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    ¿Opciones sanas a la hora del vermú?

    El aperitivo, una de las actividades favoritas de los españoles y que además no es muy cara, puede convertirse en una de las principales amenazas a la hora de mantener el peso y evitar el consumo de alimentos poco saludables: las galletitas saladas, las patatas fritas o tapas que son muy calóricas y grasas, como los callos o los embutidos. Lo bueno, es que siempre hay opciones de picoteo sano: aceitunas, pepinillos, guindillas, un puñado de frutos secos… 

    Pero más allá de estas opciones, hay tapas más elaboradas y típicas de diferentes puntos de la geografía española que no cuentan con muchas calorías y que tienen un perfil nutricional interesante o, al menos, no son una bomba para la salud. El estudio El valor nutricional del aperitivo, elaborado por la Fundación Española de Nutrición, recoge algunas de estas tapas típica y ricas para picar a la hora del vermú.
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    Papas arrugás con mojo picón

    Si hay una elaboración típica de Canarias son las papas arrugás con mojo picón. Si se toma una tapa (una patata) se estarán consumiendo 142 Kcal y 8,4 gramos de grasa, pero ¿es una tapa sana al estar hecha a base de patata?

    La patata es un alimento que se puede incluir a diario en una dieta sana y que es interesante nutricionalmente. Lo importante es cómo se cocinan: hay que evitar freírlas y tratar de hacerlas al vapor, cocidas, al horno, al microondas… requisito que cumplen las papas arrugás, ya que son cocidas. Es un alimento fuente de hidratos de carbono complejos y destaca su contenido en potasio y vitamina C y B6.

    En cuanto al mojo picón, verde o rojo en función de los ingredientes utilizados, si es casero no hay problema. Para hacer el colorado, se machacarán cominos, guindilla, ajos pelados. A esto se le añade sal, pimentón y aceite de oliva, también un poco de vinagre y agua. Todos los ingredientes se remueven hasta que la mezcla esté bien ligada. Por tanto, la mayor parte de las grasas de esta tapa son saludables, ya que las aporta el aceite de oliva.
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    Banderillas

    Los encurtidos (pepinillos, aceitunas, cebolletas...) son unas de las tapas más sencillas, tradicionales y sanas que encontrarás a la hora del aperitivo. Para elaborar una banderilla solo hay que coger un palillo e insertar los ingredientes: cebolleta, pimiento morrón, guindilla picante, pepinillo en vinagre y aceituna sin hueso. Una baderilla aporta 36 Kcal y 2 gramos de grasa.

    Tienen muy pocas calorías y contienen vitaminas entre las que podemos destacar la C. Además, su consumo en crudo ayuda a evitar pérdidas de vitaminas. Solo hay que tener ojo con el contenido en sal.
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    Pulpo a la gallega

    El plato tradicional por excelencia de Galicia que además de riquísimo es saludable. Los dos ingredientes principales, el pulpo como la patata, son cocidos en polbeiras o pulperas, una de las formas de cocinar más sanas. Una vez que están en su punto se sazonar con pimentón y aceite de oliva. Una tapa (medio plato de postre) aporta 138 Kcal y 8,6 gramos de grasa.

    Acabamos de destacar los beneficios de la patata si se elabora de forma adecuada. Por su parte el pulpo, según la FEN, tiene pocas calorías y su contenido de colesterol es relativamente bajo en comparación con el resto de los moluscos. Destaca su aporte en 

    minerales como el selenio y vitaminas como la niacina (vitamina B3).

    El pimentón es el polvo que resulta del pimiento rojo una vez que se ha desecado y molido. Según la FEN, destaca por su contenido en b-caroteno, que en el organismo se transforma en vitamina A. También contiene licopeno, "con gran poder antioxidante"; capsaicina, que ayuda amantener los niveles de colesterol y triglicéridos, y a estimular la circulación. También fibra, hierro y vitamina K.
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    Anchoas del Cantábrico

    Se trata de una tapa nutritiva. Las anchoas, un pescado azul que se aconseja incorporar a la dieta, destacan por su contenido en ácidos grasos omega-3 y proteínas. También son ricas en minerales como el selenio y el fósforo. Según la Fundación Española del Corazón, hay que tomar al menos 2 raciones de pescado azul a la semana, ya que "reduce los factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular".

    Si a la tapa se le añade queso aportará proteínas de muy alto valor biológico, minerales como el calcio y vitaminas como la D, ambos nutrientes deficitarios en la población española, según señala la FEN. Hay que recordar, que dado el contenido del queso en grasa saturada y sal, hay que limitar su consumo (los frescos tienen menos grasa que los curados).

    Dicho todo esto, una tapa compuesta por una rebanada de pan, dos anchoas en aceite y una loncha de queso aporta 129 Kcal y 3,6 gramos de grasas totales. Los filetes de anchoas del Cantábrico tienen un gran prestigio, aunque como señala la OCU no es complicado que nos den gato por liebre con este producto. 
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    Bacalao al pil-pil

    Se trata de un plato tradicional de la cocina vasca a base de bacalao, aceite de oliva, ajo y guindillas. Una tapa (un cuarto de filete pequeño) aporta 70 Kcal y 5,2 gramos de grasas, por lo que resulta una opción a tener en cuanta a la hora del aperitivo si se quiere cuidar el peso y la salud.

    El bacalao es un pescado blanco bajo en calorías (ya que acumula la grasa en el hígado, no en los músculos), rico en proteínas de alto valor biológico y fuente de minerales y vitaminas como el selenio y la vitamina B12. La salsa "al pil-pil" tiene como ingredientes principales el aceite de oliva y el ajo, ambos incluidos dentro del patrón de dieta Mediterránea. 

    No obstante, aunque la grasa que aporta el aceite es buena para la salud, no hay que pasarse de cantidad. "Aunque es saludable, no debemos olvidar que se trata de una grasa y, como tal, es altamente calórica", señaló Daniel Ursúa, dietista-nutricionista y autor del blog Nutrihabits.
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    Pincho de champiñones

    Tapa elaborda principalmente con champiñones frescos y aderezada con jamón serrano. También se elabora con ajo, aceite de oliva y sal. Un pincho de 3 champiñones medianos y 1 rebanada de pan aporta 143 Kcal y 6,7 gramos de grasas. 

    Según el estudio de la FEN, se trata de una tapa con un buen contenido de micronutrientes, entre los que destacan minerales como selenio -con actividad antioxidante en el organismo-, y fósforo -uno de los minerales más abundante en el cuerpo-. También contiene vitaminas, entre las que hay que destacar la riboflavina y la niacina.