Los pulmones son para toda la vida. Y al igual que cuidamos nuestra alimentación y nuestro cuerpo podemos también cuidar y proteger nuestra salud pulmonar. Sobre todo ahora, que somos más conscientes de ello por la aparición de la pandemia del coronavirus. Porque pensemos un momento, ¿en qué estado de salud se encuentran nuestros pulmones? Basta con realizarnos una espirometría para saberlo.
Existen hábitos de vida saludable que están en nuestra mano, que pueden ayudarnos a mejorar nuestra capacidad pulmonar. No olvidemos que las enfermedades respiratorias son la tercera causa de muerte en España con 53.687 muertes en 2018, y que el cáncer de pulmón es el más mortal de todos los tumores.
El tabaco y la contaminación influyen de manera claramente negativa. Con respecto al primero y según informaciones recientes de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), "el impacto negativo del consumo de tabaco en la salud pulmonar y su asociación causal con una gran cantidad de enfermedades respiratorias está ampliamente contrastado por la evidencia científica. Además, fumar también es perjudicial para el sistema inmune y su capacidad de respuesta a las infecciones, lo que hace que los fumadores sean más vulnerables a enfermedades infecciosas". Tal y como estamos viendo en la actualidad, con la infección por SARS-CoV-2.
"Ahora en verano, en general, bajan las infecciones respiratorias porque pasamos más tiempo al aire libre y hay menos hacinamiento bajo techo", explica a EL ESPAÑOL Jesús Fernández Francés, Jefe de Servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Sur y del Hospital de Día Quirónsalud Alcalá de Henares. Pero eso no significa que no debamos protegernos. Este verano, además, tenemos que ser muy conscientes de cumplir con las recomendaciones relacionadas con la COVID-19: mascarilla, distancia social y lavado de manos.
Pero aunque en esta época del año, las enfermedades respiratorias disminuyan su incidencia, no significa que no haya infecciones o que no haya que protegerse. "La protección debe empezar el año previo con las vacunas, principalmente la vacuna antigripal", afirma. Por otro lado, recuerda que "el calor y el ambiente seco no son buenos para la salud en general ni para la salud respiratoria en particular".
Por lo que es fundamental tener en cuenta estos cuatro consejos: tener una buena hidratación; evitar exposiciones al sol prolongadas y evitar las horas de mayor calor para salir; realizar ejercicio físico. Y por último, la alimentación "La importancia de mantenerse en el peso ideal es crucial en el enfermo respiratorio. Es un buen momento para plantearse perder peso o para ganar músculo si lo que necesitamos es aumentar de peso, con ejercicio específico", señala el experto.
Dejar de fumar
Una de las claves para cuidar nuestra salud pulmonar es no fumar. "Es fundamental abandonar el tabaco o el de otros hábitos inhalatorios poco saludables, aplicado también al vapeo o al tabaco sin combustión", afirma Fernández. Además, el verano -explica- es un momento especialmente propicio para dejarlo. "Hay tiempo libre, y por tanto podemos dedicar tiempo a otras aficiones que nos distraigan del recuerdo del tabaco y, especialmente, hay tiempo para hacer deporte. Además, cuando estamos intentando dejar de fumar dormimos peor, por eso la práctica deportiva moderada ayuda mucho a conciliar el sueño y reducir el síndrome de abstinencia".
En la actualidad, y según informa la SEPAR, "el sistema nacional de salud está financiando los tratamientos que han demostrado ser seguros y eficaces. Sólo el 5% de los fumadores consiguen dejar de fumar mediante la fuerza de voluntad, mientras que las posibilidades de lograrlo aumentan por 10 cuando se les ayuda con un tratamiento farmacológico y la pauta de consultas de seguimiento y consejos".
Por otro lado es fundamental respirar aire puro, pues "la contaminación ambiental contribuye al envejecimiento de los pulmones y a incrementar las enfermedades respiratorias", afirma esta sociedad. Por ello, y como apuntamos en este artículo, cada vez más expertos de la salud se unen para exigir reducir la contaminación de las ciudades.
Practicar ejercicio
El ejercicio físico es un hábito de vida fundamental para la salud y en particular también para la salud pulmonar. "Hay ejercicios específicos para problemas respiratorios concretos, pero muchos expertos consideran que el mejor ejercicio que hay para el enfermo respiratorio es andar", afirma Fernández.
Si por algún motivo no elegimos esta opción -continúa- otra buena alternativa es la bicicleta, puede ser bicicleta estática. Por último, "una excelente elección en verano- es la natación, indicada especialmente para aquellos pacientes que por problemas ortopédicos no pueden optar por los ejercicios anteriores", concluye.
Los hábitos claves para cuidar nuestra salud pulmonar serían, por tanto, dejar de fumar; mejorar la calidad del aire que respiramos; la vacunación (algunas infecciones pulmonares se pueden prevenir a través de ella), practicar ejercicio físico de forma regular y mantener un peso adecuado.