La industria de los suplementos alimenticios ha encontrado en los últimos años un mercado muy lucrativo en constante expansión. A nivel mundial, algunos informes señalan que el mercado se sitúa en el entorno de los 120 mil millones de dólares, con unas cifras de crecimiento anual en los últimos años del rango del 6%.
En España, según un estudio de la OCU, un 30% de la población afirma que consume algún tipo de suplemento nutricional, con diversos objetivos, tales como prevenir algunas enfermedades o perder peso, por señalar solo algunos ejemplos. Esto supone la existencia de un mercado que mueve alrededor de 920 millones de euros cada año, según datos de la Asociación de Empresas de Dietéticos y Complementos Alimenticios (AFEPADI).
A pesar de que estos datos confirman la enorme popularidad de este tipo de productos, existen voces muy críticas que afirman que algunos de ellos no solo no son tan saludables como se cree, sino que, podrían ser muy perjudiciales. En esta línea, un comunicado reciente de la Escuela de Medicina Harvard ha señalado tres de estos suplementos cuyo consumo puede poner en riesgo la salud de nuestro corazón.
Levadura roja de arroz. Como todas las levaduras, se trata de un hongo unicelular que se obtiene a partir de la levadura (Monascus purpureus) cultivada en arroz blanco. A lo largo de la historia, ha sido un alimento muy importante en Asia y se ha utilizado en la medicina tradicional china. La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) asegura que "el consumo de 10 miligramos al día de monacolina K, procedentes de la fermentación de la levadura roja de arroz, contribuye al mantenimiento de concentraciones normales de colesterol en sangre".
Esta afirmación por parte de esta agencia europea, ha provocado que, desde un tiempo a esta parte, los suplementos de levadura de arroz rojo se hayan puesto de moda. Sin embargo, son muchas las voces que lo ponen en duda. "Los expertos advierten de los peligros de la autoprescripción: cada suplemento lleva una dosis diferente y algunos, incluso, pueden ocasionar problemas de salud", señalan desde la Fundación Española del Corazón.
Una advertencia que va en línea con el comunicado de Harvard. "Algunos productos tienen poco o nada del ingrediente activo, y otros tienen la misma cantidad que una dosis baja de prescripción médica. Eso puede estar bien si no está tomando una estatina, pero si lo está, podría estar ingiriendo demasiado medicamentos; que pueden causar dolor muscular o incluso una degradación muscular potencialmente mortal que puede dañar otros sistemas del cuerpo ", dice el Dr. Pieter Cohen, profesor asociado de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard.
L-arginina. Otro de los suplementos señalados por Harvard. En este caso, se trata de un aminoácido necesario para que el cuerpo produzca proteína. Además, es componente básico del óxido nítrico, una molécula que ayuda a relajar y abrir los vasos sanguíneos.
El cuerpo humano produce L-arginina de forma natural y, además, puede obtenerse a partir del consumo de diferentes alimentos, como carnes rojas, aves, pescado y productos lácteos, nueces y semillas. Sin embargo, los suplementos de L-arginina son muy populares y se comercializan como una ayuda para aumentar la circulación, disminuir la presión arterial y facilitar la erección.
Es cierto que existen estudios que apuntan a que su consumo puede reportar algunos beneficios, pero su ingesta no está exento de riesgo y puede provocar puede provocar efectos secundarios, entre ellos, dolor e hinchazón abdominal, náuseas, diarrea, dolor de cabeza y sensación de debilidad
Además, el comunicado de Harvard apunta directamente a los riesgos de las personas que sufren dolencias cardiacas. El motivo se encuentra en un estudio que la L-arginina puede hacer que la presión arterial baje demasiado si ya está tomando medicamentos para tratar la afección. "Si está tomando anticoagulantes, puede aumentar el riesgo de hemorragia. Y si está tomando inhibidores de la ECA, es posible que aumenten sus niveles de potasio", señala.
Suplementos de ajo. Desde siempre, se ha considerado que comer ajo es algo muy saludable. Una afirmación que la ciencia ha demostrado en múltiples ocasiones. Existen estudios que señalan que gran parte de sus beneficios son causados por compuestos de azufre que se forman cuando se pica, tritura o mastica un diente de ajo.
En este sentido, los suplementos de ajo se comercializan con la promesa de reducir los niveles de colesterol y la presión arterial. Algo que algunos pequeños estudios avalan. Sin embargo, como en los casos anteriores, su consumo puede suponer algunos riesgos. WLos suplementos de ajo pueden aumentar los niveles y los efectos de algunos medicamentos para la salud del corazón, como los anticoagulantes (que causan sangrado), los medicamentos para reducir el colesterol (que causan daño muscular) y los medicamentos para la presión arterial (que causan descensos peligrosos de la presión arterial)", afirma el comunicado de Harvard al respecto.
Un consumo seguro
Es común que estos productos, que pueden incluir vitaminas, minerales, aminoácidos, ácidos grasos esenciales, fibra, diversas plantas o extractos de hierbas, se comercialicen con denominaciones como "suplementos alimenticios", "suplementos nutricionales" o "suplementos dietéticos". No obstante, en nuestro país, la denominación legal correcta para todos estos productos es "complementos alimenticios".
Es en el Real Decreto 1487/2009, por el que se traspuso la Directiva 2002/46/CE del Parlamento Europeo, donde les define como "los productos alimenticios cuyo fin sea complementar la dieta normal y consistentes en fuentes concentradas de nutrientes o de otras sustancias que tengan un efecto nutricional o fisiológico, en forma simple o combinada, comercializados en forma dosificada, es decir cápsulas, pastillas, tabletas, píldoras y otras formas similares, bolsitas de polvos, ampollas de líquido, botellas con cuentagotas y otras formas similares de líquidos y polvos que deben tomarse en pequeñas cantidades unitarias".
Es cierto que en muchas ocasiones, los suplementos pueden aportar innegables beneficios a nuestra salud. Sin embargo, también lo es que en no pocas ocasiones se ha puesto en duda tanto sus propiedades como, incluso, su seguridad. Unas dudas que aumentaron a raíz de la muerte de una mujer como consecuencia de una dosis excesiva de ácido lipoico, un suplemento alimenticio para quemar grasa.
De hecho, desde las autoridades se aconseja que siempre que sea posible se opte por obtener los nutrientes necesarios sin necesidad de recurrir a ellos. "En circunstancias normales, una dieta equilibrada y variada aporta todos los nutrientes necesarios para mantenernos sanos", señalan desde la Comunidad de Madrid, si bien reconocen que en algunos casos "podría no ser así para todos los nutrientes y para todos los grupos de población, como por ejemplo, en el caso de mujeres embarazadas, personas con poco acceso a la luz solar o personas vegetarianas".
Una visión que comparte la OCU. "Una dieta variada y rica en alimentos frescos hace que sea totalmente innecesario tomar este tipo de suplementos, que únicamente son necesarios cuando existe una patología concreta y un profesional médico que lo aconseje", señalan desde esta entidad.
En cualquier caso, existen algunas recomendaciones, como este Decálogo para un consumo responsable de los complementos alimenticios, elaborado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, cuya observancia puede ayudar al consumo responsable y seguro de productos de estas características.