El cáncer de mama es el segundo tumor más diagnosticado en nuestro país, sólo por detrás del cáncer de colon. Pero al contrario que el de colon, el diagnóstico del cáncer de mama no está repartido por sexos: se espera que en 2022 haya 34.750 nuevos casos de cáncer de mama en España y todos ellos, en mujeres. El cáncer en el tejido mamario de los hombres es considerado como un tumor muy poco frecuente. Se estima que casi el 7% de las muertes por cáncer en todo el mundo se deben al cáncer de mama.
Todos estos datos proceden del informe Las cifras del cáncer en España 2022 que ha sido elaborado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Los autores de este estudio explican que la mortalidad por este cáncer se encuentra en descenso en España y Europa. En todo caso, el número de muertes sigue siendo alto: en 2020 murieron 6.651 personas por este tumor, de las cuáles 6.527 eran mujeres y 79 eran hombres. El hecho de que la mortalidad descienda es un indicador de la mejora en los avances médicos, según la SEOM.
Este cáncer es, sin duda, una de las grandes preocupaciones de los sistemas de salud a nivel mundial. Por suerte, la probabilidad de sobrevivir a él en los cinco años después del diagnóstico es bastante elevada: su supervivencia neta era de un 85,5%. Los científicos han conseguido identificar algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer esta enfermedad. Tal y como recuerda la Clínica Universidad de Navarra (CUN), algunos de las medidas que se pueden adoptar para evitarlo es dejar de fumar, de beber alcohol, reducir el consumo de grasas, realizar ejercicio físico y no desarrollar obesidad.
Más que los bultos
De todas formas, el cáncer de mama puede deberse también a otros factores que escapan del control de las personas. Estos son el avance de la edad, tener antecedentes en la familia, factores hereditarios, haber tenido una menstruación temprana o una menopausia tardía, tener el primer embarazo después de los 30 años o no tener hijos. Por esta razón, una de las recomendaciones más habituales para evitar las peores consecuencias de este cáncer es acudir a revisión cada cierto tiempo y también aprender a examinarse.
Como sucede en cualquier tipo de cáncer, la detección temprana es fundamental para conseguir superar la enfermedad. Uno de los síntomas más conocidos del cáncer de mama y al que más atención se le presta es la aparición de un bulto en el pecho. Por esta razón, en las últimas décadas se ha trabajado para concienciar a las mujeres para que conozcan cómo detectar este signo de la enfermedad a través de una autoexploración del pecho y las axilas. De todas formas, el cáncer de mama puede manifestarse de otras maneras.
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Según los Centros para el control Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), el cáncer de mama también puede manifestarse a través de otros síntomas como los cambios en la forma y el tamaño de los pechos o el aumento del grosor o hinchazón de alguna de sus partes. De todas formas, también conviene revisar la piel del pecho porque también puede aportar pistas sobre un posible caso de cáncer. ¿Qué debemos observar en esta zona?
Otros síntomas posibles
La CUN explica en su página web que en algunos casos de cáncer de mama, la piel de los pechos se vuelve parecida a la piel de una naranja. Por su parte, los CDC advierten de que estemos pendientes ante la irritación y ante los "hundimientos" en la piel. Además, también es posible observar enrojecimientos o descamación —eccemas— en toda la piel del pecho y en la zona concreta del pezón. De hecho, cuando una mujer padece un cáncer de mama también puede observar síntomas en esta última zona.
Concretamente, en algunos casos se puede observar que el pezón se hunde en el pecho y en otros, incluso, que libera una secreción. No se trata de leche, sino que puede llegar a segregar sangre. Por último, los CDC también registran el dolor en cualquier parte del pecho como otro de los posibles síntomas que alertan de un tumor en esta zona. De todas formas, otras enfermedades pueden causar dolores en los pechos sin tener que implicar el hecho de padecer un cáncer. Realizarse mamografías cada cierto tiempo permite descartar otras razones.
Lo mismo sucede con los bultos en los pechos: no siempre significa que padezcamos un cáncer de mama. Tal y como explican los CDC, "la mayoría de los bultos en las mamas son causados por otras afecciones médicas". Según esta entidad, las dos causas más habituales por las que se forman estos bultos son la enfermedad fibroquística y los quistes. La primera puede causar, además de bultos, sensibilidad al tacto y dolor y la segunda produce pequeños sacos llenos de líquido que pueden formarse en las mamas.