El colesterol afecta al 39% de los adultos en todo el mundo, y en España el 22,8% de las personas sufre hipercolesterolemia según datos de la Fundación Española del Corazón (FEC). Esta sustancia grasa es esencial para el cuerpo y necesaria en la producción de hormonas, pero la verdadera problemática surge cuando los niveles de colesterol en sangre se elevan más de lo normal.
Esto es especialmente grave en el caso del colesterol 'malo', el de tipo LDL. Este tiende a acumularse en las paredes de las arterias creando placas que pueden llegar a limitar el flujo sanguíneo y como consecuencia, aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares o accidentes cerebrovasculares.
Se trata de un problema grave de salud que es importante prevenir y tratar a tiempo. Para ello existen los análisis de sangre específicos para medir los diferentes tipos de grasas existentes incluyendo el LDL y el HDL (colesterol 'bueno'), así como los triglicéridos.
Sin embargo, nuestro cuerpo también puede reflejar algunas señales particulares en zonas como las manos o el cuerpo. Signos como el hinchazón, manchas amarillas o sensación de hormigueo pueden ser motivo de alarma.
Signos que han detallado diferentes organizaciones de expertos y que pueden ser de gran ayuda a la hora de prevenir el colesterol alto y los problemas de salud asociados. Ante cualquier sospecha, es fundamental ponerse en manos de un médico experto que pueda ayudarnos a tratar esta problemática de salud.
¿Cómo saber si tienes colesterol alto?
Más allá del paso imprescindible de ponerse en manos de un médico profesional y realizar un análisis de sangre específico para ello. Puede que también tengamos alguna de las señales en el cuerpo, en las manos o incluso en los ojos de las que vamos a hablarte a continuación.
Y es que, más allá de la fatiga, mala circulación o mareos que pueden ir asociados al colesterol alto en los casos más graves, existen otros que pueden llegar a pasar más desapercibidos. Se trata de pequeños síntomas que podrían estar indicando también unos niveles demasiado elevados de colesterol en el cuerpo. Toma nota.
Uno de ellos lo señala la Sociedad Americana de Oftalmología y tiene que ver con crecimientos amarillos cerca o en los mismos párpados. Estos pueden manifestarse con forma plana o ligeramente inflamados y su origen tiene que ver con depósitos de colesterol que se forman debajo de la piel. Estos reciben el nombre de xantelasmas.
Este es un síntoma que normalmente suele manifestarse en la zona de los párpados pero que también puede llegar a verse en las manos. En este segundo caso, estaríamos hablando de xantomas tendinosos y serían acumulaciones de grasa localizadas en los tendones que incluso en los peores casos pueden llegar a presentar inflamación.
En la zona de los ojos también nos encontramos con el conocido como 'arco senil'. Este, según la Clínica Mayo, "es un arco gris o blanco que aparece en el ojo por encima y por debajo de la parte externa de la córnea (cubierta transparente externa de la córnea)". Un arco que puede llegar a convertirse en un anillo completo alrededor del iris. La causa de su aparición, tiene que ver con los depósitos de grasa profundos en el borde de la córnea y aunque no afecta a la visión, requiere tratamiento.
Estos signos también afectan a manos y pies donde podemos llegar a percibir una sensación de hormigueo cuando existen fallos en la circulación y se taponan parcialmente los vasos sanguíneos. Síntomas a los que pueden unirse cambios en el tono de la piel, entumecimiento, debilidad en piernas o incluso úlceras que no acaban de cicatrizar.
Cómo reducir el colesterol
El colesterol alto no deja de tratarse de una problemática cada vez más habitual y en la que para reducirlo son vitales los cambios en el estilo de vida, así como los consejos y el tratamiento por parte de un médico especializado.
Estos son algunos de los métodos y cambios más comunes y recomendados que pueden ayudarte a mantener los niveles de colesterol controlados.
Adoptar una dieta saludable
Para el corazón es esencial para mantener una buena salud cardiovascular y reducir los niveles de colesterol. Para lograrlo, es importante limitar el consumo de grasas saturadas. Esto contribuye a mantener un peso saludable y a evitar el aumento de peso, un factor crucial para el bienestar del corazón.
Una dieta adecuada debe incluir una abundante cantidad de frutas y verduras, ya que son ricas en fibra y nutrientes que ayudan a reducir el colesterol LDL. Además, incorporar granos integrales como la avena proporciona fibra soluble que puede disminuir los niveles de colesterol.
Elegir carnes magras como el pollo sin piel, pescado y legumbres también es beneficioso para la salud del corazón. Seguir planes de alimentación específicos como la dieta de Cambios Terapéuticos en el Estilo de Vida (TLC) y el plan de alimentación DASH ha demostrado ser efectivo en la reducción del colesterol.
Actividad física regular
Es otro componente vital en la gestión del colesterol. Ejercicios como caminar, nadar o andar en bicicleta no solo ayudan a reducir el colesterol LDL, sino que también aumentan el colesterol HDL y disminuyen los triglicéridos, reduciendo así el riesgo de enfermedades del corazón.
Aún así, es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de comenzar cualquier programa de ejercicios para determinar el nivel adecuado de actividad física.
Controla el estrés
El estrés crónico puede afectar negativamente los niveles de colesterol, aumentando el colesterol malo y disminuyendo el bueno. Para controlar el estrés de manera efectiva, se pueden utilizar técnicas de relajación como la meditación, el yoga y la respiración profunda, lo que contribuirá a mantener niveles de colesterol saludables.
Fuera el tabaco
Dejar de fumar es otra medida crucial, ya que abandonar este hábito puede mejorar significativamente los niveles de colesterol HDL. Este tipo de colesterol ayuda a transportar el colesterol malo fuera de las arterias, lo que reduce el riesgo de acumulación de placas y de enfermedades cardíacas.
Sueño de calidad
Dormir lo suficiente, entre siete y nueve horas por noche, también es fundamental para mantener niveles saludables de colesterol. La falta de sueño se ha relacionado con niveles más altos de colesterol LDL y colesterol total, lo que aumenta el riesgo de problemas cardiovasculares.
Otras alternativas
En algunos casos, los cambios en el estilo de vida pueden no ser suficientes para controlar el colesterol y puede ser necesario recurrir a medicamentos. Existen diversos tipos de medicamentos para el colesterol, como las estatinas, que ayudan a reducir el colesterol LDL y aumentan en menor medida el colesterol HDL; los fibratos, que principalmente reducen los triglicéridos y pueden aumentar modestamente el HDL; los inhibidores de la absorción de colesterol, que bloquean la absorción de colesterol en el intestino; y la niacina, que puede aumentar significativamente el HDL y reducir el LDL y los triglicéridos.
En este caso, es importante seguir las indicaciones del médico y transmitir cualquier preocupación sobre los efectos secundarios o la adecuación del tratamiento. Para ello, es crucial mantener los cambios en el estilo de vida incluso si se necesita medicación para controlar el colesterol.
Una combinación de una dieta saludable, ejercicio regular y otras modificaciones en el estilo de vida puede mejorar significativamente la salud cardiovascular y reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo.