Pedram Navab, neurólogo y autor del libro 'Sleep reimagined'.

Pedram Navab, neurólogo y autor del libro 'Sleep reimagined'.

Nutrición

Soy neurólogo y este es el alimento 'inocente' en España que nunca como para no perder la memoria

Los españoles somos incapaces de decirle que no a este alimento que se ha relacionado con los accidentes vasculares, también en el cerebro.

16 marzo, 2024 10:57

Las patatas fritas son malas para nuestra salud, pero esto no es ningún misterio. Eso sí, a los españoles nos encantan y en muchas ocasiones preferimos hacer oídos sordos para poder disfrutar de ellas. Solemos pensar que el único problema de las patatas fritas es que nos hacen ganar unos cuantos kilos de peso, pero, en realidad, pueden atacar algunos órganos. Uno de los que se ven más afectados, pero en el que no solemos pensar, es el cerebro. Por eso, muchos neurólogos evitan las patatas a toda costa. 

Lo cierto es que si nuestra dieta general es buena, no pasa nada si de vez en cuando comemos unas patatas fritas. El problema viene cuando las tomamos demasiado a menudo o en el contexto de una alimentación insana. Pero, ¿no son las patatas una hortaliza? Sí, si consideramos que son un tubérculo. Pero el efecto que tienen en nuestra dieta se parece más al que tienen otras fuentes de carbohidratos como el arroz, la pasta y el pan refinados. Es decir, no cuentan como una de las piezas de verdura que debemos tomar todos los días, tal y como explica la Universidad de Harvard.

Además, las patatas son un alimento muy poroso y, por esta razón, cuando se sumergen en aceite caliente, absorben una gran cantidad de este. Si bien las patatas crudas tienen unas 88 kilocalorías por cada 100 gramos, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), cuando se fríen pueden llegar a alcanzar casi las 300 kilocalorías en la misma cantidad. Por ejemplo, McDonald’s estima que sus patatas fritas, que levantan pasiones en todo el mundo, contienen 289 kilocalorías por cada 100 gramos. 

Salud vascular

"Una dieta que incorpora alimentos grasientos como las patatas fritas puede dañar los vasos sanguíneos que abastecen al cerebro, causando un deterioro cognitivo", explica el neurólogo y autor del libro Sleep Reimagined Pedram Navab en este artículo. "Reduce la integridad de la barrera hematoencefálica y conduce al daño neuronal del hipocampo, una parte del cerebro que sirve para el aprendizaje y la memoria". Es decir, el problema que representan estos alimentos para el cerebro es similar al peligro que representan para el corazón.

De hecho, lo más probable es que un neurólogo y un cardiólogo te recomienden los mismos alimentos: lo que es bueno para la salud de nuestras arterias, es bueno para el corazón y el cerebro. En el caso de la neurología, lo que puede suceder es que una dieta insana lleve a la aparición de un accidente cerebrovascular. Un accidente cerebrovascular isquémico se produce cuando se interrumpe o se reduce el suministro de sangre a una parte del cerebro, lo que impide que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes.

[Esto es lo que le ocurre a tu organismo si comes patatas fritas todos los días]

Cuando tienen lugar estos accidentes en el cerebro sus células pueden morir sólo en unos minutos y dar lugar a consecuencias tan serias como la pérdida de movimiento muscular o la dificultad para hablar. Por esta razón, los expertos advierten de que las personas con obesidad, que son sedentarias, que beben alcohol en exceso o toman drogas tienen un riesgo mayor de sufrir uno de estos accidentes. También las personas con hipertensión, con cifras altas de colesterol en sangre o con diabetes deben cuidarse especialmente.

El epidemiólogo Miguel Ángel Martínez-González explica en su libro Salud a ciencia cierta (Planeta, 2018) que las patatas fritas "encabezan la lista que debería darse a cualquier personas, tenga o no sobrepeso, con los alimentos que tienen una mayor relación con la ganancia de kilos superfluos". Según este experto, estos productos tienen mucha sal, están fritos en grasas de baja calidad y cuentan con una alta proporción de almidones que se convierten rápidamente en azúcar al penetrar en el torrente sanguíneo. "La ingesta de patatas fritas está más relacionada con la ganancia de peso que comer bollería, galletas y pasteles".