Revueltos, fritos, cocidos… los huevos de gallinas pertenece a ese grupo de alimentos básicos en las cocinas españolas que son muy versátiles y que están presentes en diversas preparaciones tradicionales. Desde la internacionalmente famosa tortilla de patatas, pasando por los huevos rotos, revueltos con verduras o coronando un fresquito salmorejo cordobés. Además, se trata de un alimento rico en proteínas, bajo en calorías, y una fuente importante de aminoácidos esenciales, ácidos grasos, vitaminas y minerales. Pero a pesar de ser archiconocidos, los huevos a veces nos sorprenden. Por ejemplo, cuando aparecen dos yemas dentro un ejemplar. Entonces, puede asaltar la duda, ¿se puede comer o es mejor tirarlo?
Para entenderlo, hay que explicar cómo se forma un huevo. A grandes rasgos, lo primero que se forma en el interior del organismo de la gallina es la yema, que se desarrolla en el ovario. Después, la yema de desplaza por un conducto, llamado oviducto, que conecta el ovario con el útero del ave. Es entonces cuando se forma la clara. Cuando llega al final de este canal, el interior del huevo ya está completamente formado y listo para entrar en el útero. En este órgano se formará la cáscara. Llegados a este punto, ¿cómo se explica que el huevo tenga dos yemas?
Como explica en Twitter Miguel Ángel Lurueña, divulgador y doctor en Ciencia y Tecnología de Alimentos, este fenómeno poco común, pero que tampoco es complicado de ver alguna vez, ocurre "cuando se producen dos ovulaciones simultáneas", es decir, cuando el ovario de la gallina expulsa dos yemas a la vez. Entonces, ambas seguirán el camino explicado hasta ser encapsuladas dentro de la misma cáscara. En ocasiones excepcionales, incluso puede haber tres yemas. Pero, ¿por qué le sucede esto a la gallina?
Se trata de un fenómeno que suele estar relacionado con los desajustes hormonales asociados a la edad de las gallinas, como también le sucede a los humanos. Por eso, estos huevos con dos yemas los ponen principalmente gallinas jóvenes o gallinas que están cerca de llegar al final del ciclo de producción de huevos, según explican desde el blog de Granjas Redondo, una granja de huevos abulense.
Dicho esto, ¿se pueden comer estos huevos con tranquilidad? Desde esta empresa señalan que el consumo de los huevos de doble yema "es tan seguro como el de cualquier otro". Lurueña lo corrobora: "No hay problema alguno en comerlos", dice en su perfil de Twitter.
No obstante, desde Granjas Redondo explican que a veces los productores prefieren descartar estos huevos. "Generalmente, una doble yema se ve reflejada en un peso por encima de lo habitual, lo que los distingue con claridad en los procesos de selección. Incluso existen empresas en algunos países que han probado a comercializar por separado estos huevos" señalan. Por su parte, Lurueña añade que estos huevos de doble yema pueden tener una cáscara más fina de la cuenta, sobre todo los que ponen las gallinas más viejas.
Con todo esto, si alguna vez al cascar un huevo nos sorprenden dos yemas, la única opción es relajarse y disfrutar de su sabor extra. Además, hace tiempo que la evidencia científica desmintió la mala fama del huevo que le relacionaba con un mayor riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. Se pueden tomar a diario, dentro del contexto de una dieta sana, sin que esto tenga consecuencias negativas para la salud. ¡Buen provecho!.