No cabe duda que somos cada vez más conscientes de la importancia que tiene cuidarse y mantener un peso adecuado. Y sí, también en España, a pesar de las cifras de sobrepeso y obesidad. Por ejemplo, ahora que vienen la Navidad, sabemos que irremediablemente, vamos a cometer algunos excesos, pero al menos somos conscientes, que no es poco.
Sin embargo, hay otras veces en que somos demasiado estrictos con nosotros mismos y pensamos que, por ejemplo, debemos eliminar o reducir lo máximo posible las grasas de nuestra dieta para no engordar. Pero esto no es del todo así. Hay ciertos productos y alimentos que aunque sean grasos, debemos incluirlos en nuestra alimentación y podemos además, relajarnos un poco con las cantidades, es decir, no obsesionarnos tanto con las calorías o las proporciones.
Y es que no todas las grasas se comportan igual en el cuerpo. Son las llamadas grasas saludables (las grasas instauradas) las que debemos incluir de forma diaria y semanal en nuestra dieta, más aún si estamos en un proceso de pérdida de peso. Mientras, las grasas saturadas las que no deberían superar el 10% del total de las calorías diarias, pero aunque sea en menor cantidad, también son necesarias.
No afectan igual
"Es muy difícil que sean las llamadas grasas saludables lo que nos haga engordar porque tienen una estructura física que no es la mejor para que el cuerpo las guarde. El cuerpo almacena muy bien las grasas saturadas (carne roja, embutidos, quesos maduradas, alimentos procesados, etc.), en cambio le cuesta más almacenar las grasas saludables. Si hubiera un exceso muy exagerado, sí que se acabaría acumulando una parte, pero es realmente difícil que engordemos con estas grasas", afirma a EL ESPAÑOL Laura Arranz , profesora de la Universidad de Barcelona (UB) y doctora en alimentación y nutrición.
Del mismo modo, la dietista-nutricionista Andrea Calderón explicaba en este artículo, que no todas las calorías engordan o afectan de igual forma al organismo, depende de la fuente de la que proceden y de la calidad nutricional que tenga el alimento. Así, no afectan igual las calorías procedentes de una grasa saludable, como puede ser un puñado de frutos secos o un chorro de aceite de oliva virgen para aliñar, que las grasas de mala calidad procedentes por ejemplo de los productos precocinados.
Es decir, será mucho peor tomarnos un precocinado o un ultraprocesado que una ensalada con aguacate y aceite de oliva, ambas grasas, pero grasas saludables y por ende buenas, necesarias y recomendadas para nuestra salud cardiovascular.
Difícil excederse
Una de las recomendaciones del patrón de dieta mediterránea es usar el aceite de oliva para todos los usos culinarios, es decir, para cocinar y para aliñar. Es más, el aceite de oliva ha demostrado, y con creces, ser un aliado para el corazón.
Según cuenta Arranz, en uno de los trabajos que se hizo dentro del estudio Predimed (Prevención con Dieta Mediterránea) se observó que "no había un aumento de peso en las personas que tomaban aceite de oliva en mucha cantidad -dentro de un experimento- sino que al revés, controlaban mejor el peso". No obstante, según las recomendaciones, lo ideal sería usar dos-tres cucharadas de aceite en crudo, tal y como apuntaba a EL ESPAÑOL Javier Aranceta, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública.
Igual pasa con los frutos secos. "Es cierto que si los comemos en un exceso muy grande, una parte se acumulará, pero es muy difícil pasarnos con los frutos secos", asegura Arranz. Aunque es necesario puntualizar. "Si tienen sal, es más fácil pasarse porque comemos más, por lo que es importante tomarlos al natural por dos motivos: para tomar raciones más moderadas y porque el exceso de sal sería también un problema de salud".
Lo recomendable es tomar al día una cantidad de más o menos unos 25 gramos, que equivaldría a un puñadito, "pero no pasa nada porque un día nos tomemos dos. Es mucho mejor este exceso que no un exceso de algo dulce o de grasas saturadas", insiste Arranz.
Otros alimentos que contiene grasas saludables y que debemos tomar con frecuencia es el pescado azul, que es recomendable al menos una o dos veces a la semana, siendo mejor elegir piezas de pequeño tamaño, y el aguacate que, si queremos, podemos tomar uno al día.
No obstante, es importante tener en cuenta las cantidades recomendadas de todos estos alimentos que contienen grasas saludables y controlar, en general, las raciones de los platos y de cada grupo de alimentos, más aún si estamos en un proceso de pérdida de peso. Pero no pasa nada porque en ocasiones nos pasemos con estas grasas saludables, porque como insiste y finaliza Arranz, "no son precisamente éstas las que nos hacen engordar. Tendría que haber un gran exceso".