Los arándanos se han convertido en uno de los frutos más populares en las redes sociales en los últimos tiempos, tanto por su sabor como por la versatilidad que ofrecen en lo que respecta a su alimentación, dado que se pueden consumir en forma de snack entre horas, agregarlos a las ensaladas o desayunarlos con avena.
Además, tras su gran popularidad también se encuentra el hecho de que tienen numerosos beneficios para la salud y muy pocas calorías. Sin embargo, a pesar de sus excelentes propiedades en diferentes aspectos, hay algunos motivos por los que hay que eliminarlos de la alimentación, ya que no se recomiendan en todos los casos.
Los beneficios de los arándanos para la salud
Los arándanos, que pueden ser de color rojo o azul, según su variedad, aportan beneficios a la salud por norma general, ya que están repletos de vitaminas A, C y K, así como de calcio, magnesio, hierro y otras vitaminas y minerales.
[Adiós a la chía: la semilla ignorada en España que la OCU recomienda para combatir la anemia]
Son eficaces contra el envejecimiento, ya que los arándanos son considerados como el alimento con mayor poder antioxidante gracias a la presencia de vitamina C, flavonoides o resveratrol, entre otros antioxidantes. Estos ayudan a hacer frente al envejecimiento celular del cuerpo, además de contribuir a proteger la piel y actuar como antiinflamatorio. También son bajos en calorías, por lo que se convierten en un aliado para quienes siguen una dieta baja en calorías para controlar o bajar de peso, pues por cada 100 gramos de arándanos apenas se aportan 57 kcal.
Por otro lado, los expertos en nutrición recomiendan su ingesta para hacer frente al colesterol y los triglicéridos, ya que, estas pequeñas bayas ayudan a elevar los niveles del colesterol bueno (HDL) que favorecen la mejora de la salud cardiovascular. La fibra de los arándanos se une a la bilis para facilitar que se eliminen las grasas y otros desechos del cuerpo.
Otros de sus beneficios para la salud son los siguientes:
- Ayudan a reducir la inflamación y a reducir la presión arterial en los pacientes con síndrome metabólico.
- Contribuyen a fortalecer el sistema inmunológico, además de ayudar a una correcta coagulación de la sangre.
- Su consumo permite combatir el estrés oxidativo, ya que los antioxidantes crean una barrera o escudo alrededor de la célula para protegerla de los daños.
- Ayudan a controlar la presencia de azúcar en sangre, ya que es una fruta baja en azúcar.
- Pueden ser un gran aliado para combatir infecciones urinarias, siendo el jugo de arándano rojo americano una alternativa eficaz a los antibióticos para tratar y prevenir este mal.
- Ayudan a tratar la diarrea y los trastornos oculares, pudiendo usarse los arándanos deshidratados para hacer frente a problemas de diarrea y trastornos como la miopía, fatiga ocular o la poca visión nocturna.
- Pueden ayudar a evitar el estreñimiento, al favorecer una evacuación intestinal regular y un tracto digestivo saludable.
Los motivos por los que hay que eliminar los arándanos de la dieta
Aunque los arándanos tienen una gran cantidad de beneficios para la salud, no son recomendados para todas las personas, ya que hay determinadas personas que deberían eliminarlos por completo de su alimentación, y otras que deberían reducir su consumo para no llegar a sufrir un problema en su organismo.
[La nueva fruta que arrasa en Mercadona: baja el azúcar en sangre y está cargada de fibra]
Este es el caso de aquellas personas que toman anticoagulantes, ya que deberían tomar precauciones a la hora de consumir estas bayas, al poder aumentar el riesgo de que se produzcan hemorragias. Además, un consumo excesivo de arándanos puede provocar un aumento de la orina y las micciones.
Por otro lado, no deberían ser consumidas por personas que tengan alergia a las frutas de la familia de las rosáceas, entre las que se encuentran las manzanas, las fresas, las perlas, las nectarinas y los propios arándanos, ya que en estos casos podrían sufrir reacciones adversas, que se pueden presentar de forma casi inmediata al consumo de la fruta, en la gran mayoría de los casos en un periodo de entre 60 y 90 minutos, y que se pueden manifestar de las siguientes formas:
- Síntomas locales: puede aparecer el síndrome de alergia oral (prurito en boca, labios, lengua o faringe; edema labios) y la urticaria local por contacto, que es muy habitual y que suele ser la manifestación inicial de la alergia.
- Síntomas cutáneos no locales: se presenta en forma de prurito o angioedema labios, párpados, urticaria…
- Síntomas sistémicos: anafilaxia con síntomas cutáneos asociados a problemas respiratorios, cardiovasculares y/o digestivos. Los pacientes alérgicos a esta familia de frutas pueden mostrar una tolerancia distinta a la fruta en función de si se consume con o sin piel.
Además de los mencionados, hay que recordar que un consumo abusivo de arándanos puede provocar indigestión y problemas gastrointestinales. El mayor efecto secundario de su consumo frecuente es un ligero incremento de la diuresis, ya que se trata de una fruta que tiene propiedades depurativas y diuréticas.
De forma general, deben tener cuidado con añadir arándano a su dieta aquellas personas con antecedentes de cálculos renales, que tomen anticoagulantes, que estén tomando un tratamiento contra la diabetes, quienes tengan unos niveles anormales de glucosa, si padecen algún tipo de enfermedad gastrointestinal o si sufren un síndrome hemorrágico.
Así pues, aunque para muchas personas puede llegar a ser beneficioso incorporarlos a su alimentación regular, para otros puede suponer un problema su ingesta, por lo que antes de tomarlos o si se ha experimentado algún malestar o problema de salud tras su consumo, se recomienda consultar con el médico, especialmente si se sufre algún tipo de enfermedad.