Reducir nuestro consumo de carne roja y de embutidos es uno de los principales retos que los españoles tenemos por delante para mejorar nuestra salud y cuidar de nuestro entorno natural. De todas formas, en España somos afortunados porque en nuestra alimentación más tradicional encontramos sustitutos de la carne muy saludables y uno de ellos es el pescado. De hecho, junto a países como Japón, Noruega y nuestro vecino Portugal, nuestro país es uno de los mayores consumidores de pescado del mundo.
El gusto por el pescado es un elemento común entre la dieta mediterránea y la japonesa, que casualmente —o, quizás, no tanto— son las alimentaciones que más se asocian a la longevidad. Este pasado año 2020 el consumo de pescado en los hogares de nuestro país se ha disparado, según indica el Informe de Consumo de Alimentos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Concretamente, la compra de todo tipo de productos a base de pescado aumentó en un 10,5% con respecto al año 2019.
Entre todos los productos de pescado, destacan los pescados frescos como los más consumidos. A la hora de comprar el pescado más saludable, lo importante es evitar los que han recibido un alto grado de procesamiento en la industria. Es decir, el surimi o los pescados que vienen rebozados o empanados no son buenas opciones, pero sí aquellos que simplemente han sido congelados o ultracongelados para mejorar su conservación. Los mejores pescados congelados son aquellos que tienen un sólo ingrediente: el pescado en cuestión.
Proteínas muy saludables
Según el citado informe, cada español comió 10,58 kilogramos de pescado fresco en el año 2020. En este caso, como recuerda la nutricionista Marián García en su libro El jamón de York no existe, salvo los pescados que tienen un alto contenido en mercurio "no hay ningún tipo de pescado que se desaconseje: es saludable el pescado blanco y el pescado azul". Esto se debe a que los pescados aportan, principalmente, proteínas completas, grasas cardiosaludables —en el caso del pescado blanco, apenas contiene grasa—, minerales y vitaminas.
Los pescados frescos que más se consumieron en España el año pasado fueron la merluza, el salmón y los boquerones, por ese orden. Mientras el primero es un pescado blanco, los dos últimos son pescados azules. La principal diferencia entre ambos se encuentran en el porcentaje de grasas que contienen: en los pescados azules siempre supera el 5%, pero, eso sí, se trata de grasas saludables para el corazón, una de ellas es el conocido ácido graso omega-3, que reduce los triglicéridos y la presión arterial.
En total, cada español consumió de media el año pasado 1,56 kilogramos de merluza. A pesar de que esta cantidad la convierte en el pescado fresco que más comimos en 2020, su consumo se ha reducido en algo más de un 8% con respecto al 2019. Una de las posibles razones de esta tendencia a la baja puede ser el incremento en un 7% de su precio medio. Aunque se puede sustituir por otros pescados igualmente saludables y de precio más bajo, el perfil nutricional de la merluza es muy bueno.
Pescados con grasa
Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), cada 100 gramos de este producto contiene sólamente 89 kilocalorías; es decir, se trata de un pescado hipocalórico. En torno al 16% de su composición está compuesto por proteínas de alta calidad biológica: es decir, que contienen todos los aminoácidos esenciales. Su porcentaje de grasas no alcanza el 3%, pero esas grasas que contiene son mayoritariamente insaturadas. La FEN destaca entre estas grasas los ácidos grasos omega-3 y, en cuanto a los micronutrientes, el selenio, el fósforo, el potasio y las vitaminas B12 y B3.
El salmón fresco es el siguiente pescado más consumido en España: en el año 2020, cada paisano tomó 1,47 kilogramos de este pescado azul. Este pescado es mucho más calórico que la merluza, 100 gramos de salmón contienen 182 kilocalorías y esto se debe a que contiene más proteínas, pero, sobre todo, grasas. El salmón tiene un 12% de lípidos, pero su calidad es muy buena: la presencia de omega-3 en este pescado destaca con respecto a los demás, si bien es cierto que algunos otros alimentos lo superan.
Por último, los boquerones fueron la tercera variedad de pescado fresco más consumida el año pasado. En total, cada español comió de media 0,96 kilogramos de estos pequeños pescados a lo largo del 2020; esto ha supuesto un incremento de su consumo en un 13,6% con respecto al año anterior. Los boquerones son uno de esos alimentos que tiene más ácidos omega-3 que el salmón, aunque tiene la mitad de grasas totales. Por cada 100 gramos, este pescado aporta 127 kilocalorías.