El arándano rojo o "lingonberry" es un tipo de baya silvestre común en el hemisferio norte, muy conocido y consumido en América del Norte y Europa, aunque no tanto en España. De hecho, la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard la ha recomendado en numerosas ocasiones. Además de ser un alimento rico en antioxidantes, en países como Finlandia estos pequeños frutos también se usan como tratamiento activo contra infecciones por hongos.
Recientemente, un grupo de investigadores finlandeses ha decidido revisar los potenciales beneficios del arándano rojo, tanto como tratamiento como forma de mejorar el microbioma intestinal o incluso la inmunidad general. Sus hallazgos se han publicado recientemente en la revista Nutrients.
El arándano rojo, a nivel nutricional, se caracteriza por ser rico en vitamina A, vitaminas del grupo B, como la B1, B2 y B3, vitamina C, potasio, calcio, magnesio, fósforo y diversos tipos de polifenoles, incluyendo flavonoides (antocianinas, flavonoles y catequinas), además de ácidos fenólicos, lignanos, estibenos (resveratrol) y proantocianidinas. De hecho, las antocianinas serían los antioxidantes más destacables en este caso.
Según comentan los autores de la revisión, los polifenoles en general, y los presentes en el arándano rojo en particular, poseerían efectos anticancerosos, antimicrobianos y antiinflamatorios.
Algunos trabajos, en ambiente de laboratorio, han demostrado que el jugo de arándano sería capaz de inhibir el crecimiento del cáncer de lengua, un efecto similar al observado en la curcumina. También se habrían visto efectos de inhibición sobre otros tipos de cáncer como el cáncer de mama, colon y cuello de útero.
Por otro lado, el arándano rojo también habría demostrado poseer efectos antimicrobianos, aunque en este caso la evidencia es limitada, y también en ambiente de laboratorio. En esas cricunstancias, el arándano rojo parece ser capaz de frenar las infecciones por virus, y también parece tener efectos sobre determinados grupos de bacterias y hongos.
Por su parte, dada la gran cantidad de polifenoles que contienen los arándanos rojos, también se habrían estudiado sus diversos efectos beneficiosos para la salud. En este aspecto los investigadores hablan sobre efectos neuroprotectores y antiinflamatorios en general, tales como mejoras en la cicatrización de heridas o reparación de tejidos al frenar la inflamación de forma más precoz.
Incluso se mencionan efectos anti-aterotrombóticos de los arándanos, es decir, reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular, pero de momento solo en ratones. En humanos, los estudios son escasos, y la mayoría son con mezclas de frutos rojos que incluían arándanos rojos.
Algunos estudios sugerirían que los arándanos rojos o su jugo serían capaces de controlar los niveles de azúcar o glucosa tras las comidas, mejorar la respuesta de la insulina y también colaborar en la respuesta inflamatoria general.
Curiosamente, existe un estudio donde se usó jugo concentrado de arándano rojo sin fermentar como enjugague bucal dos veces al día durante diez días, pero tuvo que detenerse por un aumento significativo de infección por el hongo Candida debido a la alta cantidad de azúcar natural de dicho jugo.
Cuando se redujo la cantidad de azúcar, sí se pudo comprobar objetivamente que los arándanos rojos tendrían propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias. Eso sí, siempre que se fermente previamente y se reduzca su contenido de azúcar.
En estudios sucesivos, siempre con arándano rojo o jugo fermentado sin azúcar o con una mínima cantidad del mismo, se ha seguido comprobando un beneficio para la salud oral y general en humanos, y de hecho se usa hoy en día como enjuague bucal.
Incluso se han objetivado beneficios frente a otros microorganismos patógenos bacterianos capaces de provocar enfermedades dentales y periodontales, como el género Streptococcus.
Y, por otro lado, parece que el arándano rojo no afectaría a microorbanismos beneficiosos, como es el caso del género Lactobacillus, algo que a su vez ayudaría a hacer frente a infecciones por microorganismos patógenos, dado que Lactobacillus puede seguir creciendo aún tomando arándanos rojos.
Así pues, como conclusión final, los autores de la revisión sugerirían que los arándanos rojos serían beneficios para los humanos, sobre todo aquellos con factores predisponentes para sufrir enfermedades dentales u orales.
Pero, eso sí, recuerdan que los arándanos rojos o el jugo natural de los mismos contienen una cantidad considerable de azúcar de forma natural, por lo que solo su forma fermentada daría lugar a los mencionados efectos antimicrobianos y antiinflamatorios.
Aún así, puntualizan, serían necesarios más estudios aleatorizados y cegados en humanos para estudiar efectos sobre la saliva, las caries dentales y la enfermedad periodontal en general.