La reducción de la incidencia en los últimos días después de alcanzar su pico el pasado lunes y un número de contagios que, aunque siguen situándose por encima de los 100.000 diarios, no parece que vaya a aumentar, hace pensar que la sexta ola ha llegado a su punto álgido y que a partir de ahora comenzará su descenso.
Pero la diferencia temporal entre contagios y hospitalizaciones invita a no bajar la guardia: los ingresos siguen subiendo, probablemente lo sigan haciendo hasta finales de mes, y las muertes diarias ya superan el centenar. Sin embargo, contra todo pronóstico, la ocupación en UCI parece estancada desde hace 10 días: solo en dos jornadas se han notificado aumentos.
El pasado lunes 10 de enero, el informe diario del Ministerio de Sanidad registraba 7,4 millones de contagios a lo largo de la pandemia, 16.496 pacientes hospitalizados en aquel momento y 2.200 camas de UCI ocupadas con pacientes Covid. Todas estas cifras experimentaron incrementos notables producto de los clásicos retrasos en la notificación que se producen en festivos (el día de Reyes cayó en jueves) y fines de semana.
Diez días después, los contagios han crecido en más de un millón; las hospitalizaciones, en más de 2.000 camas, pero las UCI solo tienen 4 pacientes más. Desde el 10 de enero solo se han notificado incrementos el miércoles 12 (28 casos) y el lunes 17 (27 casos). El resto de días la cifra se ha mantenido o reducido, especialmente en la presente semana: en 8, 13 y 26 camas estos tres últimos días. Comparativamente, las semanas anteriores oscilaban con crecimientos de entre 20 y 40 casos diarios más. A lo largo de diciembre las cifras se han mantenido estables.
El jefe de Medicina Intensiva del Hospital Vall d'Hebron, Ricard Ferrer, considera que la sexta ola también está doblando la curva en las UCI, al menos en Cataluña, donde tiene datos más pormenorizados. "Hemos pasado el pico, no creo que sigamos subiendo. Si con 40.000 diagnósticos diarios solo nos ingresan unos 30-35 al día [en Cuidados Intensivos], no veo que se pueda superar esa cifra de forma que nos lleve a más pacientes en UCI".
Reconoce que los modelos predictivos que manejaban hasta ahora "se han equivocado, marcaban que seguiríamos creciendo pero la variante ómicron ha cambiado la relación entre diagnósticos e ingresos en UCI de manera dramática".
Ferrer indica que la capacidad de ómicron para provocar enfermedades graves es baja: en cuidados intensivos ya se están viendo pacientes infectados con esta cepa [aunque no todos los casos que entran han sido secuenciados], pero todos ellos tienen enfermedades concomitantes importantes. "Solo hay uno sin comorbilidades", afirma.
Las unidades de críticos siguen viendo ingresos todos los días, pero la entrada se compensa con los pacientes que salen, ya sea porque ha mejorado su estado o porque han fallecido. "La entrada está muy estable y la salida también".
El intensivista llama la atención sobre el desacople entre el número de contagios y los ingresos de UCI, incluso cuando hay muchas personas que no han sido diagnosticadas por el cuello de botella de la atención primaria.
Hospitalizaciones con y por Covid
Sin embargo, las hospitalizaciones no dejan de crecer y, aunque lo hacen a menor ritmo una vez pasadas las navidades, también parecen acusar un desacople respecto a las UCI, algo que, en opinión de Antonio Ramos, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Puerta de Hierro y portavoz de la Sociedad Española de Medicina Interna, se explica porque cerca de la mitad de los pacientes que ingresan son 'con Covid' pero no 'por Covid'. Es decir, se les detecta la infección en la PCR que les realizan al ingreso pero "no tienen patología susceptible de empeorar e ingresar en UVI".
"Por primera vez, estamos viendo una distorsión o diferenciación entre un crecimiento muy importante en las plantas y otro más moderado en las UCI", indica, explicando la necesidad de contar de manera separada a los dos tipos de enfermos, como está haciendo la Comunidad de Madrid.
Ramos afirma que estos pacientes serán cada vez más frecuentes, por lo que la sensación de distorsión será cada vez mayor. "La sociedad tiene la impresión de estar peor de lo que estamos. Debemos ir caminando lentamente a considerar esta infección en vacunados como una gripe", sostiene.
El hincapié se hace en la palabra "vacunados": son los no vacunados los que más probabilidad tienen de evolucionar gravemente y acabar ingresados en UCI. La tasa semanal de ingreso en UCI en los no vacunados multiplica por 30 la de los vacunados en la franja de edad de entre 60 y 79 años, la que más ingresos en Cuidados Intensivos ha tenido en esta sexta ola.
Entre los vacunados, el grupo de mayor probabilidad de acabar en UCI es el de los inmunosuprimidos, debido a que la acción de las vacunas es más débil. "En mi hospital estamos teniendo unos 8 o 9 pacientes, de lo que cinco son no vacunados. El resto son inmunodeprimidos o han respondido peor a la vacuna". En España está vacunado el 90,6% de la población mayor de 12 años.
A pesar de haber pasado el pico de la sexta ola, solo dos comunidades se encuentran en riesgo medio o bajo en cuanto a su ocupación de camas UCI. La media española se sitúa en el 23,30%. Cataluña es la única que supera el 30% de camas con pacientes Covid (42,27%). En el lado contrario se sitúa Galicia, la única comunidad con las UCI por debajo del 10%.
Es más, en los últimos diez días las unidades de críticos de varias comunidades autónomas han seguido aumentando su ocupación: Andalucía ha pasado de 231 a 240 pacientes; Baleares, de 89 a 98; Canarias, de 98 a 110; Madrid, de 321 a 341.
Por el contrario, País Vasco ha visto reducirse de 156 a 126 pacientes; Castilla-La Mancha vivió un incremento hasta las 78 camas pero se han reducido a 60; en Murcia han pasado de 91 pacientes Covid en UCI a 74.
Según los informes epidemiológicos del Instituto de Salud Carlos III, la sexta ola duplica el número de casos de la quinta pero todavía está lejos en el total de personas ingresadas en el hospital (45.382 frente a 35.558) y en Cuidados Intensivos (4.335 frente a 3.192).
De todas formas, no hay que olvidar que apenas estamos pasando el pico de esta onda epidémica y que las hospitalizaciones seguirán creciendo durante las próximas semanas.