Tanto los yogures como los quesos envasados, sobre todo los conocidos como quesos tiernos, suelen llevar consigo una fina capa de líquido en la parte superior. Y la gran mayoría de consumidores, incluso desde la infancia, suelen verterlo al fregadero pensando que no debe consumirse porque se trata de algún tipo de líquido protector artificial sobre el producto, o porque va a empeorar el sabor del producto.
Esto se trata de un error. Este líquido debería consumirse junto al yogur, o al menos mezclarlo con el mismo, dado que posee un gran interés a nivel nutricional. Habitualmente apenas tiene sabor, por lo que no tendría por qué molestar a las papilas gustativas por su acidez. Se trata de líquido rico en proteínas, tratándose de suero de leche muy similar a la proteína en polvo pura que suele venderse en forma se suplementos.
Esencialmente, el suero es proteína líquida, la cual se produce cuando la leche se cuaja y se cuela. Se considera una proteína completa, dado que tiene los nueve aminoácidos esenciales, y es muy preciado en preparaciones proteicas en general, como las mencionadas proteínas en polvo fabricadas precisamente en base a este suero.
Existen dos tipos de suero:
Suero ácido: Es la proteína que se extrae del yogur y los quesos suaves, como la ricota y el requesón.
Suero dulce: Es la proteína derivada de la producción de quesos duros, como el queso suizo o el cheddar. Este es el suero que se usa para la fabricación de los mencionados suplementos de proteínas en polvo.
En general, el suero tiene muchos beneficios. Es una sustancia baja en grasas y colesterol, rica en calcio y vitaminas B, muy bajo en lactosa, y rico en proteínas completas. Además, suele dar un sabor característico a los yogures. Y también contiene probióticos.
Para consumirlo, es tan fácil como beberlo antes de comer el mismo yogur, o simplemente mezclarlo con el mismo si la textura no es de nuestro agrado. En el yogur griego en particular no existe un exceso de suero, por lo que sería el más conveniente si se quiere evitar el consumo por separado o la mezcla, por la razón que sea.
Ese líquido, como explicaba a EL ESPAÑOL Gemma del Caño, farmaceútica, especialista en seguridad alimentaria y divulgadora, está ahí por algo, forma parte del yogur y, además, es rico en dos tipos de proteínas, calcio y fósforo, por lo que sería conveniente que no acabase en el fregadero.
"Las cantidades no son elevadas comparadas con el resto del yogur, aunque estando ahí, podemos completar el yogur si lo incluimos", asegura Del Caño. "Forma parte de este alimento, que ya tiene beneficios por sí mismo, y esto es quitar una parte", insiste.
Tal y como explica Del Caño, el suero es técnicamente un "exudado transparente". ¿Cómo aparece en el yogur? ¿Por qué unos lo tienen y otros no? Las causas pueden ser varias. Por lo general, se libera por la acción del tiempo o la temperatura, y no ocurre sólo en el yogur.
También aparece así en el queso fresco o en el queso para untar. "Está compuesto por el agua que se libera de la red que se ha formado al coagularse la leche y contiene dos proteínas: alfa-lactoglobulina y beta-lactoglobulina, además de calcio y fósforo", explica Del Caño.
Para próximas ocasiones, es muy recomendable no tirar el suero al fregadero. Es como tirar a la basura proteínas completas, un sacrilegio nutricional.
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