De entre todas las especias conocidas, posiblemente la cúrcuma sea una de las más estudiadas, con más de 9.000 referencias bibliográficas en Pubmed, la gran base de datos científica más conocida y utilizada.
La cúrcuma es el nombre de la especia anaranjada procedente de la planta Cúrcuma Longa, pero en realidad es la curcumina, su compuesto activo, la parte más importante de toda esta historia.
Tanto la curcumina como otras especias como el jengibre han demostrado cierto potencial antiinflamatorio, que pod´ria compararse a algunos fármacos muy usados, conocidos y estudiados como el ibuprofeno. Sin embargo, el consumo y absorción de la cúrcuma es algo más complicado. Para lograr algún efecto en ese sentido, mezclarla con pimienta negra podría ser un factor clave.
Qué sabemos sobre la cúrcuma
La cúrcuma, también conocida como "oro indio", ha demostrado reducir la inflamación gracias a su potencial como inhibidor del compuesto kappaB, el cual se ha relacionado con un estado proinflamatorio corporal.
¿Qué efecto tendría en comparación con los fármacos? En el caso del ibuprofeno, se estudió el uso de una dosis máxima de 1200 mg diarios frente a 1500 mg diarios de extracto de cúrcuma, con resultados similares. Por su parte, en el caso del diclofenaco se usaron dosis de 50 mg frente a 500 mg de extracto, con similar éxito.
Como sucede con cualquier sustancia, la dosis es importante. A pesar de que la cúrcuma sea una especia natural, eso no implica que pueda consumirse sin límites, aunque parece demostrar mejor seguridad y tolerancia que los mencionados fármacos antiinflamatorios.
También se ha estudiado el potencial del extracto de cúrcuma en diversas enfermedades, todas ellas con un componente inflamatorio de base y sin un tratamiento curativo. Por ejemplo, el alzhéimer, el párkinson o la depresión. Sin embargo, usar fármacos antiinflamatorios en todos estos casos no solo no está indicado, sino que tampoco sería médicamente factible mantenerlos a largo plazo por sus diversos efectos adversos.
De hecho, algunos trabajos incluso han relacionado la cúrcuma con un potencial anticancerígeno, favoreciendo la apoptosis o muerte celular de las células cancerígenas de forma selectiva. Una revisión reciente sobre el tema, publicada durante el pasado año 2019 en el International Journal of Molecular Sciences analizó el papel del extracto en multitud de cánceres.
Llegaron a la conclusión de que la curcumina tendría un enorme potencial para ser usada como tratamiento, tanto en solitario como en combinación con otros fármacos anticancerígenos. En algunos casos se llegó a usar hasta 8 g de curcumina al día, presentando efectos adversos a nivel analítico a dosis superiores, y diarrea aguda en muchos casos si se excedía tal dosis.
Por su parte, la cúrcuma también se ha relacionado con una reducción del riesgo cardiovascular mediante varios mecanismos, incluso como prevención secundaria, es decir, tras haber sufrido ya un infarto. Una revisión reciente, también publicada durante 2019, vuelve a incidir en el papel cardioprotector de la curcumina contra los infartos.
Consumirla con pimienta negra
Sin embargo, la cúrcuma, o particularmente la curcumina, que es el compuesto activo de la especia y el que suele usarse para realizar los estudios en su forma aislada, presenta siempre y de forma repetida el mismo problema: su absorción por parte del organismo humano es pobre
La curcumina necesita ser consumida junto a otras sustancias para poder ser usada correctamente en su forma activa. Por ello, se suele aconsejar el consumo de cúrcuma con pimienta negra, la cual contiene piperina, y ha demostrado aumentar la absorción y biodisponibilidad de otros compuestos.
Aún así, cabe destacar que lograr todos los efectos anteriores tomando tan solo cúrcuma y pimienta de forma natural es algo muy complicado. Se requerirían varios gramos de ambas especias, dado que ni la cúrcuma es 100% curcumina, ni la pimienta negra es 100% piperina, sino que ambos componentes se encuentran en cantidades menores dentro de las mismas.
Los estudios usan componentes aislados, pero no suelen estudiar la toma de especias tal y cómo se usarían comúnmente en cualquier receta culinaria. De hecho, actualmente se suelen comercializar diversos suplementos que contienen de forma conjunta curcumina junto a piperina con el objetivo de mejorar dicha absorción.
Así pues, el consejo lógico para obtener algún beneficio por parte del consumo de cúrcuma típica, a nivel culinario, sería combinarla con pimienta negra en las recetas pero en bajas cantidades. Además, también se ha reportado una mejor absorción de este compuesto activo cuando se consume cúrcuma junto a grasas saludables, como aceite de oliva o aguacate.
No se lograrán los mencionados beneficios de los estudios, pero sí se mejorará el mencionado estado proinflamatorio típicamente asociado a la actual dieta Occidental. Enriquecer la alimentación diaria siempre será mejor opción que consumir cualquier tipo de suplemento.