Actualmente, saber cómo prevenir la enfermedad Covid-19 sigue siendo un asunto complejo, incluso tras la eficacia sobradamente demostrada de la vacunación masiva: sí, se ha reducido la mortalidad sustancialmente en países como España, pero aún queda mucho por estudiar y conocer.
Asimismo, y aunque sigue funcionando, la eficacia de la vacunación a largo plazo parece ir reduciéndose paulatinamente y suele precisar un refuerzo. Además, algunos trabajos han sugerido que la efectividad de la vacunación se ve reducida a la par que se sufren otras condiciones de salud crónicas, sobre todo obesidad, hipertensión o dislipemia. De hecho, la mortalidad por Covid-19 aumenta en edades avanzadas y en el contexto de sufrir alguna de estas enfermedades crónicas, incidiendo en el caso de sufrir sobrepeso u obesidad y en individuos diagnosticados de diabetes tipo 2.
En este contexto, Nature dilucida en un editorial reciente algunas respuestas para el dilema que se plantea. Se trata de la 'dieta de la zona azul', una dieta basada en plantas y que podría ser capaz de ayudar a reducir la mortalidad en varias causas, ya que dichas condiciones de mala salud tienen una estrecha relación con la dieta y el estilo de vida y, por tanto, son modificables.
Además, a lo publicado por Nature, se suman otras investigaciones que sugerirían que una dieta basada en plantas se asociaría con hasta un 9% menos de riesgo de infección por Covid-19 y un 41% menos de riesgo de sufrir Covid-19 grave. Por su parte, los datos dietéticos de seis países occidentales (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y España) habrían sugerido que una dieta basada en plantas podría incluso reducir hasta un 73% el riesgo de sufrir Covid-19 moderado o grave.
Ya se sabía que las dietas basadas en plantas, es decir, ricas en frutas, verduras, granos enteros y semillas, son beneficiosas para la salud: el estudio Global burden of Disease relacionó el bajo consumo de estos alimentos con casi la mitad de las muertes por causa cardiometabólica en los Estados Unidos, junto al exceso de consumo de carne roja y procesada.
Las dietas basadas en plantas han demostrado reducir la mortalidad por cualquier causa, minimizando a su vez el riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedad coronaria. Todas estas afecciones crónicas, a su vez, se han relacionado estrechamente con la gravedad de la enfermedad Covid-19.
Las zonas azules
Dentro de este contexto, destacarían las conocidas como 'zonas azules', es decir, áreas donde la esperanza de vida es particularmente alta. Una de ellas es Okinawa, Japón, un área geográfica que destaca por su dieta basada en plantas ricas en fitoquímicos y antioxidantes, con más de la mitad de su ingesta calórica procedente de las batatas. Además, también consumen verduras de hoja verde, soja y derivados y apenas un 6% de sus calorías totales basadas en grasa. Es lo que denominaríamos la 'dieta de la zona azul'.
Este tipo de alimentación es lo que parece estar relacionado con la alta esperanza de vida y baja mortalidad por enfermedad cardiovascular y cáncer de la que gozan los individuos que habitan Okinawa. De hecho, los estudios han detectado que la mortalidad por Covid-19 en Okinawa fue de apenas un 0.08% (163 muertes de entre 19.782 casos detectados), dato que contrasta con la mortalidad en Tokio, que fue dieciseis veces superior, con una tasa de mortalidad del 1.3% (2183 muertes de 167.416 casos detectados).
Cabe destacar que ambas zonas poseen un tamaño similar y que las tasas de vacunación a fecha de julio de 2021 eran bastante bajas en ambas zonas. Sí que es cierto que la densidad poblacional de Okinawa podría explicar en parte su menor mortalidad, pero no es desdeñable el dato de la baja prevalencia de enfermedades crónicas de los habitantes de esta zona azul.
Para finalizar, los autores del reciente editorial sugieren que hay que reforzar la dieta y el estilo de vida, tanto frente a la Covid-19 como frente al resto de enfermedades crónicas ya conocidas: evitar fumar, potenciar la actividad física y, sobre todo, mejorar la alimentación son herramientas poderosas para retrasar el envejecimiento, reducir enfermedades crónicas y, también, reducir el riesgo de Covid-19 grave y su potencial mortalidad.