Hay quien puede suponer que el té rooibos es solo una variedad de té, como puede ser el té rojo. Y es que, aunque el nombre pueda confundir, no todo es lo que parece. El rooibos proviene de un arbusto de origen africano, la Aspalathus linearis, diferente a la del té, que se obtiene de la variedad Camelia Sinensis.
Si bien, la diferencia fundamental es que el rooibos es una infusión sin teína, que suele consumirse para relajarse y se convierte en una opción alternativa a las propiedades excitantes que pueda tener el té verde, por ejemplo.
Como señala Miguel A. Lurueña, doctor en Tecnología de los Alimentos y divulgador, es además el primer alimento africano en ser reconocido con una Denominación de Origen Protegida (DOP) en la Unión Europea. Esto quiere decir que no podrá comercializarse ningún producto con este nombre que no haya sido producido en Sudáfrica bajo las condiciones recogidas por la norma de calidad.
El té rooibos se hizo popular por los holandeses que residían en Sudáfrica en el siglo XVIII y buscaban una alternativa más económica que el té negro. Si bien, no fue hasta 1930 cuando se comenzó a comercializar. Hoy en día, la planta de la que se obtiene el té rooibos crece en condiciones duras y suelos ácidos. Su cosecha y procesado es similar a la del té: se hace a mano, se clasifica, se corta y finalmente se fermenta para que desarrolle su color rojizo.
Entre otras cosas, esta infusión presenta un color rojizo -similar a la del té rojo-, con un aroma afrutado y un sabor dulce. Pero además, esta bebida relajante, tiene beneficios para la salud parecidos a los del té. A esta bebida se le atribuyen propiedads como que ayuda a mejorar el sistema circulatorio, tiene un efecto antioxidante y es muy beneficioso protegenos de infecciones intestinales o problemas de garganta.
Además, el conocido como té africano tiene un efecto muy positivo en la piel, porque tiene propiedades calmantes. Hay que tener en cuenta que, a diferencia del té, no contiene cafeína ni alcaloides semejantes, lo que hace que esta infusión pueda ser consumida por todo el mundo.
Los beneficios de tomar infusiones a diario
Que el té rooibos no sea un té propiamente dicho, no quiere decir que no sea beneficioso para el organismo. Las infusiones ayudan a mejorar la digestión y a que el cuerpo elimine las sustancias de deshecho que le hacen mantenerse sano. Ahora bien, dependiendo de cuál consumamos obtendremos unos beneficios u otros en nuestro organismo.
Bien es sabido que las infusiones tienen un poder calmante. En este sentido, bebidas como la manzanilla se recomiendan para trastornos digestivos; la melisa o la tila para calmar nervios o estados de ansiedad; o la salvia, por ejemplo, para estimular el sistema circulatorio.
En el caso del rooibos, al ser rico en antioxidantes, contribuye a reducir el envejecimiento celular y tiene propiedades antiinflamatorias y antivirales, por lo que también es muy beneficioso para el sistema nervioso e inmunitario, así como para prevenir la anemia y mejorar el nivel de hierro en sangre.