La semana de transición entre el invierno y la primavera va a estar marcada por los altibajos de temperaturas y el paso de frentes húmedos y fríos de origen atlántico. Las borrascas quedarán al norte de nuestro país pero impulsarán inestabilidad y bajas temperaturas, según adelantan tanto la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) como Meteored.
Este domingo, las temperaturas diurnas estarán en ascenso en la vertiente atlántica, pero bajarán en el Cantábrico, noreste peninsular, Levante y Baleares, y se mantendrán con pocos cambios en el resto. Sevilla ascenderá hasta los 25 grados, Málaga y Córdoba hasta los 23 ºC, y Madrid y Toledo marcarán 18 y 20 grados respectivamente en el interior. Por la noche, las mínimas oscilarán entre los 2 y 5 grados en Aragón y las dos Castillas.
La semana próxima arrancará con el inicio de la primavera en la noche del lunes, con tiempo estable y poco nuboso excepto en el entorno del mar de Alborán y de las Baleares, con pequeña probabilidad de chubascos. Las temperaturas subirán de forma generalizada y se situarán por encima de los valores normales. Durante la semana, sin embargo, irán oscilando al paso de distintos frentes.
En ciudades como Madrid, donde el lunes 20 es festivo, las máximas marcarán 19-20 grados, mientras que Sevilla será la más cálida con 25 grados. Por el contrario, Santander y Segovia solo llegarán a 16 ºC. A partir del martes y del miércoles, el paso de "sucesivos frentes atlánticos" según Aemet dejará lluvias abundantes en Galicia, más débiles y dispersas cuanto más al sureste, aunque "es difícil" que lleguen a alcanzar el área mediterránea.
El escenario de breves períodos de estabilidad y temperaturas altas alternado con el paso de algún frente se repetirá con regularidad, según explica Víctor González, experto de Meteored (tiempo.com). Se trata de los resultados de la NAO positiva -la diferencia de presión entre la zona de altas presiones ubicada en el sector de las Islas Azores y las bajas situadas sobre Islandia- que prevalecerá los próximos diez días.
"Un primer frente más activo romperá esta situación monótona el miércoles, con algunas lluvias, rachas de viento intenso y una bajada de temperaturas al dar paso a una masa de aire más fresca. Las bajas presiones se asentarán en las proximidades de las islas británicas mientras que un poderoso anticiclón se mantendrá al sureste de las Azores, creando un fuerte flujo del oeste en este área de Europa. Si bien las borrascas permanecerán demasiado lejos como para dar lugar a precipitaciones abundantes y generalizadas, sí alcanzarán zonas de la vertiente atlántica a mediados de semana y en algunos puntos podrían ser fuertes o persistentes", explica.
Las lluvias serán relevantes en puntos de Galicia, norte de Portugal y en las sierras occidentales del Sistema Central. También podría llover con fuerza en el Sistema Ibérico norte y la Cordillera Cantábrica. "Otro fenómeno a tener en cuenta será el viento, que podrá afectar a zonas más extensas que las lluvias, soplando con intervalos fuertes en toda la mitad norte, zonas de montaña de cualquier región y algunas zonas del prelitoral mediterráneo", añade González.
Hacia el final de la semana se espera "una estabilización por el sur y centro peninsular", y lluvias en el norte, ocasionalmente en forma de nieve en Pirineos y en otras áreas montañosas del centro y norte peninsular. En cuanto a los vientos, se espera que el lunes y martes soplen del este y noreste en el área Mediterránea y Estrecho, y a partir del miércoles predominarían los de oeste, fuertes en Galicia, el Cantábrico y en áreas montañosas del este peninsular, concluye Aemet.