Los niños menores de cinco años representan el 4,9% de la población total en España. Unos dos millones de niños que están expuestos a un virus que ha demostrado ser letal para la población, no sólo para los grupos vulnerables por otras comorbilidades, sino también para aquellos que no se han vacunado.
En España, ómicron sigue campando libre, sin miramientos, y busca, sobre todo, a aquellos sujetos con un sistema inmunitario más débil y más desprotegido. Por ello, mientras en diciembre comenzaban a subir los casos de covid, tanto en nuestro país como en otros se dio vía libre a la vacunación de los menores entre cinco y 11 años.
Desde que el 15 de diciembre que dio comienzo esta campaña, ya se ha vacunado con la primera dosis al 55,4% de los niños de ese grupo de edad. La administración de las dosis contra la covid-19 en esta población supone un paso más en la carrera contra la expansión del virus, así como para evitar la proliferación de nuevas variantes que puedan resultar más infecciosas y peligrosas. Cuantas más personas estén inmunizadas, menor probabilidad habrá de que el resto se exponga al virus o, al menos, a altas cargas víricas.
Mientras llegan las vacunas para los más pequeños, las autoridades aconsejan que los menores de cinco años mantengan actualizadas las inyecciones de rutina. Además de esto, es importante que la población adulta siga vacunándose contra la covid no sólo para protegerse, sino para evitar que este grupo de población, por ahora desprotegido, pueda contagiarse.
¿Es necesaria una vacuna para los menores de cinco años?
La llegada de ómicron y el reguero de contagios que ha dejado a su paso no ha hecho excepciones, ni siquiera para los más pequeños. De acuerdo a los últimos datos publicados por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) sobre esta sexta ola de covid, hasta la fecha se han contagiado en torno al 8% de los niños menores de cinco años.
De entre todos los menores de cinco años con covid, al menos un 0,8% ha acabado hospitalizado (1.422 niños) y un 0,02% en UCI (53). Estas son cifras algo mayores en proporción a las registradas en niños mayores de cinco años y adolescentes. En estos casos, de entre los contagios notificados para cada grupo de edad, sólo han acabado hospitalizados el 0,1% y el 0,2%, respectivamente.
Tanto en España como en el resto del mundo son el único grupo de población que no puede recibir una vacuna. Desde la Sociedad Española de Inmunología aseguran que la vacunación pediátrica contra la covid no sólo ayuda a controlar la expansión del virus, sino que también les protege y reduce la gravedad de los síntomas que puedan presentar.
¿Cuándo habrá una vacuna disponible?
La farmacéutica Pfizer y su socio alemán BioNTech llevan desde marzo del año pasado con ensayos clínicos para comprobar la eficacia y seguridad de administrar la vacuna contra la Covid-19 en menores de cinco años. Más recientemente, en diciembre, las compañías anunciaron en un comunicado que iban a modificar las pruebas realizadas para incluir una tercera dosis de la vacuna.
Según informaron, las dos dosis recomendadas en niños mayores de cinco años desencadenaron una respuesta inmunitaria adecuada en los que tenían de 6 meses a dos años, pero en aquellos con dos, tres y cuatro años no se logró una respuesta comparable a la generada en adolescentes y adultos. Por este motivo, las investigaciones continúan.
Aunque aún se desconoce una fecha exacta sobre cuándo estará lista esta vacuna pediátrica contra la covid, se espera que llegue en la primera mitad de 2022, en torno a los meses de marzo y abril, pero todo depende de los avances que se consigan. Sobre cuándo podrían llegar a España, todavía no hay información al respecto.
La compañía Moderna también está probando una vacuna pediátrica para menores de cinco años. En declaraciones recientes, la empresa aseguró que estaba probando dos dosis de 50 o 100 microgramos administradas con un intervalo de 28 días a niños de dos a 12 años. Con los bebés, una dosis de 25 microgramos. En este sentido, Moderna trasladó que espera informar sobre sus datos en torno al mes de marzo de este año.
¿Cómo serán estas vacunas?
Las vacunas administradas a los más pequeños se inyectarán en dosis más bajas y, de momento, no se contempla su adaptación a ómicron u otras variantes, en parte porque los ensayos clínicos comenzaron antes de conocer su existencia. No obstante, aún habrá que esperar un tiempo para conocer más detalles.
De momento, las administradas a los menores entre cinco y 12 años reciben el nombre de Comirnaty, de Pfizer. Esta vacuna requiere dos inyecciones, que deben administrarse con un intervalo de al menos 8 semanas y contiene una dosis más baja. Por ahora, las investigaciones muestran que esta vacuna, en niños de menos de 12 años y hasta los cinco, tiene aproximadamente una eficacia del 91% en la prevención de la Covid-19.
¿Qué reacciones adversas pueden tener?
Los ensayos clínicos realizados hasta el momento en menores de cinco años han ido sufriendo retrasos. Cuando la compañía Pfizer anunció que en noviembre se iba a poder administrar las dosis a los niños entre cinco y 12 años, también se esperaba que la vacunación de aquellos entre los seis meses y los cinco años llegara pronto, pero no ha sido así. En diciembre, la empresa anunció no sólo que aún no estaba lista, sino que iba a ampliar las dosis necesarias a tres para comprobar su eficacia.
Por el momento no hay datos sobre las posibles reacciones adversas que puedan sufrir los más pequeños con la administración de la vacuna, porque aún no está autorizada. Los que sí se conocen son los de la población entre los cinco años y los doce. Para ellos, los efectos fueron muy similares a los notificados por la población adulta durante los dos días posteriores a la vacunación: dolor en el brazo de la inyección, fatiga, dolor de músculos, fiebre e incluso náuseas, entre otros.
El último informe publicado por los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) recoge que, de entre todos los niños inmunizados entre los cinco y los once años, se registraron, en un 98% de los casos, efectos leves, y tan sólo se un 2% de casos con efectos secundarios graves. Entre ellos, hubo cuadros de fiebre alta, vómitos o incremento de la troponina, una proteína presente en el corazón.
Los casos de miocarditis, una inflamación del músculo cardíaco, son aislados y es más probable que el coronavirus cause esta afección que la vacuna. Como informa el Ministerio de Sanidad en un documento, se han observado más frecuentemente en adolescentes y jóvenes varones (18 a 29 años) y menos en el grupo de edad de 12 a 17 años. No obstante, la gran mayoría de estos casos se han recuperado en pocos días, sin apenas tratamiento.