La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKSHA) ha designado a un linaje derivado de la variante dominante y altamente transmisible, ómicron, como "variante bajo investigación". Según las autoridades sanitarias británicas, esta subvariante, denominada BA.2, podría tener ventajas sobre la original a la hora de propagarse.
BA.2 carece de las mutaciones específicas que han permitido a ómicron distinguirse de la variante anterior que se convirtió en dominante en Europa, delta. Por tanto, se seguirá considerando un 'sublinaje' y aunque se considera "de interés", Reino Unido aclara que a estas alturas no se considera "de preocupación".
"Los virus mutan por su propia naturaleza, y era de esperar que las variantes siguieran emergiendo", aclara la Dra. Meera Chand, directora de incidentes de la UKHSA, citada por Reuters. "Nuestra continua vigilancia genómica nos permite detectar las variantes y determinar si son significativas.
Reino Unido había secuenciado el viernes pasado 426 casos de la subvariante BA.2. La UKSHA subraya que, aunque existe todavía un gran margen de incertidumbre sobre qué implican sus cambios en el genoma viral, los primeros análisis sugieren que su tasa de crecimiento es superior al del linaje original de ómicron, denominado BA.1.
Tom Peacock, virólogo del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Imperial College, ha explicado en un hilo de Twitter lo que sabemos hasta ahora sobre BA.2. No ha surgido ahora, aclaran: de hecho, ya se había descrito en diciembre como la versión "sigilosa" de ómicron, ya que no tiene las mutaciones en la proteína Spike o espícula que permiten reconocerla.
Sin embargo, la subvariante es lo bastante similar a la original como para que la infección con BA.1 otorgase inmunidad, con lo que las personas que ya han pasado la Covid-19 en esta ola no se reinfectarían. Además, según Peacock, las estrategias vacunales efectivas contra ómicron -hablaríamos en este caso de la dosis de refuerzo- seguirían siendo eficaces contra su variante.
Lo que sí es probable es que BA.2 desplace a BA.1 como variante dominante, aclara el virólogo, pero eso no tendría consecuencias significativas sobre la evolución de la pandemia en estos momentos. "Me sorprendería mucho que BA.2 causara una segunda ola [de ómicron] a estas alturas], concluye.
Rápido crecimiento en Dinamarca
La UKHSA informa de que se han detectado muestras de BA.2 en 40 países, especialmente en Dinamarca, India, Reino Unido, Suiza y Singapur. El caso danés es significativo por el rápido crecimiento de los casos, determinado por la alta capacidad de secuenciación del país. La última semana de diciembre, suponía el 25% de las infecciones; a mediados de enero, eran el 45%.
Según explica Anders Fomsgaard, investigador del Statens Serum Institut (SSI), todavía no hay una explicación concreta para el fenómeno, aunque él se describía como "intrigado" en lugar de "preocupado". Eso, pese a admitir que BA.2 podría tener una resistencia mayor a la inmunidad generada por la población y que no está completamente descartado que quienes enfermaron con BA.1 no se reinfecten.
El principal motivo para descartar una alarma, según el SSI, es que el auge de BA.2 no ha provocado un cambio de tendencia en las hospitalizaciones de la ola ómicron en comparación con la original. Dinamarca, el primer país europeo en eliminar todas las restricciones el pasado otoño, está alcanzando los mayores picos de contagios de la pandemia después de reducir la incidencia a finales de año pasado.
Sin embargo, según los epidemiólogos, esto se debería considerar como parte de la misma 'ola ómicron', en la que el descenso sí podría ser más lento de lo esperado, pero no estaríamos hablando de una nueva ola inmediatamente después de la anterior.