Estas son las calorías que tiene un yogur natural, el lácteo más sano que puedes consumir

El yogur es un alimento habitual es las neveras de los españoles, pero hay que puntualizar que hay algunos que son más recomendables que otros, como es el caso del natural, el cual destaca por su perfil saludable. Además, es uno de los productos más consumidos en nuestro país, como confirma el informe de Consumo del Ministerio de Alimentación, cifrando en 37,41 kilos/litros consumidos por persona al año.

La Fundación Española de Nutrición (FEN) lo define como "el producto de leche coagulada obtenida por fermentación láctica mediante la acción de Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus a partir de cualquier tipo de leche". Efectivamente, el yogur natural está elaborado a base de leche y fermentos, sin azúcares ni más añadidos, por lo que es el más sano que podemos comprar siempre en el supermercado.

Entre los beneficios que nos aporta el yogur natural está el hecho de que se digiere mejor que la leche y que es una fuente de proteínas de alto valor biológico, calcio de fácil asimilación, potasio y fósforo, aportando entre el 18 y el 30% de las cantidades recomendadas de estos minerales.

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Además, está su gran efecto probiótico y su relación con un menor riesgo de sufrir de síndrome metabólico, como demostró un estudio del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición.

También se han observado otras ventajas, como el mantenimiento de una buena microbiota intestinal y la mejora de la salud digestiva. Recuerda la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) que "la macrobiota es fundamental para tener una buena salud digestiva, al ayudar a proteger el aparato digestivo de otros microorganismos patógenos y estimulando el sistema inmunológico". Además, reduce el riesgo de padecer diabetes tipo 2 y protege contra el sobrepeso.

El valor nutricional por 100 gramos de yogur, según la FEN es el siguiente: calorías, 57 kcal; proteínas, 3,7 gramos; grasas totales, 2,7 gramos; colesterol, 12 mg/1.000 kcal; hidratos de carbono, 4,4 gramos; agua, 89,2 gramos; calcio, 142 miligramos; magnesio, 14,3 miligramos; sodio, 80 miligramos; potasio, 280 miligramos; y fósforo, 180 miligramos.

Las calorías

Como hemos visto, según la FEN, el yogur natural tiene 57 calorías por 100 gramos, pero hay que tener en cuenta que los envases de yogures normalmente contienen 125 gramos de producto, por lo que comernos uno entero nos estaría aportando 71,25 calorías en total.

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Asimismo, el aporte calórico aumenta a medida que se le van agregando al yogur todo tipo de azúcares, aromas y otros ingredientes. Andrea Calderón, de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (Sedca), señalaba en EL ESPAÑOL que el único "que realmente reporta beneficios en la salud es el yogur natural, el de toda la vida".

Recordaba que los yogures de sabores están compuestos por edulcorantes y colorantes, además de otros aditivos o estabilizantes en muchos casos y que el porcentaje de fruta que llevan aquellos que se promocionan como tal es mínimo. 

También conviene advertir sobre la gran mentira de los yogures con fibra, que tampoco son más sanos, puesto que tienen un exceso de azúcares.

El etiquetado, la clave

Para elegir el yogur más saludable del supermercado la clave está, según señaló nutricionista Isabel Pérez para este medio, en la lista de ingredientes y la tabla nutricional. Al parecer, no debe sobrepasar los dos o tres ingredientes: leche, fermentos lácticos y, opcionalmente, leche en polvo o nata y no debe llevar azúcar añadida ni en forma de melaza, concentrado de fruta o jarabe de fructosa.

Teniendo esto en cuenta, podemos destacar tres yogures entre los más saludables. Primero, el yogur natural entero. Es un yogur que conserva toda su grasa y que no tiene ningún perjuicio para la salud, con un montón de propiedades. Además, es más saciante y ayuda a controlar el apetito.

Por otro lado, el yogur natural desnatado, que comparte el mismo efecto probiótico que el yogur entero, pero con menos calorías al no llevar esa grasa beneficiosa, y, por último, el yogur griego.