Algunos negacionistas ya han hecho su propia deducción: si estamos inmersos en un proceso de calentamiento global, que el mundo se empeña en combatir, ¿cómo es posible que se estén produciendo nevadas en Madrid que no se habían visto en décadas?
Pero Filomena no está aquí para darle la razón a los partidarios de Trump, sino para volver a quitársela. Porque el calentamiento global puede afectar a la frecuencia e intensidad de los episodios de tiempo extremo, según se explica en el portal de información meteorológica eltiempo.es.
La configuración atmosférica sobre España ha sido la clave para que este temporal haya tenido tantísimo impacto y se hayan generado estas nevadas históricas que no se veían desde hace muchísimos años en el centro del país, con avisos de máximo nivel (rojo) en varias regiones del centro y el este.
La borrasca Filomena es una borrasca de origen atlántico. El sistema asociado a este centro de bajas presiones ya estaba cargado de aire relativamente cálido y muy húmedo antes de llegar a España, por lo que las precipitaciones intensas estaban garantizadas con su presencia. Pero para saber por qué se han dado nevadas tan fuertes y en cotas tan bajas, en zonas donde es muy poco habitual ver copos caer, es necesario echar la vista atrás a la lo que ocurrió días atrás en nuestro país.
Llevamos desde principios del año bajo la influencia de una masa de aire muy frío, de origen polar que ha provocado que las temperaturas estén por debajo de lo normal incluso teniendo en cuenta que suelen ser los días más fríos del año.
La presencia de este aire frío con temperaturas anómalamente bajas ha sido uno de los ingredientes clave para que el episodio haya dejado tiempo tan extremo, ya que es necesario que se den temperaturas bajas en las diferentes capas de la atmósfera para que nieve.
Otro de los factores determinantes, aparte del origen de la borrasca es la trayectoria que ha seguido. Llegó a la península Ibérica por el extremo suroeste, situando su centro en esta zona del país durante el viernes. Por la circulación del aire alrededor de las borrascas, al situarse en este punto ha estado insuflando aire húmedo desde el Mediterráneo hacia el centro del país, «alimentando» así a las nubes para que se generaran mayores cantidades de precipitación en forma de nieve y, por tanto, se dieran espesores más llamativos y fuera de lo normal.
Sin duda el temporal de Filomena se trata de un episodio de meteorología extrema en nuestro país. Ha sido excepcional y de especial relevancia por su intensidad y porque hacía años que no se daba un temporal así de importante en cuanto a extensión de las zonas afectadas y a las cantidades de nieve acumuladas.
El cambio climático puede afectar a la frecuencia e intensidad de los episodios de tiempo extremo y, sabemos por ejemplo que cada vez son más frecuentes los de temperaturas extremadamente cálidas pero, ¿Qué sucede con las grandes nevadas y las olas de frio? ¿Cómo es posible que esto haya ocurrido en España si hay calentamiento global?
Cuando decimos que hay calentamiento global nos referimos a que la temperatura media del planeta se está incrementando, algo que ya está sucediendo y seguirá pasando en las próximas décadas debido mayormente a la acción del hombre sobre el planeta. A su vez, seguirán ocurriendo eventos de temperaturas extremas, tanto cálidas como frías, aunque con una temperatura media más elevada, podrían producirse más eventos cálidos y menos fríos.
Para poder saber qué «culpa» o parte de responsabilidad tiene el cambio climático de la ocurrencia de un evento meteorológico existen los llamados estudios de atribución que realizan los científicos a posteriori.
El caso de Filomena podrá ser analizado una vez que acabe, pero lo que sí sabemos es que nevadas como la que ha dejado este temporal son muy poco frecuentes y hacía tiempo que no ocurría algo así en nuestro país.
Sabiendo que el cambio climático es una realidad, el periodo de retorno de episodios como este podría aumentar, es decir, por culpa del cambio climático podrían pasar más años hasta que pueda volver a repetirse una situación así.