El paso de la borrasca Julia ha traído un breve pero potente recordatorio del invierno, pero el "monstruo meteorológico", el colosal bloqueo anticiclónico que ha traído una primavera adelantada, no ha dicho su última palabra. Su desplazamiento hacia las Azores ha dado paso a la lluvia, el frío y el viento pero, tras el paso de otro frente atlántico menor el jueves, volverá a imponer cielos despejados y aumentos de las temperaturas anómalos para la fecha.
El frente provocará nubosidad en el oeste el viernes con precipitaciones débiles de madrugada en el Cantábrico, Pirineos, extremo sur de Andalucía y Canarias, y temperaturas máximas en ascenso, informa la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Irán remitiendo a lo largo del día en general, salvo en los Pirineos y, a última hora, en el oeste de Galicia.
En el resto de la Península, Baleares, Ceuta y Melilla se espera intervalos nubosos, con predominio de cielo despejado en los litorales, aunque en Canarias hay previsión de algunas lluvias débiles y ocasionales en el norte de las islas de mayor relieve. La cota de nieve estará en el extremo norte peninsular: en la Cantábrica, 1200/1600 metros aunque a lo largo del día ascenderá a más de 2000; en Pirineo occidental, 1000/1400 y subirá a 1400/1600; en el Pirineo oriental, rondará los 1400/1600 metros.
A partir del sábado, sin embargo, el anticiclón de las Azores ya estará posicionado sobre la Península y los archipiélagos. Las temperaturas empezará a subir gradualmente de oeste a este y, para el domingo, la situación general será de estabilidad con entre dos y cuatro grados más de lo habitual para la época según los modelos de la página severe-weather.eu.
Un mes de febrero extremadamente seco
El pasado mes fue, con una precipitación media de 15 litros por metro cuadrado, el febrero más seco del siglo XXI y registró hasta 18 marcas históricas vinculadas a temperaturas máximas, especialmente en la mitad norte peninsular.
Según informa Aemet, destaca el carácter extremadamente seco en un área comprendida entre Segovia y Valladolid, así como en una zona al norte de Huesca, pero las precipitaciones quedaron por debajo de los valores normales en todo el territorio, excepto al norte de La Rioja.
Así, la precipitación media (15 litros por metro cuadrado) supone el 28 por ciento de lo normal de este mes (53 litros por metro cuadrado) para el periodo de referencia 1981-2010, lo que convierte a febrero en el más seco de lo que llevamos de siglo XXI y el cuarto más seco desde 1965, por detrás de 1997, 2000 y 1990.
Con 9,7 grados centígrados de media (1,2ºC por encima del registro) febrero fue el cuarto más cálido del siglo, por detrás de 2008, 2007 y 2017, y el undécimo desde 1965, y acumuló 18 marcas históricas, especialmente en el tercio norte peninsular.
La Aemet destaca los episodios cálidos de los días 6-9, 13-17 y 21-28, responsables de que las temperaturas máximas registrasen valores muy superiores -3 grados de promedio- a los normales para la época del año, y en catorce estaciones principales, todas de la mitad norte de la península, la máxima diaria más alta registrada en febrero superó el anterior valor más alto de la serie.
Por otro lado, en febrero lució el sol más de lo habitual, hasta un 44 por ciento por encima de la media en el conjunto de España, y provincias como Burgos tuvieron un 88 por ciento más de horas de sol de lo normal para un mes de febrero, hubo un 79 por ciento más en Donostia/San Sebastián y un 78 por ciento en Asturias.
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