El aguacate es una de las frutas de moda desde hace algún tiempo. Este alimento rico en grasas saludables ha colonizado bares y restaurantes a lo largo y ancho de nuestro país, y cada vez son más las personas que lo incluyen en sus desayunos, comidas o cenas; ya sea con unas tostadas y un café con leche o a través de una ensalada de pasta.
Lo cierto es que este alimento de origen tropical goza de una muy buena fama por distintas razones. Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), se trata de una muy buena fuente de ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos insaturados, potasio y vitamina C, E y B6. "Las grasas que contiene son en su mayor parte insaturadas (monoinsaturadas), destacando en particular el elevado contenido en ácido oleico", advierte la FEN.
Estos ácidos grasos son los responsables de mantener a raya el conocido como colesterol malo o LDL, reduciendo el riesgo cardiovascular. Además, el potasio, el principal mineral que aporta a la dieta, completa su acción cardioprotectora. También su alto contenido en fibra también ayuda no sólo a perder peso, sino a reducir el azúcar y evita el estreñimiento.
Estos son sólo algunos de los múltiples beneficios que aporta. Sin embargo, algunos médicos alertan sobre su alto contenido calórico. Es el caso del cardiólogo Andrew Freeman, médico del National Jewish Health (Estados Unidos). "El aguacate es una grasa mejor que, por ejemplo, la grasa animal, pero sólo con moderación", dice Freeman en declaraciones a Daily Mail.
"En un lugar como Nueva York, allá donde vayas, todo el mundo come montones de aguacate de cinco o siete centímetros de grosor sobre sus tostadas. Es simplemente indignante. No me malinterpreten, es cremoso y delicioso, pero siempre les digo a mis pacientes que deben comer cualquier grasa con moderación, incluido el aguacate”, añade el médico.
Un aguacate tiene, según la FEN, unas 160 calorías por cada 100 gramos. De hecho, es la segunda fruta con un mayor contenido calórico tras el coco. "El contenido de agua del aguacate es inferior al encontrado en la mayoría de las frutas, mientras que el aporte de lípidos, como en el caso de la aceituna, es muy superior, lo que aumenta su valor calórico", explican desde la Fundación.
¿Cuál debería ser el límite? El doctor Freeman dice que no existe una cantidad específica y que "simplemente hay que tomarlo con moderación y las personas con enfermedades cardíacas deberían evitarlo por completo".