Pablo es un joven de 22 años que lleva notando que se le cae el pelo desde los 13. Con el paso del tiempo, ha visto como su cabello perdía densidad y unas grandes entradas iban ganando posiciones en su frente. Después de algún que otro tratamiento médico contra la alopecia, ha decidido aventurarse con un nuevo método: varios pinchazos en el cuero cabelludo de dutasterida, cuatro veces al año y con un coste alrededor de los 800 euros.
Se trata de un tratamiento emergente en España contra la alopecia androgénica -la calvicie más común-, que afecta a hombres y mujeres. Consiste en insertar varias microinyecciones de dutasterida en la raíz folicular, ha explicado Sergio Vañó, dermatólogo, tricólogo, cirujano capilar y director de la Unidad de Tricología del Hospital Universitario Ramón y Cajal a EL ESPAÑOL.
Antes de aplicar los pinchazos, se inyecta anestesia local en la zona en que se va a suministrar el tratamiento, para que no duelan los alrededor de 50 y 60 pinchazos que recibe el paciente en la zona más despoblada. Una sesión de este tipo dura aproximadamente 15 minutos y no requiere ningún cuidado previo ni posterior, por lo que es mucho más cómodo que los tratamientos de pastillas.
"Es mínimamente invasivo y en 15 minutos en la propia consulta se realiza. Uno puede hacerlo y luego irse a trabajar o donde quiera”, ha relatado Vañó. Asimismo, ha explicado que se realizan entre dos y cuatro sesiones al año; y los resultados comienzan a verse como pronto a los seis meses y como tarde al año.
El perfil de los pacientes que acuden a la consulta de este tricólogo, que ya ha suministrado el tratamiento a unas 500 personas, son la mitad hombres y la otra mujeres de mediana edad. Estos pacientes tienen alopecias relativamente iniciales, ya que si el pelo se ha perdido por completo este tipo de tratamiento no sirve.
Precio medio de no perder el pelo
El precio medio de cada sesión varía desde los 200 a los 350 euros, según Vañó, aunque este montante suele ajustarse en muchos clínicas si se producen varias sesiones al año. Así, ha ejemplificado que en el caso de darse cuatro sesiones varias clínicas eligen el precio más bajo de este arco y sitúan el precio del tratamiento en unos 800 euros al año.
En comparación con otras técnicas, esta es más económica y más cómoda, según el cirujano capilar. Por ejemplo, la técnica del plasma rico en plaquetas (conlleva sacar sangre al paciente centrifugarla y añadirle componentes para mejorar la salud capilar) tiene el inconveniente de que se realiza con mayor frecuencia y cada sesión tiene un coste medio de 350 euros, por lo que el precio al año se sitúa en unos 2.000 euros.
Dutasterida, otros fármacos y sus efectos secundarios
Explica el médico que se puede inyectar "casi cualquier producto contra la alopecia", pero en particular la dutasterida tiene una vida media mayor que otros fármacos. Este medicamento se mantiene haciendo efecto en los tejidos alrededor de un mes, por lo que no son necesarias tantas aplicaciones.
Además de tener la misma seguridad que otro medicamentos, es más potente que otros como el finasteride que solo dura en el organismo unas horas.
El gran beneficio, aparte de la comodidad de no tener que tomar pastillas todos los días, es que minimiza los posibles efectos secundarios. Así, un 3% de los pacientes que tomaron pastillas de dutasterida sufrieron algunos cambios hormonales que provocaron disminución de la libido. Al ser inyectado estos efectos desaparecen, según el médico.
"Los efectos adversos de las inyecciones son leves y a nivel local", ha expresado. "Como mucho se podría producir dolor en la zona de aplicación e hinchazón, pero no tiene efectos sistémicos, por lo cual se evitarían los efectos relacionados con el ámbito sexual", ha señalado
Lo curioso es que los citados medicamentos acabaron por serendipia siendo empleados como tratamiento contra la caída del cabello. Originalmente, se utilizaban como medicación para la hiperplasia benigna de próstata,un crecimiento benigno de este órgano de los hombres asociado al envejecimiento.
Después de años empleándolo en pacientes, los médicos descubrieron que uno de los efectos secundarios era el aumento de la densidad capilar. Por ello, comenzó a ser utilizado para tratar la calvicie, dando lugar al que fue el primer medicamento estrella contra la calvicie, ahora superado por nuevas moléculas y vías de aplicación.
"Picazón, escozor y presión en la cabeza"
Para Pablo, que se aplicó esta nueva técnica hace un mes, "el momento del tratamiento no es desagradable". Aunque reconoce que en algún momento ha sentido "picazón y escozor" durante los pinchazos de estas agujas que "son bastante finas y apenas molestan".
"Después de las inyecciones si que notaba presión esa zona de la cabeza. Se nota que te meten líquido dentro del cuero cabelludo, incluso un poco abultada esa zona al principio", ha explicado el joven. Del mismo modo, ha relatado que cuando se tocaba la zona es "como si tuviera la cabeza quemada por el sol”, una sensación añadida a un picor que le duró una semana.
Por el momento, ha notado "en la parte de delante, donde más insistió con los pinchazos la médico, más densidad y también que en las entradas están saliendo pelillos rubios más finos”.
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