La enfermedad silenciada que sufren 10 millones de personas en España

La incontinencia urinaria se ha convertido en un verdadero problema para muchas personas. Tanto es así, que supone la tercera afección que más impacta en la calidad de vida del paciente, por delante de patologías como la diabetes, la artritis reumatoide o la enfermedad cardiaca.

En España en concreto la padecen más de seis millones de personas, y hasta cuatro millones sufren de incontinencia fecal.

Esta enfermedad conlleva además un gran impacto económico para el Sistema Sanitario: los absorbentes suponen más de 298 millones de euros anuales, siendo el producto sanitario de mayor consumo en España.

A pesar de estos datos, estamos ante una enfermedad silenciada y solo un 50% de los afectados por incontinencia urinaria consultan con su especialista debido al tabú y estigma que rodea esta dolencia. En el caso de la incontinencia anal, la cifra disminuye a solo un 30%.

En el marco de la Semana Mundial de la Continencia, expertos y pacientes se han unido en la campaña ‘Deja de Escapar 2021’. Una iniciativa de la Asociación Incontinencia (ASIA) que cuenta con el apoyo de Medtronic, y cuyo objetivo es concienciar a la población sobre esta patología, eliminar los estigmas, y apoyar a las personas que la padecen para que consulten con su especialista y poder avanzar en su tratamiento.

Que la incontinencia no limite tu vida

Entre las causas de la incontinencia pueden influir desde lesiones musculares durante el parto, hasta secuelas quirúrgicas o enfermedades neurológicas. En este sentido, los expertos apuntan que la medicina personalizada es primordial para estos pacientes.

El jefe de la Sección de Coloproctología el Hospital Universitario La Fe de Valencia, el doctor Rafael Alós, comenta al respecto que siempre comienzan "por tratamientos poco agresivos, regulando el hábito defecatorio o regulando el hábito alimenticio". Si bien, añade que "existen técnicas como la neuromodulación que son altamente eficaces y el impacto en la calidad de vida de la persona incontinente es muy positivo”.

En este sentido, Gloria Fos, una paciente de incontinencia doble y miembro de ASIA Valencia cuenta que su incontinencia comenzó después del parto de su hija mayor. Entre las dificultades que encontraba en su día a día, detalla que se vio "incapaz para asumir cualquier tipo de trabajo, sobre todo aquellos que puedan requerir estar cara al público o situaciones de estrés". Aún así, insiste en transmitir un mensaje de esperanza porque hay tratamientos y soluciones.

La paciente destaca también uno de los puntos clave, el acompañamiento. En este punto, se refiere al servicio de enfermería como una pieza fundamental antes, durante y después del tratamiento de la incontinencia. Elvira Sales, enfermera supervisora de la Unidad de litotricia, endourología y endoscopias urológicas en el Hospital la Fe, señala que desde enfermería llaman de manera periódica al paciente, trabajando juntamente con el médico, "para poder darle a las personas las soluciones adecuadas una vez se inicie el tratamiento. Actuamos como el punto de encuentro entre paciente y especialista”.

Otra de las enferemeras consultadas, Eva García Peña, especializada en manejo de la incontinencia fecal en el mismo centro, añade otro punto importante, como es la concienciación de la población.