A pesar de que los frutos secos se caracterizan por su elevada densidad nutricional, su riqueza en ácidos grasos saludables, y su potencial saciante, no son el alimento perfecto. De la misma forma que ocurre con otros alimentos muy recomendables para la salud, como son los pescados, los frutos secos no se librarían de contener ciertos niveles de metales pesados. Algunos, incluso en exceso.
Al menos esa sería la conclusión de un nuevo estudio llevado a cabo por los científicos de la Universidad de Bialystok, en Polonia, el cual se ha publicado recientemente en la revista Nutrients: todos los frutos secos contendrían ciertos niveles de metales pesados como arsénico, cadmio, plomo y mercurio, pero algunos de ellos pecarían de excesos.
Como bien recuerdan los autores, los frutos secos son ricos en proteínas, grasas mono y poliinsaturadas, fibra, vitaminas (folatos, tiamina y vitamina E) y minerales (magnesio y cobre), además de diversos antioxidantes. Si bien también son densos a nivel calórico, diversas investigaciones han llegado a la conclusión de que, lejos de contribuir al aumento de peso, los frutos secos pueden incluso colaborar en la pérdida del mismo. Pero, por otro lado, algunos estudios habrían sugerido que los frutos secos también podrían ser una fuente de exposición a elementos tóxicos, como los metales pesados.
Procedencia del metal
Se sabe que una exposición prolongada en el tiempo, incluso en pequeñas cantidades de metales pesados, puede ser peligrosa para la salud. Y la dieta sería una de las principales fuentes de esta exposición. En el caso de los frutos secos, los autores sugieren que existen numerosos factores gracias a los cuales podría existir una exposición a metales pesados: desde el mismo embalaje usado para comercializar los propios frutos secos hasta factores ambientales, características de los suelos, características climáticas y un largo etcétera.
Pero, como objetivo de estudio, su pretensión fue determinar la cantidad de cuatro metales pesados en especial en diez de los frutos secos más populares: arsénico, cadmio, plomo y mercurio. Para el estudio, se analizaronalmendras, nueces de Brasil, anacardos, avellanas, nueces de macadamia, cacahuetes, nueces pecanas, piñones, pistachos y nueces estándar. En total, se analizaron hasta 120 muestras de paquetes estandar de diferentes mercados.
Según los hallazgos del estudio, el contenido de metales pesados varió significativamente entre las muestras. De forma general, los frutos secos que contenían menos cantidades de metales pesados eran las almendras, nueces de Brasil, anacardos, avellanas y nueces estándar; por su parte, los frutos secos con mayores niveles de metales pesados eran las nueces de macadamia, cacahuetes, nueces pecanas, piñones y pistachos.
Arsénico, cadmio, plomo y mercurio
Respecto al arsénico, el fruto seco con un contenido medio más elevado era el pistacho, mientras que el más bajo fue la almendra. Sin embargo, los autores destacan los elevados niveles de arsénico en nueces pecanas, las cuales fueron importadas de los Estados Unidos. En otros estudios previos, las nueces estándar habrían sido las que más arsénico contenían, de forma similar a los pistachos.
Por otro lado estaba el cadmio y el fruto seco con el contenido más elevado fueron los piñones, mientras que el fruto seco con niveles más bajos fueron las nueces de macadamia. Destaca en especial una muestra de piñones importada de China, la cual poseía los mayores niveles de cadmio en comparación al resto de muestras analizadas. En estudios previos, sin embargo, las avellanas eran el fruto seco con el contenido más elevado, y las almendras y las nueces estándar, los frutos secos con menor contenido de cadmio.
Por su parte, en cuanto al plomo se refiere, destacaban los cacahuetes como el fruto seco con mayor contenido del mismo, mientras que las nueces pecanas eran las que menor cantidad de plomo poseían. Destacaba una muestra de nueces pecanas en especial con niveles extraordinariamente elevados de plomo, la cual también fue importada de los Estados Unidos. Como contraste, en estudios previos, las nueces de Brasil, nueces de macadamia y nueces pecanas eran las que mayores niveles de plomo poseían en todos los trabajos realizados. Sin embargo, en el presente estudio, solo hubo algunas muestras de estos tipos de nueces en especial que destacaron por sus elevados niveles de plomo, pero no eran la mayoría.
Para finalizar, se analizó el mercurio, detectándose que las nueces pecanas serían el fruto seco con mayores niveles de este metal pesado; por contra, la mediana más baja de mercurio la poseían las nueces de Brasil, y la concentración media más baja las nueces de macadamia. En este caso, los resultados sí eran similares a los de estudios previos.
Como conclusión, los autores del trabajo hacen hincapié en las diferencias en los niveles de metales pesados según la muestra analizada, dado que se estudiaron frutos secos importados de diferentes países y se realizó la mediana estadística entre sus niveles de metales pesados. Destacan, por un lado, que el plomo solo superó el límite de seguridad establecido en 9 de las muestras analizadas (7,5%), mientras que el 33% de las nueces pecanas analizadas poseían niveles de plomo extremadamente elevados. Aún así, recuerdan, no solo importa el contenido medio de metales pesados de cada fruto seco en cuestión, sino también la cantidad de consumo y el tiempo de consumo de los mismos. Por dicho motivo, sostienen que existe una clara necesidad de regulación y control por parte de las normativas oficiales europeas en cuanto a niveles máximos de metales pesados en los frutos secos se refiere.