Los fines de semana suelen ser los días en los que más alcohol se consume en España, por no hablar de eventos multitudinarios como partidos de fútbol, entre otros. También serían los días que se asociarían con más visitas a los servicios de urgencias por sufrir una arritmia cardíaca.
Al menos esa es la conclusión de un nuevo estudio llevado a cabo por la Universidad de California en San Francisco y publicado en la revista Nature Cardiovascular Research. Existiría una asociación entre el aumento del consumo de alcohol y las visitas al hospital por fibrilación auricular, la arritmia más conocida y extendida actualmente.
En este caso, según señala el autor principal del estudio Gregory Marcus, MD, MAS, profesor de medicina en la UC San Francisco y jefe de cardiología para la investigación en la UCSF Health, los datos sugerirían que el consumo agudo de alcohol en una sola sesión (binge drinking) aumentaría el riesgo de sufrir una fibrilación auricular entre la población general, incluyendo un mayor riesgo de un primer episodio de este tipo de arritmia entre aquellas personas que nunca antes habían sido diagnosticadas.
Actualmente, según datos de los CDC de los Estados Unidos, lafibrilación auricular contribuye a 158.000 muertes anuales solo en este país. Es también una importante causa de accidente cerebrovascular, dado que esta arritmia contribuye a la formación de coágulos sanguíneos en las aurículas, las cavidades superiores del corazón. Actualmente alrededor de 12 millones de personas sufren fibrilación auricular en Estados Unidos y 1 millón solo en España.
Si bien es cierto que la fibrilación auricular es más frecuente en personas con alguna patología cardíaca previa, existen otros factores que se asociarían a esta enfermedad, como la obesidad o el consumo de alcohol. Sin embargo, el origen agudo de episodios de fibrilación auricular potencialmente mortales son más difíciles de estudiar.
El Dr. Marcus y sus colegas realizaron recientemente un ensayo clínico controlado con 100 pacientes con fibrilación auricular pendientes de someterse a una cirugía, y se identificaron cambios fisiológicos en el corazón provocados por niveles de alcohol elevados en sangre.
Si bien es cierto que no se observaron episodios de fibrilación auricular durante el estudio, los cambios inducidos por el alcohol que se observaban en el corazón se habían asociado previamente con un aumento del riesgo de sufrir fibrilación auricular.
En un estudio posterior sobre consumo agudo de alcohol en otros 100 pacientes diferentes diagnosticados de fibrilación auricular, Marcus y sus colegas encontraron que los episodios de fibrilación estaban asociados al consumo de alcohol autoinformado previamente.
El equipo de investigadores se centró en los días en los que es más probable que la población consuma más alcohol. Analizaron datos de 36.158 personas de 59 países diferentes usando un alcoholímetro compatible con bluetooth, llevando a cabo un total de 1.269.054 mediciones de alcohol en aliento. También identificaron los días del año en los que las personas usaban sus dispositivos más a menudo o tenían mediciones más elevadas en sus alcoholímetros.
Se descubrió que los usuarios de este alcoholímetro consumieron más alcohol de lo habitual durante 8 festivos concretos: Año Nuevo, Día de Martin Luther King Jr., Domingo de la Super Bowl, inicio del horario de verano, 4 de julio, Navidad, Copa Mundial dela FIFA y Día del Padre.
Por otro lado, se revisaron los registros de la Oficina de Planificación y Desarrollo de Salud Estatal (OSHPD) de California sobre las visitas a urgencias del Hospital de California desde el 1 de enero de 2005 hasta el 30 de diciembre de 2015, buscando visitas codificadas con el diagnóstico de fibrilación auricular.
Se compararon las semanas asociadas a un mayor consumo de alcohol respecto al resto del año para discernir si realmente había más visitas por fibrilación auricular los días que se consume más alcohol.
Según los resultados del nuevo estudio, había una cantidad significativamente elevada de visitas al hospital por fibrilación auricular los días que más alcohol se consumía, sobre con cuatro festivos en particular: Año Nuevo, inicio del horario de verano, domingo de Super Bowl y Navidad. La asociación entre consumo de alcohol y visitas al hospital por fibrilación auricular era mayor entre los mayores de 65 años.
En comparación, se analizaron otras arritmias comunes, como la taquicardia supraventricular, sin objetivar esta relación con el consumo de alcohol. Esto sugeriría que realmente existe una clara relación entre alcohol y fibrilación auricular, según los investigadores.
Finalmente, cabe destacar que estos días de mayor consumo generalizado de alcohol también era más habitual identificar casos de fibrilación auricular en personas no diagnosticadas previamente, respecto a episodios repetitivos de pacientes ya diagnosticados.