Sobre los mariscos y su efecto en la salud se suele hablar poco, básicamente, porque es un producto caro y, por tanto, hay pocas personas que se atiborren con ellos. De todas formas, más de una familia tirará la casa por la ventana estas Navidades y pondrá en su cena alguno de estos productos. En este sentido, los mariscos tienen un perfil similar al pescado azul: una proporción interesante de proteínas y de grasas cardiosaludables.
Ahora bien, se diferencian de estos pescados tan saludables en un aspecto que no es baladí: tienen una alta cantidad de colesterol en su composición. Que no cunda el pánico. Según Marián García, farmacéutica y nutricionista, si bien es cierto que el marisco puede elevar nuestro colesterol, "ni todos los tipos de marisco presentan cantidades escandalosas de colesterol, ni tiene por qué ser especialmente peligroso su consumo ocasional", escribe en esta entrada de su blog.
Precisamente, una de las cosas buenas del marisco es que contiene ácidos grasos omega-3 y esto permite contrarrestar el efecto negativo para el corazón del colesterol. Eso sí, Boticaria García —como se conoce a esta experta en internet— explica que maridar los mariscos con alcohol no es recomendable. "El hígado se encarga de metabolizar el alcohol y el colesterol. Si ingerimos cantidades importantes de ambos, se produce una sobrecarga", advierte la nutricionista.
Ocasiones especiales
Se trata de una mala noticia teniendo en cuenta que las Navidades también suponen un exceso en cuestión de bebidas alcohólicas. Sin embargo, la mayoría de los expertos no consideran un problema que, sólo durante estas fiestas, consumamos una mayor cantidad de marisco. En este artículo de EL ESPAÑOL, de hecho, se explica que podemos tomar entre 3 y 4 raciones de entre 120 y 180 gramos de marisco a la semana.
Esta recomendación está restringida a algunas personas, como quienes tienen una afección del riñón —que deben tener cuidado con el ácido úrico—, quienes tienen el colesterol alto —que deben moderar el consumo de de estos alimentos y evitar chupar la cabeza de algunos como las gambas y los langostinos—, las personas mayores, las embarazadas y, quienes padezcan problemas de tiroides —por el alto contenido de yodo—.
Los altos niveles de colesterol en sangre, o hipercolesterolemia, son un factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, tal y como dice Marián García en su libro El jamón de York no existe este factor está más relacionado con el consumo de grasas saturadas y trans. Por eso, puede ser más interesante para una persona con el colesterol alto tomar marisco que carne roja, que tiene colesterol y grasas malas.
Tres mariscos
De todas formas, Marián García ha señalado en su blog cuáles son los mariscos con una mayor tasa de colesterol en su composición. En este sentido, los crustáceos son los que más colesterol aportan: las gambas, los langostinos y las cigalas tienen, según la Fundación Española de Nutrición (FEN), 200 miligramos de colesterol por cada 100 gramos de alimento. Sin embargo, la mayor parte de este se encuentra en sus cabezas y, por tanto, si no las chupamos, el aporte de colesterol no será muy preocupante.
Por detrás se encuentran los cefalópodos y, entre ellos, destaca el calamar porque, al igual que los crustáceos anteriores, también tiene 200 miligramos de colesterol por cada 100 gramos. La Boticaria García, además, advierte de que los calamares tienen trampa porque muchas veces se sirven con mayonesa, una salsa relacionada con el sobrepeso. El pulpo o la sepia son opciones similares con un porcentaje menor de colesterol en la composición.
En último lugar, la experta señala a los moluscos dentro de los alimentos con más colesterol en su valor nutricional. Muchos de ellos tienen una cantidad baja de colesterol, pero entre ellos destaca el bígaro. Según la FEN, estos pequeños caracolillos cuentan con unos 105 miligramos de colesterol por cada 100 gramos de peso. En cualquier caso, los moluscos son "piezas muy pequeñitas, generalmente de consumo esporádico, con las que es más complicado alcanzar niveles preocupantes de colesterol", apunta Marián García.