La abstinencia alcohólica está cada día más extendida, sobre todo entre las generaciones jóvenes. Para ellos no es imprescindible beber alcohol si quieren disfrutar de su ocio, aunque esta elección se mire con extrañeza en un país como el nuestro donde las bebidas alcohólicas están tan presentes. Este cambio de tiene mucho que ver con que España sea el país europeo donde más cerveza sin alcohol se consume. De hecho, las grandes cerveceras han apostado fuerte produciendo líneas variadas con menor graduación y 0% alcohol.
La cerveza sin alcohol se popularizó en Estados Unidos durante la ley seca a principios del siglo pasado, cuando por un vacío legal les dejaban consumir y vender bebidas que no superasen el 0,5% por volumen. Sin embargo, a España tardaría en llegar hasta 1976. Fue entonces cuando fábrica La Zaragozana lanzó unos 4.000 botellines de Ambar Sin para su distribución entre la hostelería de la ciudad aragonesa. Su aterrizaje fue toda una revolución y su consumo ha ido incrementándose hasta la actualidad, suponiendo ahora el 13% de toda la cerveza que se bebe en nuestro país.
Sin renunciar a un sabor muy similar a la cerveza con alcohol, la sin además ha sido objeto de diversos estudios para analizar las bondades de su perfil nutricional. Así, una investigación del Grupo de Neuroquímica de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) publicada en Nutrients ha relevado que tiene efectos antioxidantes que podrían proteger frente a enfermedades neurodegenerativas. En concreto, los primeros resultados en laboratorio apuntan a que sus componentes producen efectos saludables que en su caso no se ven contrarrestados por los negativos de las bebidas alcohólicas.
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Otro de los aspectos que destacan en la cerveza sin alcohol es su aporte de ácido fólico o vitamina B9, imprescindible para la formación de proteínas estructurales y hemoglobina. En las embarazadas ayuda a prevenir deformaciones en la placenta y posibles daños en el cerebro del feto y su columna vertebral. Con todo, los expertos dejan claro que "nunca es recomendable" beber durante el embarazo aunque sea una sin y, si no hay más remedio, recuerdan que hay que optar por una 0,0 que garantice que no hay aporte de alcohol. Asimismo, tiene proteínas, vitaminas y minerales que ayudan a la hidratación.
¿Cuántas calorías tiene la cerveza sin alcohol?
El alcohol en sí mismo supone un aporte calórico excesivo, así que las cervezas sin alcohol tienen muchas menos calorías que las normales. Guardan el mismo perfil nutricional y de micronutrientes que el resto de cervezas del mercado, sin verse perjudicado por el contenido alcohólico como hemos visto, pero al ser sometidas a un proceso de desalcoholización se eliminan también las calorías. Así, una caña normal de 200 mililitros tiene unas 90 calorías y esa misma medida aporta solo 34 calorías en una sin.
Esto no quiere decir, no obstante, que la cerveza sea un alimento ideal para incorporar a cualquier rutina alimentaria y beberla a diario y en cantidades ingentes, no. Para eso y saciar la sed está el agua, que esa sí que no nos subirá nunca el contador de calorías. Según el profesor de Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Complutense de Madrid, Jesús R. Martínez, "la cerveza sin alcohol tiene una cantidad mínima de calorías. Evidentemente, no es agua, así que su aporte a la dieta, como todo, dependerá de la cantidad diaria que tomes", ha explicado a EL ESPAÑOL.
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¿Escojo cerveza sin alcohol o 0,0?
La diferencia esencial entre una cerveza sin alcohol y una que es 0,0 está en la cantidad de alcohol que tienen ambas. Martínez precisa que "hace bastantes años, las técnicas que se utilizaban durante el proceso de desalcoholización de la cerveza no permitían eliminar por completo el alcohol. Así que la legislación permitía que se llamasen cervezas sin a aquellas que tenían menos de 1% en volumen". Sin embargo, esto cambió en el año 2001 de la mano de San Miguel, que logró comercializar por primera vez en España una sin nada de alcohol. Desde entonces, la legislación marca que no pueden contener más de un 0,09% para usar esa denominación.
Además, tal y como explica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), las bebidas que tengan menos de 1,2% de alcohol no tienen la obligación de poner en la etiqueta el porcentaje que llevan. La entidad de consumo ha analizado además con siete expertos cuáles son las mejores cervezas sin alcohol que se pueden encontrar en el supermercado, revisando "etiquetado, valorando la composición, en partícula la adicción de aditivos, aromas y azúcares. Comprobamos contenido de extracto seco, contenido real de alcohol y gas", teniendo en cuenta si tienen sulfitos y pesticidas. Sin duda una clasificación a tener en cuenta si tú también te vas a pasar a la sin a partir de ahora.
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