A las puertas de un nuevo episodio de lluvias y descenso anómalo de temperaturas, hasta 10ºC por debajo de lo habitual para esta época del año en España, los días de calor asfixiante sin tregua parecen haber quedado atrás. Especialmente si recordamos que en 2023 ya habíamos alcanzado los 40ºC en amplias zonas para estas fechas, mientras que la primavera de 2024 ha estado marcada por fenómenos como la Semana Santa más lluviosa en décadas. Los datos, sin embargo, dicen lo contrario.
La realidad es que la Tierra lleva inmersa en un calentamiento extremo que la ha llevado a batir mes a mes once récords ininterrumpidos. El límite al incremento de temperatura establecido por el Acuerdo de París -1,5°C con respecto a la era preindustrial- lleva un año superándose. Según confirma el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S) de la Unión Europea, nuestro continente está en el epicentro. España, no obstante, parece experimentar cierta desaceleración.
Así, 2024 arrancó con el enero más cálido en nuestro país según los registros históricos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Sin embargo, febrero ya fue el segundo en el podio, y tanto marzo como abril han sido respectivamente los sextos. La anomalía de calor sigue estando presente, pero no parece que se vayan a repetir los máximos de 2023, el más cálido hasta la fecha. Los meteorólogos piden prudencia, sin embargo, advirtiendo sobre el carácter puntual de estos fenómenos.
[Frío de invierno a primero de mayo: el calentamiento se ralentiza en España pero aún roza el récord]
"Llevamos una situación bastante variable esta primavera", explica Samuel Biener, climatólogo de Meteored. "A diferencia del año pasado, cuando prácticamente todo el año nos afectaron los remontes de aire cálido, las ondulaciones del chorro polar generan ahora anticiclones de bloqueo en zonas de altitud como Escandinavia o Centroeuropa. Eso ha provocado la llegada de aire polar o ártico que, aunque no consiga revertir la tendencia, sí que están permitiendo que no hablemos de valores de récord en el conjunto de España".
Ha sido una situación afortunada, valora Biener, ya que las recientes borrascas han permitido aliviar la sequía en regiones como Cataluña hasta un punto inimaginable hace un mes. Sin embargo, el experto advierte que el déficit de lluvias se ha agravado en otras zonas como el sureste peninsular, y la previsión de la segunda quincena de marzo apunta a temperaturas por encima de la media. Será una época seca, además, que se suma al pronóstico adverso de Copernicus para el verano que llega.
'El Niño' termina en alto
Hay una probabilidad muy alta, de "entre el 70 y 100%", de que el próximo trimestre que comprende junio, julio y agosto sea "más cálido de lo normal en toda España", confirmaba Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El Mediterráneo y el norte de África se encontrarán en la misma situación, y según Copernicus es "altamente probable" -entre el 50 y 70%- que el verano en nuestro país llegue a estar entre el 20% de los más calurosos.
El servicio de predicción climática constata igualmente la remisión de 'El Niño', el fenómeno que ha marcado las temperaturas globales a partir del aumento de las temperaturas en el agua del Pacífico Ecuatorial durante la primavera de 2023. Biener confirma que nos encontramos en situación de ENSO-neutral, y que a partir de verano pasaremos a la fase fría del ciclo, 'La Niña'. Esto podría hacer que 2025 fuera más húmedo y menos cálido, pero la incertidumbre es total por el momento.
En cuanto a las precipitaciones, Copernicus también incide en la probabilidad de "un verano en todo el país con menos lluvias de lo habitual". Sin embargo, Del Campo matizaba que esta estación tiene un carácter general y predominantemente seco en nuestro país, por lo que su aportación a las reservas hídricas no suele ser destacable. El portavoz recuerda no obstante que "en ocasiones se producen episodios de chubascos tormentosos" en esta época, que llegan a ser localmente "intensos".
¿Significa esto que el verano de 2024 se encamina a batir los recientes récords estivales de 2022, el más cálido de la historia, y 2023, el segundo? "Los modelos señalan que muy probablemente el verano será más cálido normal", confirma Biener. "Pero lo han sido prácticamente todos en la última década. No significa que vaya a ser el más tórrido. De hecho, sería muy difícil que llegara a superar los valores del año pasado".
Así, y aunque sigamos con temperaturas por encima de la media de la serie histórica, "sería muy extraño que tuviéramos veranos tan extremos de forma consecutiva", señala el experto. "Al final, es la tendencia que estamos viendo en los últimos años: los veranos se alargan cada vez más en España, son más cálidos, y hay una pérdida cada vez mayor de confort climático". Todo sumado, Biener se 'moja': "No esperamos que este verano sea tan extremo como el del año pasado".