Existen aún hoy día muchos mitos y creencias milagrosas alrededor de la nutrición. Quizás una de las faltas creencias más populares, sino la que más, es que un vaso de agua con limón en ayunas funcionaría como potente quemagrasas y fuente de protección frente a casi cualquier enfermedad.
Obviamente, cuando algo suena demasiado fácil y "milagroso", es que probablemente sus beneficios se hayan exagerado o incluso no existan. Sin embargo, en el caso del agua con limón, hablaríamos del primer caso: sí tiene beneficios, pero no aquellos que suelen publicitarse, sino algunos más terrenales y realistas, como comentaremos hoy.
El agua con limón como fuente de hidratación
El agua es esencial para la vida, constituyendo entre el 50% y el 70% del organismo humano dependiendo de la etapa de la vida en la que nos encontremos. En ocasiones, hay a quien le cuesta beber suficiente agua al día, y es ahí donde algunos preparados básicos como el agua con limón puede ayudar.
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Un vaso de 150 ml de agua con zumo de limón apenas representa 4 kcal, 0.8 g de carbohidratos, 0.1 g de proteínas, 65 mg de potasio y 18 mg de vitamina C. Como se puede observar, no son componentes milagrosos, pero si necesarios para la vida.
Por tanto, ayudar a una correcta hidratación sería un beneficio real del agua con limón, en ayunas o no; aunque, de nuevo, no es algo milagroso ni mejor que otras opciones. Sería una alternativa más para rehidratarse.
Agua con limón como fuente de vitamina C
Durante siglos, los limones se usaban como tratamiento para el escorbuto, una condición rara hoy en día que se desarrolla precisamente por falta de vitamina C. Si bien diversos estudios sugieren que consumir suplementos de vitamina C puede potenciar el sistema inmune, por el momento la evidencia científica no ha podido confirmarlo.
Si bien es cierto que un vaso de agua con limón contiene 18 mg de vitamina C, la realidad de nuevo es que no sería la mejor forma de conseguir ácido ascórbico: tan solo 100 g de pimiento rojo contienen 127 mg de vitamina C, un kiwi poco más de 90 mg y la naranja contiene unos 53 mg por cada 100 g de alimento.
Agua con limón para una piel saludable
Existe cierta evidencia que relaciona la vitamina C o ácido ascórbico y los flavonoides de los cítricos con una mejor salud de la piel. La vitamina C colabora en la formación de colágeno, y por tanto a una mejor salud de la piel.
Existe, así mismo, un trabajo publicado en 2016 que corrobora que los zumos de cítricos colaborarían en prevenir los efectos dañinos del envejecimiento sobre la piel.
De nuevo, como ya sucedería con la hidratación, el típico vaso de agua con limón podría colaborar en una mejor salud de la piel dado su contenido en vitamina C; pero no sería la mejor fuente de vitamina C ni tampoco la forma más común de obtenerla. No son pocas las frutas y verduras que ganan por goleada a este zumo cítrico, el cual, de nuevo, sería una alternativa más.
Agua con limón para mejorar la digestión
Algunos defensores del agua con limón en ayunas explican que esta práctica les ayuda a mejorar sus digestiones. De momento la evidencia científica al respecto es escasa, y podría ser un beneficio completamente subjetivo, aunque es algo que se sigue estudiando.
Recientemente, durante el pasado año 2019, un trabajo realizado en ratones sugirió que el consumo de por vida de una bebida rica en polifenoles de limón podría ayudar a mejorar la salud intestinal, y retrasan el envejecimiento de este órgano, incluyendo una mejor salud del microbioma. Sin embargo, de momento, estos beneficios no se han comprobado en humanos.
Agua con limón contra las piedras de riñón
Finalmente, se sabe que el ácido cítrico, presente en el agua con limón, puede ayudar a prevenir la formación de cálculos renales o piedras en el riñón formados por una acumulación de oxalato cálcico. Así mismo, una correcta hidratación sería clave para evitar esta formación de cálculos, sean del tipo que sean.
Una vez más, nos encontramos con un potencial beneficio que tiene poco de milagroso: la hidratación con agua, sin limón, también ayuda a prevenir la formación de cálculos renales. Así mismo, no todos los cálculos se forman con oxalato cálcico, sino que existen otros subtipos, en los cuales el ácido cítrico no tendría tal potencial. Finalmente, el ácido cítrico no solo se encuentra en el limón, sino también en otras frutas cítricas como la conocida naranja.