Estas son las personas que tienen una inmunidad más duradera contra la Covid-19
Los estudios reflejan una potente respuesta frente a todas las variantes entre 6 y 12 meses después de la infección.
18 noviembre, 2021 05:53Noticias relacionadas
A día de hoy, el tema que más debate genera en la pandemia –con permiso de las mascarillas– es el de la inmunidad contra la Covid: cuánto dura, si sirve para todas las variantes, si es de anticuerpos o de células T, si difiere según la vacuna… Las respuestas a estas preguntas, si bien van consolidándose, tienen un rango de posibilidades más amplio de lo que nos gustaría y hay una entre todas para la que nadie se atreve a aventurar nada todavía: ¿cuánto dura la protección en aquellas personas que pasaron la enfermedad y se han vacunado?
Si algo parecía claro es que pasar la Covid (y sobrevivir a ello) te confería una protección duradera. "Los datos que tenemos a día de hoy es que dura hasta el año, luego va cayendo en un porcentaje pero se mantiene en parte de la población", explica Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología.
Esta visión parecen corroborarla, en España, los datos del Instituto de Salud Carlos III, que estima un total de 13.089 reinfecciones a lo largo de la pandemia (para más de 5 millones de infecciones), de las que solo 1.100 han sido confirmadas.
Aunque aquí hay truco: solo se confirman aquellas en las que se han secuenciado los dos virus y pertenecen a variantes distintas, o si la variante de la segunda infección no estaba circulando en el país en el momento de la primera. Teniendo en cuenta que durante meses se hicieron pocos tests y menos aún se secuenciaron, no es sorprendente este bajo número de reinfecciones confirmadas.
En los primeros meses tras la irrupción de las vacunas se optó por dejar aparte a los que ya habían pasado la enfermedad, confiando en esa protección duradera. Poco después, se ofrecería una dosis pasados los seis meses de la infección a menores de 65 años, y dos dosis a los mayores. En agosto se decidió adelantar esa inyección a pasadas entre 4 y 8 semanas de la recuperación.
50% de riesgo de reinfección en año y medio
Curiosamente, ha sido en los últimos meses cuando esa idea de la protección duradera ha sido puesta en duda. Un artículo publicados a principios de octubre en The Lancet Microbe advertía de que las personas contagiadas podían volver a infectarse pasados uno o dos años.
Llegaron a esa conclusión comparando el genoma del SARS-CoV-2 con el de otros coronavirus comunes, y estimaron que la inmunidad natural duraría menos de la mitad en este que en sus parientes lejanos. Es más, el riesgo de reinfección crecía desde el 5% tras cuatro meses desde la infección hasta un 50% a los 17 meses, por lo que recomendaban encarecidamente la vacunación de convalecientes.
En noviembre, un estudio de los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) concluía que, entre aquellas personas hospitalizadas con síntomas similares a la Covid que habían recibido la vacuna o habían pasado la enfermedad en los 3-6 meses anteriores, la probabilidad de reinfectarse era 5,49 veces mayor entre los no vacunados que entre los vacunados que no habían pasado previamente la Covid.
López Hoyos confía, con todo, en esa inmunidad natural duradera y sugiere que los casos de reinfecciones, si bien "no han sido bien caracterizados desde el punto de vista inmunológico", se están dando principalmente entre el perfil de individuo que está recibiendo la tercera dosis de la vacuna: personas mayores en las que el sistema inmune ya no es tan potente e inmunosuprimidos.
Inmunidad híbrida
En el debate actual sobre la duración de la protección conferida por las vacunas, aquellos que la han recibido después de haber pasado la enfermedad parecen 'superhombres' frente al coronavirus. Una palabra los define: inmunidad híbrida.
"Al vacunarse, se veía que la inmunidad que generaban no era solo la misma que se producía con la infección natural, sino que era más potente", comenta el inmunólogo. La vacuna supone un 'boost', un estímulo para el aumento tanto de la inmunidad humoral (la generación de anticuerpos) como celular (la de células T de memoria de dos tipos: CD4 y CD8).
"Al fin y al cabo, estás teniendo un primer estímulo frente a muchos más epítopos, frente a todos los componentes del virus, y con la vacuna refuerzas la inmunidad frente a la proteína S", resume López Hoyos.
Las vacunas se dirigen principalmente a la proteína S del virus, que es la que facilita la unión con la célula que pretende infectar. Se enfoncan en un punto concreto de esa proteína, llamado sitio de unión con el receptor, que los anticuerpos bloquean o neutralizan. A través de las vacunas se genera una falsa proteína S que estimula la producción de anticuerpos frente a la verdadera.
La infección natural genera una respuesta inmune más amplia, que incluye todos los puntos del virus, estén en la proteína S o no, para los que se puede generar un anticuerpo: esos son los llamados epítopos. También se estima que la respuesta de las células inmunes, CD4 y CD8, es mayor. Con la vacuna se reforzaría la protección frente al punto caliente del virus, la proteína S.
Además, la infección genera una respuesta inmune en las mucosas, lo que confiere al individuo un carácter protector frente a la transmisión del virus. Las vacunas actuales promueven la creación de anticuerpos en la sangre, que tienen la capacidad de frenar la evolución de la enfermedad pero no de evitar la transmisión.
¿Cuánto dura la inmunidad en infectados?
La cuestión es que las administraciones han dejado para el final a los individuos que han pasado la Covid previamente, por lo que la mayoría de estos llevan relativamente poco tiempo vacunados y es difícil conocer, por tanto, cuál será el punto de inflexión en que esta protección híbrida comience a disminuir, aunque "se supone que va a durar algo más, al fin y al cabo", indica López Hoyos.
Lo que indican los estudios es una fuerte respuesta entre los 6 y 12 meses después de la infección. En un artículo publicado en Nature, investigadores de la Universidad Rockefeller, en Nueva York, enfrentaron los sueros de 63 individuos que superaron la Covid (el 41% de ellos se vacunó después) a las variantes Alfa, Beta, Gamma y Delta, y observaron una repuesta neutralizante similar o mayor que frente al virus original. Esta actividad llegó a ser hasta 50 veces mayor.
En otro estudio se enfrentó el plasma de varios individuos a un virus modificado que contenía 20 mutaciones de riesgo en su espícula. Mientras que el de aquellos que solo pasaron la infección o solo se habían vacunado rindieron poco, el de las personas que habían enfermado y luego vacunado se mostró altamente neutralizante, sugiriendo un enorme potencial en esta inmunidad híbrida.
Lo mejor es que el pico de respuesta se logra con una única dosis. "Lo que indican los datos, y nosotros hemos hecho un trabajo multicéntrico –publicado en la revista Cell– liderado por Jordi Ochando, del Instituto de Salud Carlos III, es que una dosis es suficiente para inducir esa inmunidad, la segunda dosis no aporta mayor potencia inmunológica", explica López Hoyos.
Por esa misma razón, el inmunólogo no cree que haga falta una dosis de refuerzo para estas personas en el corto-medio plazo. "Lo iremos viendo, yo diría que no, pero es demasiado pronto para saber algo. Todavía no sabemos cuánto va a durar esa protección y de qué tipo será, así que es pronto para plantear el recuerdo".