Una de las tradiciones navideñas con más solera en España es la de aguantar el discurso de tu cuñado resolviendo los problemas más graves del país. Llevamos dos Navidades en pandemia y aparte del cuñado comunista —como el de Rocío Monasterio— o el facha —como el de Echenique— ahora ha surgido uno más transversal: el escéptico de las vacunas o, directamente, negacionista.
Si, por desgracia, Ómicron te ha dejado sin tu cita anual con el cuñado, no te preocupes: Paz Padilla se ha encargado de que el mensaje llegue a todas partes. Este pasado miércoles, la cómica y presentadora protagonizó un vídeo en directo en Instagram junto a María del Monte y Anne Igartiburu. Padilla anunció que había dado positivo en Covid y, aunque el asunto del vídeo eran las Campanadas, se hizo viral por su discurso pseudocientífico.
Pasando por encima de los múltiples estudios científicos que avalan la efectividad de las vacunas y de instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), Padilla ha dicho a sus espectadores que "no sirven para nada". Pero, además, en un intento por darle empaque a sus palabras ha tirado de unos tecnicismos que ni siquiera se ha esforzado en memorizar correctamente. De esta manera, llama "proteína Spider" a la proteína Spike, el "bicho de Luján" a la cepa de Wuhan o variante "Oritrón" a la Ómicron.
La ventana y la puerta
El problema de las vacunas, según Paz Padilla, estaría en que "te meten la Spider, pero es la del bicho de Luján y el bicho ha mutado, ahora tenemos la Oritrón. Y ahora el bicho es como que ya no entra por la ventana, entra por la puerta". ¿Qué quiere contarnos la cómica con esta parábola de la pandemia? Parece hacer referencia a que las vacunas que hemos inoculado no tienen el mismo porcentaje de inmunización frente a Ómicron que frente a variantes pasadas.
Sin duda, se trata de un problema real, pero ni puede contarse de una manera tan simple, ni se puede concluir tajantemente diciendo que "las vacunas no sirven para nada". Es cierto que las vacunas que hemos utilizado inciden sobre la proteína Spike, también llamada espícula, y que en la variante Ómicron se han encontrado hasta 32 mutaciones en estos segmentos. Por eso, esta variante puede escapar en un mayor porcentaje a la inmunidad de la vacuna.
Ahora bien, los científicos han explicado que "los síntomas [de la variante Ómicron] parecen ser más leves en las personas que sí han recibido la pauta completa o que han superado la enfermedad que en aquellas que no se han vacunado, que pueden presentar cuadros más graves", tal y como recoge este artículo de EL ESPAÑOL.
Concretamente, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos recoge en este informe que los síntomas más comunes en personas vacunadas son garganta irritada acompañada de tos seca, fatiga, congestión o secreción nasal.
Más leve
Si bien es cierto que estos síntomas dependen de las comorbilidades que presenta cada paciente y factores como la edad y la genética, está claro que Ómicron es una variante más leve que las anteriores. Esto se puede observar en la menor tasa de hospitalización que tiene esta enfermedad: un estudio realizado en Sudáfrica, de hecho, cifra en un 70% la reducción del riesgo de necesitar atención hospitalaria en el caso de un contagio por la variante Ómicron.
"De acuerdo a la última actualización sobre el coronavirus del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, la tasa semanal de hospitalización, UCI y fallecidos es en todos los casos mayor en la población no vacunada. Sobre todo, es especialmente notoria en las personas entre 60 y 79 años", recoge el mismo artículo. La mayor presión de la enfermedad sobre los no vacunados es una tendencia que se ha observado en las últimas olas y que sugiere que la inoculación de estas ha salvado millones de vidas en el mundo.
Los expertos han explicado en múltiples ocasiones que el 100% de inmunización ante la Covid por las vacunas es irreal, pero han contribuido a que ahora pasemos Ómicron con mayor levedad. "Por mucho que te pongas la vacuna, dos, tres, el virus ya entra por otro lado, con lo cual te infecta", asevera Padilla. Pues no.
Si bien es cierto que la doble vacuna de Pfizer reduce su eficacia en un 33% a la infección, "la tercera dosis reactivaría la producción de anticuerpos y restablecería la efectividad, especialmente si es reciente. Moderna ha publicado datos en la misma línea, afirmando que la dosis de refuerzo aumenta los niveles de anticuerpos neutralizantes contra Ómicron aproximadamente 37 veces en comparación con los niveles previos", tal y como explica este otro artículo de EL ESPAÑOL.
De todas formas, una vez se haya recuperado, Paz Padilla contará con anticuerpos contra la enfermedad y, de esta manera, el posible escenario del fin de la pandemia estará más cerca.