con la familia y los amigos contribuye a reducir el riesgo de demencia, uno de los peores síntomas ligados a la enfermedad de Alzheimer, que en España sufren aproximadamente 800.000 personas. Así lo afirma un meta análisis publicado en la revista Neurology de la Academia Americana de Neurología.
El meta análisis consistió en revisar el grado de eficacia para la prevención del deterioro neurocognitivo demostrado por tres grupos de actividades, de tipo intelectual, físico y social. Para ello se seleccionaron 38 estudios previos realizados por investigadores de todo el mundo. Involucraban a un total de dos millones de participantes que no padecían demencia al comienzo del trabajo y fueron objeto de seguimiento durante al menos tres años.
"Los estudios realizados hasta ahora han demostrado que hay varias actividades de tiempo libre que se asocian con numerosos beneficios para la salud, de la reducción del riesgo de cáncer a la de la fibrilación atrial. Y también están vinculadas a una percepción más positiva del bienestar personal por parte del individuo", explica el Dr. Lin Lu, del Sexto Hospital Universitario de Pekín (China) y uno de los autores del estudio.
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"Sin embargo, los resultados sobre el efecto de los hobbies y aficiones entran en conflicto cuando se refieren a la prevención de la demencia", apunta el investigador. "Nuestro análisis ha podido confirmar que algunas actividades como las manualidades, practicar ejercicio físico o participar en voluntariados sí se relacionan con un mejor estado neurocognitivo".
Los participantes proporcionaron información sobre sus actividades de tiempo libre a través de cuestionarios y entrevistas. Este tipo de entretenimientos se dividió en las tras categorías mencionadas anteriormente -de tipo intelectual, físico y social- y se caracterizaban por realizarse por placer y por bienestar. Al término de los estudios, se constató que74.700 personas entre todas las participantes habían desarrollado demencia senil.
Tras ajustar factores como la edad, el sexo y el nivel académico, los investigadores pudieron concluir que, en términos generales, la práctica de las actividades de tiempo libre se podían considerar como un factor protector frente a la degeneración cognitiva. Este efecto beneficioso para la memoria y la capacidad mental se calculó en un 17% menos de casos entre las personas que tenían algún tipo de afición consolidada para su asueto.
Las actividades intelectuales en concreto se relacionaron con la reducción más importante del riesgo neurodegenerativo, un 23%, identificando siete de ellas:
- Lectura o escritura creativa.
- Ver series o películas.
- Escuchar la radio.
- Jugar a juegos.
- Tocar un instrumento musical.
- Usar el ordenador.
- Realizar manualidades.
En cuanto a las actividades físicas, se relacionaron con un descenso del 17% de los casos de demencia. Entre los tipos de ejercicios saludables recomendados se apuntaron los paseos, el running, la natación, el ciclismo, el uso de máquinas de entrenamiento en el gimnasio, el deporte competitivo, el yoga y el baile.
Finalmente, las actividades sociales se definieron como aquellas que implicaban mantener lazos comunicativos con otras personas, y suponían la mengua más discreta de este riesgo, con solo un 7%. Se trataría de la participación en clases para adultos, en clubes sociales, en voluntariado, en congregaciones religiosas, y las visitas a familiares y amigos.
"Este metaanalisis sugiere que mantenerse activo tiene beneficios, y hay numerosas actividades que son fáciles de incorporar a la vida privada y contribuyen a la salud del cerebro", insiste Lu. "Nuestra investigación ha demostrado que las actividades de tiempo libre pueden reducir el riesgo de sufrir demencia". El equipo quiere ahora trabajar con muestras de pacientes mayores todavía y durante un periodo de tiempo más extendido para comprobar la vigencia de este efecto protector a largo plazo.