El periodista Jesús Mariñas, conocido por ser un colaborador habitual en programas de televisión, ha fallecido este martes a causa de un cáncer de vejiga. Este tumor es uno de los que se diagnostican más frecuentemente en España por detrás del cáncer de colon y recto, el de mama, el de pulmón y el de próstata. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ha estimado que en el año 2022 se detectarán 22.295 tumores en este órgano.
Se trata de un cáncer más habitual en los hombres que en las mujeres: de todos estos tumores, casi 18.000 serán detectados en varones. Junto al cáncer de pulmón, el de vejiga se ha asociado en muchos casos con el tabaquismo. De hecho, la Clínica Universidad de Navarra (CUN) explica en su página web que fumar duplica el riesgo de padecer este tumor. Este tumor puede llegar a ser un tumor de alto riesgo, "pero curable si se trata de manera precoz", recuerda la CUN.
El primer síntoma de este tumor es en el 85% de los casos la presencia de sangre en la orina, una condición que se conoce como hematuria. Se trata de una micción indolora en la que aparecen coágulos. Además, también se puede experimentar síntomas de irritación en este órgano, que lleva al paciente a orinar muchas veces e, incluso, a sentir dolor o escozor en esos momentos. Es importante consultar al médico cuando se presentan estos síntomas porque la detección a tiempo es clave en la curación de este cáncer.
A tiempo
A pesar de tratarse de uno de los cánceres más detectados en España al año, no es de los que más cifras de fallecimientos provoca: en el año 2020, murieron 4.423 personas de ambos sexos por cáncer de vejiga. Según explica la CUN, los tumores superficiales en este órgano tienen un pronóstico bueno: en estos casos, el porcentaje de supervivencia a los 5 años se encuentra entre el 70% y el 80%. Sin embargo, en cánceres profundos la supervivencia a 5 años se encuentra entre el 40% y el 60%.
Además, en el pronóstico de este tipo de cáncer afecta, por supuesto, el estadio en el que se detecta, pero también la presencia de ganglios afectados y el grado de infiltración vascular intratumoral. Dependiendo del momento en el que se ha detectado el cáncer, su tratamiento será uno u otro. En estadios iniciales se suele extirpar la lesión y, tras analizar el tejido, se valora la aplicación de quimioterapia o inmunoterapia.
Los tumores más avanzados pueden requerir la extirpación completa de la vejiga —cistectomía radical— y, en el caso de los hombres, también de la próstata para evitar el riesgo de que se expanda el tumor. En estos casos, la vejiga puede ser sustituida por una nueva hecha con parte del intestino. Además, esta intervención se suele acompañar con la administración de quimioterapia para reducir el tamaño del tumor y evitar metástasis que pueden pasar en principio desapercibidas.
Hábitos de riesgo
El tabaquismo es el principal factor de riesgo de esta enfermedad. La Sociedad Americana del Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés) sostiene que esta es la condición que más se ha relacionado con estos tumores: "El hábito de fumar causa alrededor de la mitad de todos los cánceres de vejiga tanto en hombres como en mujeres", recogen en su página web. En muchos casos, la aparición de este tumor se debe a condiciones desconocidas, pero la ACS apunta a otras posibles causas.
Una de ellas es la exposición a sustancias químicas industriales en el lugar de trabajo, como las aminas aromáticas. En este sentido, la ACS ha enumerado ciertas profesiones en las que el riesgo de padecer un cáncer de vejiga aumenta: fabricantes de goma, cuero, textiles, productos para pinturas, los trabajadores de imprentas, los pintores, los peluqueros —por exposición a los colorantes—, los operarios de máquinas, tipógrafos y conductores de camión —por exposición a los gases de diésel—.
La exposición a compuestos como el arsénico o ciertas medicinas pueden elevar el riesgo de padecer este tipo de tumores. En este sentido, beber agua a diario se relaciona con un mejor estado de la vejiga debido a que se vacía con más frecuencia y se evita que las sustancias peligrosas se depositen durante mucho tiempo. Otros factores incontrolables como la edad, el sexo o los antecedentes familiares pueden aumentar las probabilidades de que aparezca uno de estos cánceres.